Como si no fuese suficiente seguimos cambiando nuestros recursos por espejitos. Hace 530 años el navegante de origen Genovés Cristoforo Colombo (en latín Christophorus Columbus) mejor conocido en esta tierra nuestra americana como Cristóbal Colon con sus famosas 3 carabelas nos ubicaba (mas no descubría) trayendo consigo la colonización. En aquel entonces nuestros originarios intercambiaban espejitos por el oro que se encontraba en nuestras betas. No existía la terminología de commodities que manejamos hoy día por lo que no se establecía un valor de uso y de compra al oro (gracias a dios al menos no se sabia de la faja petrolífera del Orinoco). Luego de más de medio milenio nos encontramos en la misma situación (con más tecnología), seguimos intercambiando lo subjetivo por la realidad. No basta ser un letrado con títulos de (tercero, cuarto, quinto y hasta lo nuevo inventado (sexto nivel dígase post doctorado) para que nos sigamos sintiendo inferiores a todo lo que huela a norte u occidente. Al menos en aquel entonces los espejitos sirvieron para verse i ubicarse en el momento histórico lo que permitió que lucharan hasta dar sus vidas por su liberación. Hoy vemos que nuestros eruditos (eminencias) se sienten regocijados cuando son aceptados en occidente (así sea desarrollando actividades de poca monta eso no importa porque mientras se reciban dólares o euros). Cuando se escucha que nuestros muchachos (con el femenino al lado) se van a las transnacionales (que los captan sin haber aportado un centavo en su formación), la efervescencia es tal que pareciese que estuviésemos inaugurando los juegos olímpicos Londres 2012 o sus precedentes. Que razón tiene esa excelente escritora, Carola Chávez cuando los define como Norteamericanos o Euro centristas atrapados en un pasaporte Venezolano. Esos dólares o euros se esfumaran alguna vez pero lo que permanecerá será nuestra voluntad por hacer de este maravilloso país una potencia en todos los ámbitos en donde la solidaridad, la equidad, la justicia y el sentido de humanismo prevalezcan por encima de cualquier otro bien. Debe llegar el momento en la historia de la humidad en que el ser humano sea lo más importante. Afortunadamente cada vez somos mas los que creemos en nuestro país. Venezuela espera por sus hijos. Que mejor regalo que nuestro Libertador en carne y hueso para empujar de manera acelerada ese desarrollo que todos esperamos. Por más dificultades que encontremos en el camino siempre será mejor lo que hacemos en pro de nuestra emancipación (en pro de nosotros mismos) y es por eso que cierro con unas de las frases mas celebres de nuestro padre Bolívar. Paciencia y más paciencia, constancia y más constancia, trabajo y más trabajo para tener Patria. Porque Dios concede la victoria a la constancia.
ozambranom@gmail.com
Profesor Titular Universidad del Zulia
PhD de Texas A&M University (o sea estudie en el norte pero ante todo soy Venezolano y Bolivariano)