Augusto Hernández .
Si el Canal 8 - Venezolana de Televisión - representa la imagen del Gobierno, algo debe andar mal en la Venezuela revolucionaria y bolivariana de la cual esta planta televisora aporta el testimonio audiovisual.
Por razones profilácticas y de salud mental tengo poco contacto con los canales privados de la televisión venezolana. Sin embargo como periodista no puedo soslayar por completo la actividad de “los cuatro jinetes del Apocalipsis”. A fin de cuentas debo enterarme de sus campañas desinformativas, sopesar sus medias verdades y mentiras descaradas, repetidas una y otra vez, en diversos tonos por comentaristas y moderadores inmoderados.
Aunque priva el mal gusto, la chabacanería y una definitiva propensión hacia lo pornográfico, no se puede negar que los decorados, la utilería, la ropa y el aspecto de quienes trabajan frente a las cámaras de los canales lucrativos reflejan una cuantiosa inversión. Lo que no tienen de elegantes sus actrices, modelos, anunciadoras, locutoras y periodistas, lo exhiben en ropa cara cuyo común denominador es permitir que el televidente admire los senos de silicona y las bembas de colágeno.
Por contraste, el Canal 8 nos ofrece unas puestas en escena que más esmirriadas no pueden ser. Sus locutores y comentaristas lucen rústicos o montunos, con excepciones como Walter Martínez, Vanessa Davies o Ernesto Villegas. La utilería tiene aspecto de estar en las últimas, lo mismo que los juegos de cámaras y la iluminación. Lo que me extraña es que el Ejecutivo Nacional ha reservado sumas astronómicas para invertirlas en el canal oficial, por lo que presumo que las habrán gastado en transmisores, repetidoras o satélites para ampliar la cobertura, pero no en producción ni en una programación de calidad.
Hace poco le pregunté a Roberto Malaver, meritorio ganador del Premio Nacional de Periodismo por el programa Como ustedes pueden ver, transmitido por RNV y ahora a través de VTV, cuánto les pagan a él y a Roberto Hernández Montoya por la producción de los mentados programas y me confesó que lo hacen por amor al arte.
Es decir que la creatividad, como ustedes pueden ver, no se paga en la radio y la televisión oficiales.
Con ese criterio el Canal 8 tal vez llegue a tener la mejor señal, pero sus programas no calarán en la audiencia.
Periodista
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