Siete de octubre luego de la tensa calma comienzan a llegar votantes desde tempranas horas de la madrugada, todo transcurre normalmente, las cámaras de televisión ya están dispuestas los equipos desplegados, llegan las ocho de la mañana, las colas ya son larguísimas, la alegría de estos eventos se hace presente, con la primeras hora comienzan a llegar informaciones de hechos aislados: en algunos lugares no han llegado los miembros de mesa y estas no han abierto y las personas comienzan a inquietarse, pero ojo son casos muy aislados, los medios internacionales recorren grandes distancias cubriendo cada detalles ubicándose estratégicamente en centros de educación privados en su mayoría los dependientes de la iglesia católica.
Así llegan las 11 y media aproximadamente, las cableras que cubren casi todo el territorio nacional y a la clase media casi en su totalidad entre ellas La cadena Caracol y RCN de Colombia, CNN en español, Televisión Española y el Grupo Prisma de España, Televisa y Univisión de Mexico, TN Noticias de Argentina, O Globo de Sao Paulo y así todas las cadenas dominadas por el sionismo internacional que entran a Venezuela como Pedro por su casa a través de las cableras comenzar a transmitir los primeros informes manipulados de encuestas a boca de urna en los que otorgan una amplia ventaja al candidato de la derecha, de ese modo excitan los ánimos de millones de disociados que llevan un largo verano sin ver una victoria y saldrán en forma explosiva abarrotando las redes sociales con los yales informes llegados de estos medios sionistas del exterior y saliendo en caravana al medio día a celebrar la “victoria” de la derecha, en medio de ese paroxismo se prepara una rueda de prensa donde el Rector del CNE Vicente Díaz ofrecerá una declaración en la que anunciara que se ha gestado un fraude en el seno del CNE por un conciliábulo adepto al gobierno.
La segunda fase del plan es una seguidilla de ruedas de prensa que los partidos políticos de la oposición y organizaciones empresariales ofrecerán para denunciar el fraude y seguir calentando las calles, ya así, la conjunción de estos elementos terminaría de enturbiar la atmósfera y solo faltaría el elemento favorito del imperio y de esta oposición: LA SANGRE.
Esto es pura ficción, pero como dice el Padre Cantor en su Canción Bolivariana: “puede ser imaginario, pero pudo suceder”
Con este cuento de ciencia ficción sencillamente quiero alertar a todos a que estemos bien pendientes y no abandonar en lugar de la lucha y a estar conscientes de que este siete de octubre no se trata de una elección presidencial de un país aislado, sino de una verdadera batalla contra el imperio que no es cualquier cosa, la batalla no es nacional sino mundial por los intereses trasnacionales que están en juego.
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