El movimiento revolucionario nuestro y me refiero al venezolano, adolece de una falta fundamental y necesaria, tenemos que dotarlo de una teoría revolucionaria, sí, de una, edificada por las mentes de la avanzada revolucionaria intelectual del Pueblo Bolivariano, capaz de llevarse a una práctica metódica y sistemática de nuestro diario vivir. Es de hacer notar, que por medio de esta teoría revolucionaria, hija de la cultura, se convertirán las ideas teóricas de la Revolución Bolivariana en hechos reales y palpables. Se dotará así, al proceso de la solidez ideológica necesaria que necesaria de toda revolución verdadera,
Como lograrlo, siendo capaces de engendrar, de parir, de cambiar dentro de nosotros mismos, de convertirnos todos, si es necesario, en hermafroditas, y empezar a crear y entretejer ideas, hipótesis, teorías y llevarlas del papel al aula de los experimentos sociales, experimentar nuestras propias teorías revolucionarias bolivarianas en la propia aula de la revolución, que no es otra que la que conforma el pueblo proletario revolucionario.
No cabe duda, que tenemos que crear nuestra propia teoría revolucionaria original, de manera tal, que aprendida por todo el pueblo conocida y estudiada debidamente, podamos adaptarla y perfeccionarla todos los días con nuestra experiencia cotidiana, convirtiendo así la teoría revolucionaria en nuestro instrumento de trabajo que creará las condiciones necesarias para hacer en la práctica una revolución que sea verdadera y palpable, y permita, que nuestra revolución, siga adelante profundizándose y transformándose en un gigante invencible.
Debemos crear, muchos más centros de estudio, del saber revolucionario, que en cada parroquia, y en cada uno de nuestros barrios exista La Casa de la Revolución Bolivariana, ella será el centro, el abrigo, el engendro y la diáspora donde crecerá con la fuerza del estudio, del esfuerzo y de nuestra inteligencia la teoría de la Revolución Bolivariana.
Tenemos lo más difícil, las dos cosas esenciales para hacer que la revolución nuestra sea imbatible y siga triunfante flameando su Bandera Bolivariana por las praderas de América nuestra, esas dos cosas son: El líder y el Pueblo Bolivariano
Es ahora el momento de crear nuestra Teoría Revolucionaria Bolivariana, es decir nuestro manual del buen revolucionario, los principios de ética, conducta y moral así como las metas y los fines que persigue lograr y alcanzar nuestro proceso revolucionario, hoy todavía incipiente, al transformarse en revolución genuina del pueblo noble y soñador venezolano y americano todo.
Debemos los revolucionarios fortalecer los muros del proceso, y unidos con la masa del pueblo, hacerlo sentir en cada palabra nuestra, en cada acción, en cada uno de nuestros pensamientos el poder transformador de la revolución. Todo gracias, a este influjo que emana de nuestras mentes, para transformar en hechos nuestras ideas, nuestras oraciones, nuestros sueños de toda la vida, nuestras hipótesis, nuestras teorías, por estos sueños muchos dieron sus vidas y no están hoy con nosotros viviendo este momento heroico e inmortal, donde un pueblo junto a su líder, se levanta como un noble gigante y despierta de su larga y apacible docilidad, ocasionada por sus enemigos, que no son otros que los enemigos de la felicidad, de la paz y de la justicia social. Los oligarcas, los falsos revolucionarios, los opresores de siempre...
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