Mucha gente de mi generación conoció Picadilly Street y los arrecifes de Dover a través de las novelas policíacas de Agatha Christie, en ella imaginábamos la campiña inglesa, las costumbres de la época victoriana, y por supuesto no podía faltar la referencia al inspector Hércules Poirot, una constante en los casos de Poirot era preguntarse lo siguiente, quien gana con este asesinato?, una vez establecida la cadena de quienes ganaban con ese hecho podíamos dar por seguro que la hilación nos llevaría luego de laberínticos razonamientos al culpable del crimen, en el caso de los bombazos de la semana pasada en Londres, Hércules Poirot se preguntaría a quien beneficia este atentado criminal, y si nos ponemos a detallar el atentado criminal de la semana pasada le convenía a George W Bush, la administración Bush en los últimos meses venía en caída en las encuestas, con una mayor oposición del pueblo norteamericano a la continuación de las tropas en Irak, este es un clamor general que viene increscendo y los números así lo manifiestan, y que mejor escenario para reactivar el fervor antiterrorista que un nuevo atentado en las narices de los principales jefes de estado y un día después de ser elegida Londres como sede de los juegos olímpicos 2012. Resulta ilógico que con las medidas de seguridad impuestas en el Reino Unido a raíz del 11S y si a esto le sumamos la importante reunión del G8 donde se encontraban los jefes de estados de las potencias industrializadas cónclave que generaría un operativo de seguridad adicional, parece ilógico que un terrorista pueda tener libertad de movimientos para colocar esas bombas y máxime en una línea de subterráneos con mas 1600 monitores de vigilancia, salvo que el acto terrorista cuente con el apoyo y complicidad del gobierno británico, no resulta un exabrupto pensar que detrás de estos atentados está la mano de la CIA norteamericana y de la policía política inglesa, para lograr, por un lado reactivar o tratar de reactivar su campaña de terrorismo contra el terrorismo, mejorar los números de las encuestas de George Bush, y darle en la cara al Presidente Francés Chirac y al primer ministro Alemana Schoerder quienes se opusieron a la guerra en Irak y con este acto le demuestran desde su óptica el carácter inhumano de los terroristas y lo correcto de la política guerrerista impulsada por sus gobiernos. No deben extrañarnos estas acciones como parte de la política norteamericana, remontémonos al año 1.898 cuando los patriotas cubanos luchaban contra España por su independencia nacional, los Estados Unidos buscando una excusa para entrar en la guerra hacen volar el Maine que se encontraba fondeado en el Puerto de La Habana el 15 de febrero de 1898 con un saldo de 266 fallecidos, culpan a España por este suceso y le declaran la guerra, en 3 meses las fuerzas norteamericanas derrotan a las fuerzas españolas, quedándose los Estados Unidos con un botín que incluía Cuba, Puerto Rico y Hawai. Otro ejemplo de esa conducta lo representó en su momento Pearl Habor, Estados Unidos conocía los planes Japoneses de atacar a Pearl Habor, ellos habían descubierto y descifrado la clave púrpura, días antes del plan de ataque, los Estados Unidos retiraron de Pearl Habor los buques mas importantes, luego de producido el bombardeo el 7 de diciembre de 1941por parte de la aviación japonesa con un número importante de victimas civiles, el gobierno norteamericano utilizó este ataque como excusa para entrar en la guerra, los bombazos de Londres son sospechosos y pudieran ser una estrategia de la alianza de Blair – Bush para incorporar a Francia y Alemania en sus planes y para mejorar su posición en la matriz de opinión del pueblo de los Estados Unidos con respecto a la guerra. Como pregunta Hércules Poirot quien se beneficia con estos atentados?
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