Constituido Tribunal Judicial para destruir 2 (dos) hectáreas agroecológicas
La Agroecología continúa sufriendo los embates del enquistado sistema oligárquico. A pesar de todo el sistema legal, el marco constitucional y la institucionalidad bolivariana, que la favorecen ampliamente, el viejo accionar judicial continúa robándole espacio y castigando a sus practicantes.
La Agroecología es un modo de producción de la tierra surgida desde el conocimiento de las bases sociales, como contrapropuesta al modelo capitalista de producción agroindustrial, transnacional. Al integrar la experiencia de 5.000 años de la agricultura humana, la conciencia de conservar los recursos naturales para las futuras generaciones y los avances tecnológicos, se logra producir alimentos en cantidad suficiente y libres de sustancias nocivas para la salud y el ambiente.
Desde hace 5 años, como le consta a la base social y a la institucionalidad bolivariana (http://www.aporrea.org/desalambrar/a85164.html), venimos aplicando la Agroecología exitosamente en la producción de alimentos. En este tiempo produjimos: 170 toneladas de yuca, 4.000kg de carne de cochino, 7.000kg de carne de res, 30.000lts de leche, 15.000kg de lechosa, 10.000kg de plátano, más de 37.000 huevos, 80 toneladas de abono orgánico. Todo, gracias a la Revolución Bolivariana, que le devolvió los medios de producción al Pueblo, quienes nos dignificamos trabajando; trabajo que ya no es enajenado por un patrón.
Sin embargo, la estructura judicial, creada a su propio beneficio por la burguesía, continúa enajenando el trabajo honrado, enmarcado en el Plan Nacional Simón Bolívar, la Carta Magna y las leyes de la Revolución Bolivariana. El caso que aquí exponemos puede ser corroborado por entero en el expediente N°5.223-10 del Juzgado Primero de Primera Instancia Agraria de la Circunscripción Judicial del Estado Barinas; sabemos que hay muchos casos más, agricultores sufriendo este tipo de atropellos e incoherencias que enajenan su trabajo, medios de producción y hasta la propia vida.
En este caso, una cooperativa de producción agroecológica (RIF: J-29642668-6) a la cual el Instituto Nacional de Tierras (INTi) asignó una parcela, cumplimos a cabalidad con la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, de la cual somos beneficiarios. En particular con:
Artículo 17. Dentro del régimen del uso de tierras con vocación para la
producción agrícola que permita alcanzar la soberanía alimentaria, se garantiza:
2. La permanencia de los pequeños y medianos productores agrarios
en las tierras que han venido ocupando de forma pacífica e ininterrumpida
superior a tres años.
3. La permanencia de los grupos organizados para el uso colectivo de
la tierra, así como los sistemas colectivos, cooperativos, comunitarios,
consejos de campesinos y campesinas, consejos comunales y cualquier
otro tipo de organización colectiva en las tierras ocupadas con fines de uso
agrícola.
El Inti nos otorgó permiso para trabajar en 33 hectáreas. Sin embargo, con complicidad de funcionarios quinta-columna en varias instituciones del edo. Barinas (http://www.aporrea.org/desalambrar/a94294.html), unos pequeño-burgueses nos invadieron 12 hectáreas; allí continúan hasta el día de hoy, sin ningún tipo de documentación legal y valiéndose de medios violentos para permanecer allí (contraviniendo la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, que especifica que no se puede cultivar tierra sin permiso del INTi; entre otras ilegalidades, atentados personales y al ambiente, denunciadas al Ministerio Público). Obviamente, nos hemos dirigido incontables veces a todas las instituciones que tienen que ver en este caso. Por mencionar algunos oficios: 5 dirigidos a la Oficina Regional de Tierras Barinas desde el año 2009 y 4 dirigidos al INTi a nivel central desde el año 2009 también). Hasta llegamos al Juzgado Agrario, hecho que tal vez fue el peor error que pudimos cometer.
Esto lo reflexionamos pues, ahora, luego de 5 años de haber trabajado con autorización del INTi, pacífica e ininterrumpidamente un lote de 2 hectáreas, el que actualmente tiene cultivos: 600 árboles forestales nativos de conservación, 200 árboles de naranja, un cultivo de maíz para jojoto orgánico, área de pastoreo con pasturas implantadas, e infraestructura en 600mts de cerca convencional y 1.000mts de cerca eléctrica (algo que consta en varios peritajes técnicos en el expediente N°5.223-10 del Juzgado Primero de Primera Instancia Agraria de la Circunscripción Judicial del Estado Barinas). Cultivos fruto de nuestro trabajo legítimo y revolucionario; un juez sentencia que debemos regalárselo a los invasores -Manuel Ygnacio Martínez Ramírez, C.I.: V-5.501.187 y Oscar Gomez Bentancourt, C.I.: V-9.264.473-, los cuales no tienen ningún tipo de documentación para estar allí siquiera. Es decir, el Poder Judicial está legitimando una ilegalidad, algo que contraviene la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario y la Ley Orgánica de Seguridad y Soberanía Agroalimentaria. El martes 30 de octubre de 2012 está pautado nuestro desalojo forzoso. El juez se hará presente y mandará que quiten las cercas. ¿Se atreverá a dar la orden para que destruyan cultivos legítimamente implantados?, ¿apañará esta nueva ilegalidad? El INTi no está citado al evento. Instamos a que tome cartas en el asunto y luego de las incontables cartas que le hemos dirigido a nivel local, central, de Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras y Vicepresidencia de la República Bolivariana de Venezuela, se avoque al caso.
A los medios de comunicación, periodistas, investigadores sociales proactivos, jóvenes; este es un estudio de caso que documenta el caso de muchos agricultores y el tema agrícola en Venezuela (http://www.aporrea.org/desalambrar/a125103.html). En el expediente mencionado (N°5.223-10 del Juzgado Primero de Primera Instancia Agraria de la Circunscripción Judicial del Estado Barinas) quedan en evidencia las múltiples violaciones de nuestros derechos de las que somos víctimas y cómo las leyes de la Revolución Bolivariana son incumplidas con toda impunidad, dejando al desamparo a los más débiles. Instamos a las instituciones de la Revolución, como lo es el INTi, que actúe de acuerdo a las leyes y permita que la tierra sea para el que la trabaja.
Conclusiones
Este es el éxito de la clase dominante, que sus estructuras permanecen favoreciendo los mecanismos de dominación. Es nuestro deber como revolucionarios desbaratar estas estructuras. Nosotros lo hacemos a través de la Agroecología, que nada fácil ha sido, luchando contra las transnacionales del agronegocio. Necesitamos el apoyo de la institución revolucionaria para impedir que las viejas estructuras sean puestas al servicio de una nueva clase lacaya con ínfulas de oligarquía que, a pesar de haberse capitalizado gracias a la Revolución Bolivariana, su identificación con la clase dominante, su miopía e ignorancia, los hace fieles servidores de la más recalcitrante derecha venezolana.
Ante la omisión de acción, ineficiencia, incapacidad de acción, burocratismo, negligencia de las instituciones ejecutivas, en este caso el Instituto Nacional de Tierras, el Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras y, en última instancia, el Ejecutivo Nacional; los elementos del Poder Judicial, en su subjetividad e incentivos personales, se sienten con la capacidad de legislar. Esto es evidente cuando toman decisiones no sólo sin ningún fundamento en la Ley, sino contraviniéndola flagrantemente y perjudicando a personas que actúan según ella.
Las dos (2) hectáreas que el Poder Judicial va a enajenar -y probablemente sean destruidas con agrotóxicos que terminarán en el curso de agua que pasa por las 2 heactáreas-, están siendo trabajadas legítima, agroecológicamente, de forma intensiva, conservando los recursos suelo y agua presentes.
Por Cooperativa Agroecológica 56 Mama Pancha
RIF: J-29642668-6
Carretera vieja Barinas-San Silvestre 1km por carretera luego del Hato Caroní. Parcelamiento Las Mercedes, Pquia. Alto Barinas, Mpio. Barinas, Edo. Barinas.
Teléfono para contacto: 0426-8741103