A las Señoras Presidentas y Señores Presidentes
de los Países Miembros del MERCOSUR
Con la mayor consideración:
Los abajo firmantes, ciudadanos y organizaciones sociales, nos dirigimos a Uds. con el propósito de manifestar inquietudes ante el proceso en marcha entre el MERCOSUR y UNIÓN EUROPEA (UE) para la concreción de un amplio acuerdo económico y comercial, que se lleva adelante en forma altamente reservada.
Por lo pronto, al no existir la debida transparencia informativa, nos preocupa que la presión de grupos minoritarios de interés, la falta de estudios y debates públicos, o aun el mero desconocimiento de alternativas y consecuencias por parte de los negociadores puedan conducir hacia un acuerdo contrario a los propósitos de desarrollo económico independiente. Es éste el que proclaman los gobiernos, reclaman en forma reiterada los pueblos y el que se destaca en forma orgullosa en el antecedente unitario histórico del MERCOSUR de haber impulsado el rechazo a una propuesta de acuerdo similar, el ALCA con EE.UU., en el 2005.
Aun siendo que no se llegara a denominar el acuerdo como de “libre comercio” (TLC), sino de “cooperación económica” (ACE), como es posible reconocer en muchos recientes entendimientos entre países centrales y periféricos (Norte- Sur) el uso de eufemismos no podrá ocultar que, de no tomarse recaudos imprescindibles, podría alcanzarse un compromiso desequilibrado entre regiones con desarrollo y competitividad muy distintas.
Mucho tememos que, pese a poder otorgar algunas concesiones marginales o realizar promesas, la UE seguirá sosteniendo subvenciones y protección a su sector agrícola. Se privaría así a los países del MERCOSUR poder alcanzar el beneficio comercial esperado más importante, a cambio de una apertura inédita masiva de los mercados locales a una competencia abierta de una economía más desarrollada, sobre todo evidente para muchísimos productos industriales y servicios, aun si se contemplaran algunas salvaguardas circunstanciales. Se repetiría, en un grado mayor, un escenario de graves descompensaciones que hoy observamos en la misma Europa por las asimetrías entre los países del norte respecto a los de sur y del este, pero también en el MERCOSUR entre países y regiones con distinta envergadura económica.
Sabemos que el acercamiento MERCOSUR-UE no constituye solamente una negociación comercial, sino que la mayor parte de los temas en discusión son de carácter estructural y comprometen el conjunto de la economía en aspectos críticos tales como: servicios, patentes, propiedad intelectual, compras públicas, inversiones y competencia. La eventual provisión del tratamiento de “nación más favorecida” a los países de la UE, aun si se incluyeran salvaguardas de excepción, vulneraría los muy proclamados objetivos de defender y priorizar el fortalecimiento de empresas regionales y la diversificación de matrices productivas planteados en muchas de vuestras manifestaciones públicas. Aun de continuar los discursos industrialistas, se inhibirían para los países del MERCOSUR estrategias y políticas públicas elementales de desarrollo económico, utilizadas históricamente también por los países europeos, como ser: la sustitución de importaciones, priorizar el compre nacional, brindar créditos diferenciales para el desarrollo de regiones o sectores nacionales más desfavorecidos.
En lo inmediato, es preciso contraponer ultimatismos (ej: afirmar que debe negociar ahora o nunca), posibles maniobras (ej: eventuales amenazas de proponer negociaciones “multiparte” en forma independiente, tal como lo hizo con la Comunidad Andina, para romper la unidad del MERCOSUR), o la lisa y llana distorsión de la realidad (ej: no aclarándose que las consecuencias económicas reales de la finalización de preferencias arancelarias por parte de la UE a partir del 1° de enero para Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela serán marginales y pueden ser asimiladas sin dificultad).
De forma de poder decidir qué tipo de entendimiento con Europa es posible y conveniente para el MERCOSUR, resulta imprescindible que vuestros gobiernos convoquen inmediatamente a la más amplia participación democrática para el análisis y debate de los efectos estructurales de corto y largo plazo -generales, nacionales y sectoriales- y se planteen alternativas superadoras de negociación.
Saludamos a Uds. con la mayor consideración.
FIRMAS
(Si desea adherir comunicarse con el autor) paulinon@cantv.net