Descifrar el actual proceso político-social de Venezuela, comprende un reto mayor que el planteado en este humilde artículo, sin embargo podríamos indagar en algunas consideraciones de análisis para acercarnos a tan compleja realidad. Hoy estamos en una Venezuela de parto bravo, se ha encendido una llama en el corazón de los ciudadanos interesada por las problemáticas de la nación, pero considero que ese interés en ocasiones vive desorientado por causa del conflicto y la confrontación que tanto ha desgastado al país.
Actualmente el Presidente de la República, se encuentra en una fuerte lucha por la recuperación de su salud en Cuba, situación que ha mantenido expectante al pueblo venezolano por conocer la evolución del Mandatario Nacional. Sin embargo en las adversidades y crisis, surgen o se materializan las ideas que pueden en una coyuntura, impulsar los procesos políticos, precisamente deseo referirme a esto, ante la ausencia en el país de Chávez, la idea de Revolución-Bolivariana en el país ha tomado cuerpo vivo en la conciencia de quienes creen en el socialismo.
El país dio un ejemplo categórico el 10-Enero cuando en una masiva concentración en Caracas, el pueblo expresó “Yo soy Chávez”, luego de 14 años de gobierno y la conducción de un liderazgo indiscutible en la historia política del país, el chavismo se afianza como una corriente ideológica que con el tiempo madurará en su forma y será símbolo para la lucha de las reivindicaciones sociales en los sectores populares, el chavismo se ha convertido en el último ismo desplazando y renovando la dimensión de hacer política en el país.
La corriente chavista es el resultado de un compendio de ideologías que nació en un principio fundamentado en el “Árbol de las Tres Raíces”, inspirada por los próceres Bolívar, Zamora y Simón Rodríguez, pero a medida de su dinámica política y el ascenso al poder de Chávez como presidente, este ismo fue adoptando diversas corrientes de la izquierda que lograron confluir en puntos comunes. Yo resumo el ismo del chavismo, como un fenómeno profundamente popular, caracterizado por la participación y este ha experimentado su profundización cuando las figuras de los Consejos Comunales y programas sociales que impulsa la gestión de gobierno, logrando tocar el tejido social de ese pueblo excluido.
Trascendió la figura hacia el colectivo
Aunque los partidos políticos de oposición han expresado que el “chavismo sin Chávez” no continuará, dicha tesis ha sido revertida por el movimiento popular que está desde los barrios, campos, universidades e instituciones consolidándose y fortaleciéndose con la idea chavista. Por otro lado la estrategia de atacar la figura de Chávez como líder, resulta en la actualidad un error político, porque en el chavismo cada vez que se ataca la figura de su líder, dicho sector político se reagrupa y se motiva en la defensa de sus ideas y valores.
Chávez ha logrado simbolizar una serie de valores que ya son identidad para el nuevo ismo del cual me refiero, este movimiento reacciona de manera consciente y mucho más convencida de construir el socialismo sustentado en la moral y figura del Presidente Chávez.
Podemos decir que la figura del líder Chávez, trascendió hacia el colectivo y se ha hecho una idea política para la gran mayoría de los venezolanos que demostró en los pasados comicios electorales del 7-Octubre, la consolidación del proyecto socialista y el derrumbe de los viejos partidos adecos-copeyanos que a pesar de tener aún presencia en los sectores de oposición, su papel ha mermado en el escenario público y buscan operar políticamente detrás del telón en escenarios como el internacional para tratar de detener la Revolución Bolivariana.
A estas consideraciones, debemos sumar la madurez y estabilidad que ha encontrado la izquierda venezolana al consolidarse por iniciativa del presidente Chávez, la fundación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en el año 2008, consolidando la unidad y estableciendo una maquinaria electoral sin precedente que ha registrado las más altas votaciones en los comicios electorales desarrollados en el país. Este partido está con el reto de asumir su transformación a lo interno como un partido-movimiento en pro de las luchas sociales.
Finalmente, podemos concluir que el peor enemigo que enfrenta la derecha venezolana, ya no es la figura de un hombre, representada en Hugo Chávez, está ante el reto de presentarse en el terreno político a un pueblo que asume un nuevo ismo en el imaginario colectivo y no será una tarea fácil engañarlo con falsas propuestas que no respondan a los valores y percepción que han asumido como parte de su lucha.
El autor es: Lcdo.
delgadomoi@hotmail.com
@MoisesEnLinea