Hoy estremeció a toda Caracas una multitudinaria manifestación. Profusa como toda exteriorización chavista. Formada por niños, niñas, jóvenes y menos jóvenes. Los otrora desnutridos, analfabetas, desdentados, descalzos, desnudos, los sin banderas, bachilleres sin cupos, los ciegos por la indolencia oficial, los ocultos, no estaban presentes.
Raro, que siendo tu el motivo principal de esa convocatoria, tu voz algunas veces recia, otras suave, la cantarina, la del chiste oportuno, la del arte de persuadir o disuadir, compañera de tu risa, no se oyó. Ésta ausencia desgarró corazones venezolanos.
Pero esa rotura sirvió, no para mostrar tristeza, sino para mostrar los ojos y rostros alegres de los infantes, los ojos llenos de esperanza de los jóvenes y los ojos llenos de satisfacción de los mayores.
¿Qué paso Hugo? Pero Hugo, no respondas, esos corazones se volvieron a cerrar pero contigo adentro. Están convertidos en millones de Chávez, ellos de ahora en adelante serán tu voz, seguirán tu ejemplo, esparcirán el amor que fue tu ideal y defenderán tu patria.
¡Hasta la victoria siempre Comandante!
Noel Martello
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