Comienzo este artículo preguntando ¿Qué tan estupid@s nos creen a l@s chavistas?
Aparecen a diestra y siniestra (hasta en esta página de aporrea, ver: http://www.aporrea.org/
¿Alguien que haya vivido estos 14 años en la República Bolivariana de Venezuela, puede creer semejante estupidez?
El presidente Chávez jamás eludió ningún tema, ninguna pregunta, ningún reto, siempre fue frontal, el 08 de Diciembre del 2012 personalmente anunció que el cáncer había regresado, que solicitaría a la AN licencia para viajar a Cuba a someterse a una nueva operación, nos dijo claramente que debíamos hacer en caso de su falta, lo hizo de frente, con la sinceridad que lo caracterizo siempre.
La información sobre la enfermedad del presidente Chávez nos fue dada según sus deseos y derechos, porque EL PRESIDENTE CHÁVEZ TENIA Y TIENE DERECHOS, y uno de esos derechos era, es, al igual que el de cualquier human@ en este planeta (aun de un human@ que ejerce un alto cargo público) decidir como, cuanto y cuando se informa sobre algo tan intimo y personal como es una enfermedad tan terrible como el cáncer.
Esa sarta de opinadores de mal oficio, con alevosía, intenciones malvadas, muchas espléndidamente remuneradas, con objetivos muy bien definidos, quieren convencer y convencernos que el presidente Chávez no decidió sobre el manejo de la información sobre su enfermedad, con la única intención de señalar a un culpable, ¿adivinan a quién quieren culpar?, es fácil deducirlo, a Nicolás Maduro.
¿Porqué y cuál es la razón de este “ablandamiento” y posterior señalamiento?, el primer objetivo es dejar al presidente Chávez como alguien que estaba incapacitado para gobernar, por lo que todas las actuaciones del gobierno son nulas, el segundo objetivo, pero no por eso menos importante, es convertir a Nicolás Maduro en un manipulador, desprestigiarlo ante el país y el mundo, e intentar acusarlo penalmente, inhabilitarlo para gobernar, saben que ganara las elecciones, por eso se lee y escucha de l@s toder@s con y sin paga gringa, constantemente decir: “alguien tiene que pagar”.
Esa estrategia del manual de desestabilización CIA es clásica, y contempla, que nadie lo dude, que ante la provocación que el apátrida Capriles escupió, se desate la violencia, porque ese es el tercer objetivo , así que mucho cuidado, nada de caer en esa burda y repetida trampa, donde veamos una “candelita” a echarle un diluvio y apagarla, y recordar que: ¡AQUÍ NADIE SE RINDE!