El momento de las Tres Rs llegó. Sin embargo, Revisar, rectificar y reimpulsar, como mandó nuestro Comandante en enero de 2008, requiere en estos momentos de una primera R que antes teníamos por descontada y asegurada con las abrumadoras victorias logradas en 16 de las 17 contiendas electorales celebradas entre los años 2000 y 2012 de la era bolivariana.
La primera R que necesitamos construir, lanzar y defender luego del estrecho margen con que alcanzamos la victoria del domingo 14 de abril, es la R de rapidez en nuestra ratificación, reforzamiento y refortalecimiento de la movilización popular en defensa irrestricta, "absoluta", "total", "irrevocable" y "plena como la luna llena", de la conquista de cada uno de los votos obtenidos a favor de nuestro líder y Presidente de la República Nicolás Maduro Moros.
Otras Rs para la reflexión, rediseño y relanzamiento de la revolución no deben esperar, pero sí rehacerlas al ritmo perentorio de la ratificación y reforzamiento de lo ganado en medio de lo perdido. Que lo perdido no nos impida defender la victoria, asegurarla y catapultarla.
La humildad es la que nos debe convocar a todas las fuerzas bolivarianas y revolucionarias. Ya repartiremos lo perdido, aunque los mismos números dados a conocer hoy por el Consejo Nacional Electoral de la contienda del pasado domingo, nos hablan y nos cachetean con la corroboración de que todos los partidos políticos del Gran Polo Patriótico tuvieron una gran disminución de sus votos respecto a las elecciones del pasado 7 de octubre de 2012.
No recayó en el Partido Socialista de Venezuela (Psuv) la mayor cuota de votos restados, apreciación apresurada que podríamos hacernos en el furor y la pasión de las horas que siguieron a la media noche del domingo; lo más sencillo sería culpar a una u otra fuerza política, a tal o cual política pública desacertada, o a cualquiera de nuestros dirigentes políticos, sin mediar siquiera el tiempo y menos aún los datos suficientes como para hacerlo.
Necesitamos "Conciencia de fracaso", como diría el psiquiatra Rafael López Pedraza, pero en este acontecer político colectivo, más complejo que toda psiquis individual, el reto inédito es cómo sin tener tiempo de reposar en la conciencia de fracaso hacer a la vez conciencia de victoria. En estos momentos complicados debemos cabalgar con nuestra conciencia de fracaso junto con nuestra conciencia de victoria, sin "ningunearla" en lo absoluto, como le gusta decir a la antropóloga Daisy Barreto.
Sea de éxito o de fracaso parece que el asunto es de conciencia, conciencia de nuestra conciencia de conciencia, de reafirmarla y ratificarla en la defensa decidida de la victoria sin que nadie y menos nosotros la "ninguneemos".
¡Cuán gerundio tan maravilloso y tan difícil a nosotros! Entender que nunca hemos perdido si no estamos perdiendo, y que ¡no basta ganar sino seguirles ganando, carajo!
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@heiberbarreto