Que si la hojilla corta, que si no corta, que si esta mellada o se le acabó el filo, que si ya no afeita como antes, y una cantidad de desaguisados que en letra de algunos escribidores han aparecido en estos días difíciles para el proceso. Cuando para su defensa, debemos estar más unidos que nunca como nos lo pidió el comandante Hugo Chávez en una de sus últimas alocuciones. Unidad, unidad, unidad.
Estas voces agoreras o de mal agüero, no son ni serán nunca revolucionarias, parecen comadronas, verduleras del mercado, criticando a un programa que como La Hojilla ha defendido en forma valiente, decidida, y sin términos medios a este proceso Bolivariano.
Muchos de lo que escriben criticando este programa conocido tanto en Venezuela como en países fuera de ella, deberían gastar su seso y su tinta en defender a nuestro presidente Nicolás Maduro y al proceso que Hugo Chávez tan generosamente nos legara, aún a costa de su propia vida.
Pero no es así, estos señores que escriben contra La Hojilla y contra su creador Mario Silva, con chismes propios de casa de vecindad, no son verdaderos revolucionarios, y a este proceso no le hacen falta esas “críticas”.
Le decimos a estos escribidores, que en lugar de actuar como comejenes, tenga el valor de poner su carne en el asador, como lo hace todas las noches el compatriota Mario Silva defendiendo los principios, de ética y la moral revolucionaria de este proceso inédito.
Que si bien es verdad tiene fallas, no es perfecto y adolece de vicios que debemos denunciar, combatir y erradicar de inmediato, como nos lo pidió el propio comandante supremo Hugo Chávez tantas veces en sus Aló Presidente. No debemos echarle gamelote a programas que como La Hojilla defienden, desenmascarando las mentiras mediáticas y los planes golpistas del fascismo, no deben ustedes atacar al compatriota Mario Silva, quien a costa y riesgo de su seguridad, de su vida y la de su propia familia, defiende noche tras noche como verdadero hijo del presidente Chávez este naciente proceso Bolivariano y Chavista.
A los escribidores que critican a Mario Silva tanto en lo personal como a nuestro programa La Hojilla, los quisiera ver en su lugar, rodilla en tierra y defendiendo este proceso bolivariano y antifascista, aún a costa de su vida.
Escribir gamelote, es muy fácil, ser revolucionario de boca para afuera y de cafetín facilito, pero serlo de verdad cuando hay que jugarse el pellejo y la vida diciendo las verdades y desenmascarando a la canalla eso es lo difícil.
Programas como la Hojilla hay muy pocos, hombres como Mario por los medios menos.
¡Hasta la Vitoria Siempre!
Tropa.
requenave1@gmail.com
