He notado con preocupación cómo personajes que se han fortalecido a la sombra de la revolución y de la buena voluntad de su líder: Hugo Chávez, padecen de la sordera y del ensimismamiento propios de los que pecan de ególatras....
Nadie es indispensable en una revolución, todos somos necesarios...
Walter Martínez, demócrata cristiano, periodista de reconocimiento no sólo profesional sino también moral, hombre de gran credibilidad en los asuntos internacionales (con epicentro en Europa y Estados Unidos) ha sembrado una duda a partir de su actitud; y lamentablemente, a partir de la actitud del social cristiano convicto y confeso Leopoldo Castillo. Éste mismo que después de la "pataleta" pública de Martínez, lo "ensalzó" como un personaje que había sido maltratado injustamente... (¿por quién? ...Por PDVSA, por VTV, por ...los infiltrados...)
Walter además, con su actitud hostil y prepotente, echa por la borda la altura alcanzada hasta los momentos gracias a su profesionalismo, pero también gracias a la revolución y al apoyo directo del Presidente, que hoy aparentemente pide que se retracte de acusaciones "si fundamento"...
Además, mi duda despierta subrepticiamente, al escuchar desde hace rato a Martínez en su programa Dossier radio, cuando me sorprende la manera como entre temas de Sinatra y Piaf, comenta el retraso de sus pagos.. que por cierto ascienden a mas de 70 millones mensuales -entre VTV y RNV- aproximadamente...
Realmente creo que personajes como Mario Silva, como Francia, o Eilin, personajes como Walter , así como los personajes señalados por ellos en sus programas, son estadios humanos que hay que superar... No creo que repentinamente Martínez se haya dado cuenta los "adequismos" que arrastra la Revolución...Todos estamos expuestos a ellos en las labores que adelantamos en pro de nuestro Socialismo del Siglo XXI...
Cada quien debe hacerse responsable de la revolución desde adentro...Cada quien debe laborar con las dificultades que ello implica, cada quien debe saber dónde y cómo actuar para ir limpiando la casa por dentro...y para ello "Hay que aligerar la carga...porque la lucha es larga"... Pero así como hay que develar con argumentos y datos los "vagabundos y bribones que viven de la Revolución" así mismo hay que execrar la cultura egoísta, la del culto a la personalidad, la cultura de la malcriadez, y apostar por un profesional que avizore el trabajo colectivo, solidario, con expectativas de superación de los valores del individualismo que tanto perjudican la senda de esto que estamos fundando...
Walter Martínez ha aprovechado todo con su habilidad y su capacidad de maniobra...Los dividendos han sido importantes... Esperemos que su convicción sea la que nos ha vendido, y pueda superar su excesivo personalismo, su ego, y sus intereses crematísticos...
Desde este lado del receptor. Con respeto y mucha consideraciòn.
