¿Cuál es el alboroto?

Quisiera hacer unos comentarios respecto a lo ocurrido con el programa de Dossier del periodista Walter Martínez. No entiendo el alboroto que se ha formado a raíz de las palabras dichas por el señor Martínez acerca de las boinas rojas que no son y quieren parecerlo, o esos pseudo revolucionarios cuya visión de patria o muerte no va mas allá de un cliché, valido ahora, después; quien sabe. Esa es una verdad vox populi y quien lo dude; basta ver los 5 años transcurridos del gobierno del presidente Chávez, ejemplos sobran.

El hecho que el señor Martínez haya dicho lo que dijo, no le quita mérito ninguno como profesional y venezolano. Muy tranquilo, podría haberse quedado sin decir nada y continuando relatándonos los sucesos en pleno desarrollo a nivel mundial. Simplemente decir que lo que pasa en Venezuela: It is not my business.
Pero sin duda, muchas cosas sabe y deben estar pasando para que tomara dicha actitud. Recuerdo en los días, y mucho antes por cierto, del golpe de Abril al Sr. Martínez mostrando los llamados documentos de la ITT de Chile. Incluso el mismo día de los sucesos de Abril, si no me equivoco el viernes, mientras el canal ocho estaba cerrado, mostró en CMT en unas imágenes al canciller cubano señalando que por medio de una llamada de las hijas del presidente, tenia información que este no había renunciado y estaba secuestrado. En esos momentos mostrar algo así en un medio era una aventura, pero el Sr. Martínez lo mostró. Me imagino que el actual ministro, en el mejor de los casos; lo hubiera en ese momento invitado a la fiscalía a formalizar la denuncia de lo que había enseñado en su programa.

El único modo de hacer una contraloría SOCIAL eficaz es a través de los medios de comunicación, visuales, radiales e impresos. El hecho que los medios de comunicación en Venezuela hayan acabado en los bodrios que son en la actualidad no exime a los medios del gobierno a comportarse como tales.

En un ejercicio mental, imagínense por un instante que esos días de Abril hubiesen sido más largos, cuantos de los que hoy se baten por la revolución quedaran en pie.


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