Con profunda tristeza escribo estas líneas, ojala ayuden a la reflexión, sobre uno de los temas que ha conmovido a la opinión pública en estos últimos días: el caso DOSSIER.
Sin ánimos de ofender a nadie, he estado pensando los pro y los contra de las acciones que Walter Martínez desencadenó desde la semana pasada al hacer un comentario que, cierto es, no nos engañemos, pensamos muchos de los que militamos en este proceso Bolivariano. El problema está en que no era el momento ni el espacio adecuado para denunciar corrupción dentro del proceso. El problema es, repito, el contexto en el cual lo dices, Walter. En un momento donde gran parte del mundo tiene los ojos puesto sobre nuestro país -porque, a Dios gracias, nos jactamos de tener un Presidente que sin precedentes en la historia se da el lujo de decirle en la casa al enemigo que es un farsante-, cuando sabemos que con el discurso del Presidente Chávez en la ONU nos las estamos jugando todas contra el Imperio, tu comentario, Walter, contradice, de qué manera, el informe que Chávez le da al mundo sobre los avances de La Revolución Bolivariana. Sin embargo, entiendo que ni tus palabras, ni las del discurso del Presidente son falsas, pero Walter, insisto, no era el momento. Cuando en Brasil el país se le está saliendo, si no es que ya se le salió, a Lula de las manos precisamente por denuncias de corrupción dentro de su partido. Por favor, Walter, no olvidemos quién es el enemigo. El problema es que tú no eres Mickey, no eres Mingo, no eres Kiko, eres Walter Martínez y tus palabras pesan dentro y fuera de nuestro país. Tu comentario, más allá de la incertidumbre que verdaderamente creó en todos tus televidentes, puede abrir no una grieta sino un abismo político y es un buen blanco para la guerra mediática a nivel nacional e internacional.
Presidente, no creo que la denuncia de Walter sea un problema de protagonismo, eso dejémoselo a Patricia Poleo, el asunto es indignación de la que ya no cabe en el alma.
Y no es sólo Walter, somos muchos quienes la sentimos. Hablo desde Maracaibo, aquí hay profunda decepción con gran parte de los diputados que nos representan en la asamblea nacional y regional, aquí hay mucha decepción con Corpozulia, con el MVR, con la recién nacida Misión Cultura. La administración no es la mejor.
Presidente, en el Zulia, discúlpeme la expresión, no han dado pie con bolas. Sin embargo, no dejamos de trabajar en las comunidades por este proceso, estamos organizados pese al rechazo de quienes asumen cargos públicos en instituciones y misiones del gobierno. Le pido, con la mano en el corazón, que resuelva con la inteligencia que ha demostrado el problema con el programa DOSSIER, la solución no puede ni debe ser salir del aire. Eso contribuiría a la sarta de estupideces, esta vez sería con hechos, que dicen las jineteras sobre la libertad de expresión en nuestro país. Que deje de salir el programa sería un golpe duro para el pueblo que día a día sigue a Walter y que, sin duda alguna, consolida su formación ideológica con los excelentes análisis internacionales que éste hace. Esperando una pronta solución, me despido.
