Por favor ¿los trapos sucios se lavan en casa de quién? Yo siempre creí que la transparencia era vital para la contraloría social. De hecho, es el ambiente enigmático que se crea detrás del manejo de los sucesos lo que ocasiona que la gente empiece a conjeturar: "yo creo que lo tú que crees no es cierto porque yo sé cosas". Mmmm. Vaya usted a saber como ejercer la contraloría social cuando nuestros voceros se comportan como esfinges.
"Los trapos sucios se lavan en casa" me suena a sombras, a guiso. Me da casi tanta grima como los "No empieces a criticar en voz alta porque los de escuálidos van a sacar provecho de lo que dices"; o los "Ya empezaste a hacerle el juego a la oposición que busca dividirnos"; o los "¡Cuidado! el que empiece a hablar por cuenta propia quedará excluido"; o los "Eres un infiltrado quintacolumnista por estar hablando de esa manera"; o los "Yo escuché a un escuálido diciendo lo mismo y seguramente anda encompinchado contigo".
Debe ser que como yo soy ajeno a los dogmas de los políticos de oficio sigo creyendo que la contraloría social es una cosa abierta, ventilada, de todos (incluyendo los vecinos de la casa de al lado).
A propósito de todo el barullo que ha generado la suspensión del programa Dossier ¿Qué tal si la directiva de VTV, el Minci, los comunicadores sociales, representantes de comités de usuarios y todos los demás involucrados organizan un debate público televisado en el que se disipen las dudas del ciudadano común y éste pueda ser partícipe y dar su opinión sobre el futuro del "canal de todos los venezolanos". Que inviten a los fiscales y que quede constancia de las denuncias formales. De repente los foros esos fastidiosísimos que transmite VTV en la mañana empiezan a servir para algo que no sea terminar de auyentar a la teleaudiencia y quizás se viabiliza un mecanismo para ejercer la verdadera contraloríasocial.