No, no, no saldré con el método fácil y cobarde de llamarte quinta columna, ya que tal cosa no me consta, pero para los fines de la revolución que queremos sí lo eres, porque la ineficiencia es un lujo que no podemos permitirnos, porque en esta oportunidad histórica se nos va la vida, y lo digo en plural, porque el deseo de un proceso de cambio es un sueño compartido por todos. ¿Usted es humilde señora Blanca?, porque veo que es un tema muy en boga últimamente para juzgar el trabajo de otro, ¿Considera que una persona humilde se hace oídos sordos ante los reclamos de su pueblo?, ¿Imponer algo en contra de la voluntad de la mayoría es algo propio de una persona humilde?, a mi me parece eso algo de suprema arrogancia y vanidad, ¿Usted cree estar bendecida por el manto impoluto de la honradez y el compromiso social por venir de trabajar en los barrios?, ¿Usted considera que no oír los reclamos de los inconformes con el proceso, pero comprometidos con él, no es también marginar y despreciar?.
La arrogancia y la falta de humildad adopta muchas formas señora Blanca, y una de ellas es la soberbia de no reconocer que su visión particular de VTV ha llevado al canal “De todos los venezolanos” a un nivel de audiencia inferior al que poseía en la anterior administración. No me crea a mí, haga una encuesta y pregunte cuanta gente ve actualmente VTV ¿Acaso es revolucionario hacer de un medio de comunicación popular una sombra de lo que es Vive TV?, ¿Para qué se creó Vive TV?, ¿Acaso le parece correcto dirigir dos canales de televisión con una misma política “Desde adentro” contra la corriente?.
Señora Blanca, si usted realmente tuviera dignidad revolucionaria, reconocería sus limitaciones demostradas con los hechos (la baja audiencia), y por el bien del proceso volvería a su canal Vive TV y dejaría en otras manos la conducción de un canal con la importancia estratégica comunicacional de VTV, en una guerra mediática en la cual la eficiencia y la experiencia no tienen precio, la falta de humildad radica en no reconocer las propias limitaciones y exponer a todos a un fracaso, que ha costado sangre, sudor y lágrimas, en un medio de comunicación que actualmente no comunica, y en donde las personas comunes pierden la fe poco a poco, porque ahora saben que la ropa sucia se lava “Desde adentro”.
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