Con la salida del aire de Walter Martínez se puso de manifiesto una lenta decadencia que trae VTV desde que Blanca Eckhout asumió su presidencia. Ella será muy buena para otras cosas, como para la TV comunitaria, pero definitivamente aquí ha demostrado no estar a la altura del reto asumido. Por honestidad intelectual, debería confesarlo. Y no solamente en VTV, sino en otros canales gubernamentales (VIVE, Telesur), no hay sino unos documentales mal elaborados y unas cuñas que por más que las repitan no se acaban de entender.
La VTV de Vladimir Villegas, Diógenes, La Hojilla, Dossier, Ángulos, etc., está cada vez más disminuida. Sale un pelo largo entrevistando en un tono muy aburrido en un ambiente oscuro (todavía no me he aprendido el nombre del conductor, pero su programa se llama “Preñado de Buenas Intenciones”; ¿tan bueno será?), y para colmo, le dan un horario estelar. Nunca he escuchado a nadie en la calle comentando su programa el día siguiente, como sinónimo de que nadie le hace caso.
Repiten y repiten entrevistas y documentales, pero por más que las repitan, no han calado ni siquiera en la opinión pública de los chavistas. Seremos más del 60% de la población, pero los televidentes de VTV no llegan ni al 1% en estos momentos. No se donde están porque ni siquiera mis compañeros de trabajo me comentaban nada el otro día de todos esos programas insípidos que llenan sus espacios. Es más, donde trabajo todos somos chavistas, pero lo único que comentaban hasta hace unas 2 semanas eran los programas Dossier, Aló Presidente, y La Noticia, y algo imposible en un chavista del 2003 ó 2004: las novelas, los programas y las noticias de los canales escuálidos.
Ahora sólo quedan 2 programas de rating (los programas de Vanessa Davies y Jorge Arreaza no los he mencionado porque son las entrevistas de “caché” que tiene VTV, de muy buena calidad, y espero que no los toquen; no son de público masivo, sino de público especializado).
De los actuales canales públicos, el único que no me hace dormir es el de Asamblea Nacional, pero su temática es especializada y entiendo que su audiencia no sea más alta.
A VIVE TV nunca he podido verlo por más de 15 minutos. Y de TELESUR, ¡Ay TELESUR! Embarcaron a los países socios. El gobierno de Bush puede quedarse tranquilo ante semejante fraude, pues fue más la bulla que la cabulla. Nadie lo ve. A veces lo pongo hasta por media hora, pero no veo sino la repetición de unas cuñas mal elaboradas y aburridas. Por ejemplo, repiten y repiten una cuña que todavía no entiendo: una gente en la calle entrevistada mencionando el nombre de algunos países. ¿Cuál es la intención y el mensaje? Si la he visto como 100 veces y no la he entendido, ¡por algo será! (y no digan que soy analfabeto, porque hasta títulos universitarios de 4º nivel poseo). También repiten y repiten unas cuantas llamadas telefónicas, como la de la cantante Tania Libertad. Una sola vez escuché en la calle el comentario de una noticia transmitida en TELESUR (la del obispo capturado en el aeropuerto con drogas). Por cierto, ¿todavía tiene TELESUR algún noticiero? Será clandestino.
Ahora, preocupa que el público chavista esté emigrando de canales, y por lo tanto, siendo sometido de nuevo a la propaganda de Bush y los escuálidos. A este ritmo, son muchos los que le quitarán el apoyo al presidente porque ahora ven diariamente los canales de la oposición. A este ritmo, no me extrañaría que en el 2006, el presidente Chávez, en vez de sacar 10 millones de votos, baje a la décima parte.
Después de todo, ahora son pocos los que reciben los mensajes gubernamentales, porque la gerencia de los canales públicos simplemente no sabe transmitir con eficiencia un mensaje.
Es más, el 59% (59 de 60) de los chavistas se informan mediante la televión opositora.
A este ritmo, vamos mal, y ahora temo quedar desempleado para el 2006, porque pasarme a escuálido, ¡jamás! Prefiero no ver TV antes que ver la programación de la TV pitiyanki.
josegonzalezcumana@yahoo.com
