Esa triste llamada a La Hojilla

Que enorme error moral y político ha cometido Chávez con esa llamada a
la Hojilla.

Confieso que sus palabras me llegaron al alma, porque después de
escucharlas me sentí quebrada, desmoralizada; me recordó aquel nefasto
11 de Abril en la madrugada.

Cuanto desearía que este correo fuera leído por Chávez, pues siento que
es el sentir de muchos compatriotas. Este proceso representa una
esperanza para muchos, es el sueño de poder construir un país más justo
y mejor para todos.

Chávez es un líder del pueblo, lo amamos y confiamos en él .Sin embargo,
es un hombre y como tal, también se equivoca. Se equivoca en creer que
todos quienes logran acercarse a su entorno sienten y aman la revolución.
Ya se equivocó con personas en quienes creía plenamente y la lista es
bien larga: Miquilena, Peña, Rosendo, Arias Cárdenas, Lameda, etc, etc,
etc. Y su ingenuidad casi le cuesta al pueblo la revolución (recordemos el
11 de Abril y la represión los días 12 y 13). Afortunadamente, el pueblo y
el ejército logró rescatar tanto a Chávez, como a la revolución. Pero otra
vez, el humano Chávez volvió a confiar en quienes tenía cerca y ese error
nos costó el paro; y nuevamente volvió a estar en riesgo la revolución.

Hoy, tanto yo como muchos, sentimos una gran preocupación por la
sordera de Chávez hacia su pueblo, que le grita NO a la junta directiva del
canal 8 y a su presidenta. El pueblo es sabio y si no quiere a Blanca, por
algo será…

Ahora bien, su llamada fue un tremendo error estratégico.
Primero, porque se asemejó demasiado a las actitudes asumidas por los
presidentes de la IV República, Basta recordar a Lusinchi cuando le dijo a
Luis Guillermo García: “a mí tú no me jodes”.

Segundo, Porque Chávez siempre convoca al pueblo a hacerle “la guerra a
la corrupción y a la burocracia”; y cuando un periodista amado y respetado
por el pueblo como Walter Martinez dice que hay muchos que se ponen una
boina roja sólo para robar (cosa innegable) recibe de premio suspensión,
humillación, censura y deshonra.

Tercero, Porque el que habló no es el Chávez al cual amamos, el hombre
justo, honrado, agradecido, humilde y con moral.

No es justo ni agradecido, porque los verdaderos patriotas amigos se
conocen en las malas, y basta recordar que en los tiempos más duros y
desde un canal golpista, Walter Martinez asumió la defensa de Chávez y
desde entonces ha sido un luchador implacable contra el imperio.

No es honrado ni moral, pues por pura conveniencia puramente electoral,
no podemos hacernos la vista gorda ante el flagelo de la corrupción. Y
mucho menos cometer la atrocidad de censurar a los periodistas de la
patria.

Y por último, porque esa llamada desilusionó a muchos que como yo te
amamos. Aún hay tiempo amigo Chávez, tu pueblo quiere oír de ti otras
palabras.

Tu siempre amiga y camarada:

Sonia Briceño Yaselli

yaselli@mixmail.com


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