¡Qué tal, camarada! Coleándonos entre tantos buenos opinadores de este medio virtual, en especial para tratar de corregir los entuertos que quijotescamente hacen nuestros gobernantes revolucionarios.

Todavía no hemos leído del ministro Villegas que comenzará a recoger las valiosas opiniones aquí expuestas y pasarlas a una sala de evaluación formada por gente bien preparada en los diversos temas que se planteen, de comprobado compromiso con la Revolución, para que se lo hagan llevar a quienes les competan.

Y que les devuelvan en un tiempo determinado la respuesta adecuada, graficada, completada de que lo expuesto no es cierto, o de que se va a corregir y que se complete, con un seguimiento adecuado, y venga con la demostración de su cumplimiento.

Recibir testimonios de que los alcaldes, gobernadores, presidentes de Institutos, ministros, vices, etc., están cumpliendo con sus deberes. Así de simple.

Bien. Al título. Recientemente le escuché a César Miguel Rondón (de la cadena Éxitos, en la mañana) decir que la violencia política era de nuestra parte y se inició o consolidó desde que Chávez dijo que freiría en aceite caliente las cabezas de los adecos Y este gordinflón pelón (con el perdón de los buenos con esas características) que se erige como una especie de adalid de la opinión radal de la oposición, bien sabe que fue un montaje con un actor que imitaba a Chávez y lanza esta aseveración para seguir cizañando.

Y cada mañana en ese programa, lleno de invitados que realmente no son venezolanos, y sí, entonces es que viven en otro país, se dice cada mentira que, sin incluir las malas interpretaciones, aviesas interpretaciones, de lo que ocurre en esta pujante Venezuela, deberían servir para que los que las emitan sean penalizados.

No puede ser que se haga una mala praxis del periodismo, o de la comunicación, y queden impunes los atropelladores de mentes, los H1N1 en los cerebros de millones de incautos. Irrespetuosos de todos.

¿Se podrán prever unas multas? ¿O la suspensión del ejercicio por un tiempo?

Si la mala praxis es de un médico, o de un ingeniero al que se le caiga una obra, se le condena, va preso o se le somete al escarnio público, porque a estos violadores de la ética comunicacional y otros delitos no les damos un toque que les duela un poco.

Ahora con lo del Cuartel a la Montaña. Nos decidimos a viajar a Caracas para visitar a nuestro adorado presidente-líder. Llegando el 5 de Julio con mi hija mayor y mi esposa, dada la circunstancia de que había actos de ascensos militares, fuimos primero al Mausoleo del Libertador.

En algún artículo expuse que no pude entrar a ver la construcción del Mausoleo (que se construía en un espacio abierto detrás del panteón Nacional) aun cuando le expuse a todo el mundo que encontré por allí que venía de Puerto la Cruz, que soy un ingeniero quien aprecia valorar las estructuras en construcción (esa es una majestuosa estructura metálica)

Se debería prever vistas técnicas guiadas en obras de importancia.

Bien. Es una hermosa obra diseñada por los arquitectos Farruco y Pou y que nos hace sentir las emociones históricas por su solemnidad.

Como usual escucha del programa de Farruco Sesto con Iván Padilla, La Vida en Construcción, el cual recomiendo ya que es muy informativo en el área de obras para Caracas, y muy ameno por ambos contertulios, recientemente escuché uno donde comentaban, justamente, sobre el Mausoleo, cómo se lo presentaron a Chávez (me dije qué suerte de los que pudieron mostrarle propuestas al presidente, o a Maduro)

Comentó que el presidente le propuso que le dieran cierta concavidad a la fachada sur y lo cumplieron dándole un ritmo a la edificación, yo me permito sugerir el agregarle algún elemento (pudieses ser en base a las planchas de hierro oxidado de las fachadas laterales) para romperle cierta monotonía debido a la extensión de la misma.

La fachada norte, también de gran extensión, se integra al paisaje del Guaraira Repano y se complementa en el conjunto con el Panteón (vista desde el norte)

Deberían, aunque es tarde, integrar los complementos técnicos en el empalme de las dos construcciones como son las pantallas de televisión y otros elementos, tal vez de sonido, que hacen serpentear muchos cables a lo largo de la comunicación entre los dos solemnes espacios llenos de temporalidad histórica.

Al día siguiente, muy temprano andábamos en el Metro con la emoción del encuentro espiritual con Chávez, siempre molestos con su partida. Todo está muy bien presentado, un cuartel impecable (Museo Militar), exposiciones interesantes con imágenes del Líder.

Muy buena la participación de los anfitriones y sus ilustrativos comentarios.

La Flor de los Cuatro Elementos es el hermoso asiento del monumento mortuorio, armónico regalo del artista Fruto Vivas, además, extraordinario arquitecto. Caminamos, casi todos, con los ojos humedecidos y el alma contraída.

El Cambio de Guardia es un momento de expectación, tanto con en la del Mausoleo, mejorada en el Cuartel por el toque de diana en vivo

Otra sugerencia: aun cuando la visita al Presidente es un acto emocional revolucionario pasa, y se acentuará, como una actividad turística, por ello hay que cuidar el perímetro y los accesos a ese espacio de meditación y de recuerdos.

El recorrido en el cómodo Metrobús (con una linda choferesa) se atropella con las calles llenas de basura. Esta pudiese ser una actividad comunitaria, pagando los servicios a unas cooperativas organizadas al efecto.

Ah, y no piensen que soy un crítico fastidioso, no, sólo que quisiera que lo que hiciéramos fuese cada vez mejor y me permito sugerir que el pasillo de las banderas de los países latinoamericanos y del Caribe ondease junto a ellas la de la República Bolivariana de Venezuela que ondea encumbrada en lo alto del Museo, Cuartel de la Montaña.