Es imposible tener una relación de buena fe con Colombia, teniendo ella diez bases militares gringas, y teniendo aviones propiedad de la oposición venezolana en sus bases. No se puede negociar con un país traidor, colonia gringa, entregado a las milicias yankys. Tampoco se puede negociar con una oligarquita que nos odia, odia a todo lo que huela a socialismo, a comunismo, a solidaridad con los pobres, con la idea de tener educación, y salud gratuitas. La derecha católica, oligárquica, burguesa, odia todo lo que no sea pagado.
El capitalismo neoliberal, hijo predilecto de los poderosos, de los industriales, de los ricos, de los explotadores, necesita gente sin educación, sin cultura, alienables, mano de obra barata, mentes manejables, servidores incondicionales. Las religiones sirven como herramientas de control, dominio, y freno. Colombia es un país eminentemente católico, creyente y alienado, la gran mayoría de la gente acepta que la culpa de los males que sufren la tienen los movimientos guerrilleros. Se niegan a ver que el estado es el gran discriminador, que somete a la exclusión, el hambre, la pobreza, la miseria a la mayoría del pueblo.
De los casi 44 millones de habitantes que tiene Colombia, el 80 % vive en pobreza, el 85 % de la riqueza esta en manos del 5 % de la población, es el país con mayores diferencias sociales del continente. Eso quiéranlo o no genera violencia, robos, descontento social, odio, y sobre todo emigración. En la Republica Bolivariana De Venezuela viven unos 5 millones y medio de colombianos con o sin documentos, legales e ilegales. En contra prestación en Colombia viven a penas unos 125 mil venezolanos. Sin lugar a duda la calidad de vida en nuestro país es infinitamente superior, o de lo contrario las cifras serian al revés.
La oligarquía colombiana lleva desde la independencia gobernando para la godarria, la iglesia, y para los ricos de cuna. El pueblo ha sido condenado al hambre, la miseria, la pobreza y la servidumbre. Los pocos políticos que quisieron realizar cambios sociales y estructurales en ese pobre país fueron asesinados por la derecha, por orden del departamento de estado de gringolandia.
Colombia es una nación sin soberanía, sin libertades sindicales, sin dignidad, sin decencia, sin identidad nacional, sin carácter político. Allá se hace lo que guashinton dice. Vergüenza ajena da ver y escuchar los discursos de sus politicastros de derecha. Sirvientes del amo yanky, genuflexos ante los jefes.
Con esos políticos de larga data en la entrega de la soberanía y la dignidad nacionales no se puede negociar, pactar, llegar a acuerdos, no se puede darles la más mínima confianza. Son traicioneros, matan a sus propios hijos, venden su uranio, sus territorios, sus riquezas, su patria. ¿que no harán con sus vecinos¿
Santos no es mejor que uribe, ni es mejor que los anteriores, ni será mejor que los que vengan después. Los gringos no permitirán que su neocolonia deje de serlo, ni aceptaran que vengan cambios a favor de los pobres y los excluidos. Tampoco aceptan el despertar de los pueblos. Ese abrir los ojos de los que por 500 años fuimos explotados primero por Europa y después por el tío sam.
La decadencia de los imperios en pleno siglo XXI nos llena de esperanzas, estamos por la senda correcta, ladran los perros yankys, gritan los perros europeos, lo estamos haciendo muy bien. La corrupta derecha española grita desaforada contra el socialismo, y se tapa los ojos ante la corrupción galopante de la ultraderecha pepera, fascista y catolicona.
NO PODEMOS LLEGAR A ACUERDOS CON QUIEN NO SOLO NOS ODIA, ESTA AL SERVICIO DEL ENEMIGO DE LA PATRIA.