No soy de los que me adhiero con facilidad a las ideologías, incluso las critico, puesto que en la mayoría de los casos crean un sistema homogéneo de pensamiento, en el cual yo no creo, más bien creo en la diversidad, el ser humano esta mas allá de cualquier sistema que nos intenten imponer como expresión suprema e idílica. Cuando un proceso procura la justicia denegada por la historia para sus pueblos, pues consigue el apoyo de los pueblos, cuando quienes encarnan un movimiento de transformación social, político y económico se perciben puros, sinceros y con profundo compromiso con el prójimo, el pueblo los sigue y los apoya incondicionalmente.
Chávez supo asumir su responsabilidad frente a la historia, encarnó una esperanza para su pueblo, lo demostró con hechos, protagonizó un intento de ruptura del sistema con una fuerza revolucionaria cívico militar contra una caricatura de democracia. Fue apresado y llevado a la cárcel, el pueblo que es el más grande de los sabios, vio la pureza de ese hombre valiente, aposto a Él, y desde ese momento lo hizo suyo, se unió al Hombre que en medio de la noche más oscura se reveló como un relámpago libertario para los desposeídos.
La integridad de este hombre fue a toda prueba, ya en el poder cumplió todo cuanto prometió al pueblo, lo recuerdo cuando nos visito aquí en Dominicana como candidato a la Presidencia, hablo de la constituyente, de la necesidad de romper con los obsoletos e inservibles cimientos de un sistema que se había agotado ante la vista de los desesperados y marginados de siempre. El poder en vez de cambiarlo y acomodarse en el mismo, lo potencio, el pueblo fue viendo al hombre transformándose en libertador, al hombre que abría nuevos espacios de participación que siempre permanecieron cerrados para los andrajosos y paupérrimos del pueblo pobre que es mayoría.
Contra los poderes más perversos del mundo político y financiero del planeta se tuvo que enfrentar siempre para poder servirle al pueblo de sus amores, lo dio todo, lo entrego todo, se la jugó ante la historia, y se convirtió en un icono revolucionario a escala mundial. Chávez se hizo un gigante, no por el mismo, sino porque el pueblo lo levanto en sus valerosos hombros y lo sobrellevo en todas sus luchas por la justicia y la liberación de su amada Patria. El gigante siempre fue el pueblo, Chávez fue su escogido, se gano el corazón del pueblo por su valentía y arrojo, luego ese pueblo jamás lo abandonó en ninguna de sus luchas. Lo acompaño hasta en las causas que no entendía muy bien, pero nunca le negó su apoyo, puesto que Chávez nunca lo traiciono.
Chávez junto al Bravo Pueblo de Venezuela fue capaz de desafiar al mismísimo sistema financiero mundial, a la plutocracia planetaria, a las multinacionales, a la OEA, a la misma ONU la vivía criticando en muchas de sus decisiones, especialmente en aquellas que aprobaban invasiones contra pueblos indefensos; estando en el poder fue cuando se desato su verdadero espíritu de guerrero, nunca dejo de ser revolucionario, no hubo una causa de libertad en cualquier lugar del planeta, por pequeña que pareciera que El no mostrara su solidario apoyo.
Chávez reconoció muchas veces los errores de la Revolución, vivía luchando contra la ineficiencia, la desidia de algunos de sus funcionarios, contra los corruptos y burócratas. De hecho como ser humano cometió muchos errores, pero nadie nunca dudaba de su inquebrantable compromiso con los pueblos pobres del mundo. Esos errores de los que hablaba Chávez se han maximizado después que lo asesinaron. Muchas ambiciones se han desatado, lo primero es que la Revolución no puede ser una Burocracia, la historia le concedió suficientes privilegios a Chávez para constituirse en el rector de un proceso, pero no así a sus discípulos o seguidores, aun los más cercanos, las cualidades de Chávez son intransferibles a otro ser humano.
Chávez siempre aposto a la Paz, y lo demostró en los hechos de abril del año 2002, prefirió que se lo llevaran preso para evitar un derramamiento de sangre masivo de su pueblo, que sabía que reaccionaría. La grandiosidad de su espíritu, señalado como un verdadero predestinado por las fuerzas divinas, lo hicieron salir victorioso de esa batalla. Y crear un precedente de amor libertario como muy pocos en la historia de la humanidad.
La Revolución necesita sacarse muchas pulgas, muchos malos revolucionarios, que ahora viven como príncipes, la fuerza moral y espiritual de un proceso se impone siempre, si esta no existe o se debilita, igual ocurre en la necesaria credibilidad del pueblo. El pueblo venezolano debe salvar el proceso, rompiendo el miedo, y criticando a sus líderes, sino lo hacen será insostenible la Revolución Bolivariana en manos de una estructura viciada por antirrevolucionarios. Las ideas bolivarianas de liberación e independencia son las que deben de predominar siempre, y el camino ha de ser los principios y postulados de la Revolución que lidero Chávez, aunque este esfuerzo implique revolucionar a la misma Revolución.
Pero que jamás se equivoque el pueblo, el camino a seguir es el que construyó Chávez junto a su amado pueblo, los que hoy pretenden volver al poder aprovechando la actual crisis que existe, solo procuran destruir el legado histórico que el hijo más amado de Venezuela, Hugo Chávez encarno con coraje, compromiso, entrega, fe y amor, no solo por Venezuela, no por América Latina y el Caribe, sino por todo el mundo. Ahora como nunca lealtad a la senda que nos trazo el Comandante, y todos los que traicionen su legado que sea el pueblo que les haga justicia.