Recientemente vi en la televisión el agravio a nuestro Libertador Simón Bolívar en España, se trata de un hecho cruel, deshonroso y ofensivo realizado en la estatua de nuestro Padre de la Patria, que no debemos dejar pasar por alto. Un grupo de desadaptados de la derecha fascista que gobierna a ese País, han dejado su huella de envidia y de venganza, sobre un héroe ya no nacional sino internacional, por el solo hecho de haberles pateado el trasero en una guerra ganada palmo a palmo, donde inclusive se les respetaron sus derechos humanos; recordemos aquella famosa frase del Mariscal Antonio José de Sucre cuando dijo: “con la espada que vencieres protegerás al vencido”, tal cual sucedió en las infinitas victorias sobre unos ocupantes malhechores que impusieron la desolación y la muerte sobre nuestros antepasados gloriosos.
El hecho de haberle sellado la boca, maniatar y colocar un cartel sobre su estatua con la infamante e injusta frase “Bolívar maldito” constituye una afrenta e injuria grave a nuestro pueblo y al de los cinco países liberados por su espada y, sobre todo por su pluma justiciera. Esa derecha fascista de España encarnada en las actuales “guarimbas” de las plazas venezolanas es la misma que doscientos años atrás, apoyaba la dominación española y que pelearon al lado del ejército español, autodenominándose realistas o godos. Que estigma tan grande hemos tenido que llevar, sobre nuestros hombros, los venezolanos e hispanoamericanos, de soportar por tanto tiempo a unos godos disfrazados de venezolanos haciéndoles daño a nuestros países; tratando de desvirtuar la magna obre de nuestros libertadores y tomando como héroes a unos gringos con una historia decadente, donde sobresalen las invasiones, los crímenes y las violaciones a los más elementales derechos humanos.
Este hecho grave e injurioso sobre nuestro Libertador es celebrado por esta oposición fascista de Venezuela como una victoria sobre un socialismo justo, bolivariano y cristiano, que no aceptan porque supuestamente se opone a los intereses de sus amos; ¡que bochorno!, de aquí cabe inferir, que si algún aciago día somos invadidos por plagas pestilentes imperiales, no les quepa duda, se bajarán los pantalones complacidos.
Desgraciadamente, no he visto que nuestro Gobierno haya hecho algún reclamo formal al régimen español por tal atrocidad, es que ni siquiera ha manifestado descontento. Esto, sin duda alguna, me aterra; porque lo menos que hemos podido hacer es llamar a consulta al Embajador de España en nuestro País para exigirle una declaración formal de desagravio; e, inclusive una ruptura formal de relaciones diplomáticas hasta tanto se produzca tal desagravio. No se trata de una afrenta a nuestro pueblo solamente, sino a los pueblos de los países liberados por El Libertados Simón José Antonio de La santísima Trinidad Bolívar y Palacios, y Venezuela debe llamar a consulta a los Gobiernos de esos Países para tomar una acción conjunta contra el régimen español. Yo como bolivariano me siento muy mal, pero peor me sentiría si nuestro Gobierno dejare pasar por alto tan grave hecho. Ya esta oligarquía fascista venezolana tiene experiencia en actos como este, recuerden al dictador Carmona que en tan solo 47 horas en el poder mandó a tirar el retrato de El Libertador en un cuarto donde se guardan los trastos como si se tratara de un mueble inútil, y ni siquiera, hasta el sol de hoy, han pedido disculpas por tal ultraje.
Pensemos por un instante que si esto mismo se le hubiese hecho a una estatua de Cervantes aquí en Caracas, seguro estoy que la respuesta española no hubiese tardado en llegar; pero, ténganlo por seguro habría llegado acompañada de propaganda de guerra de IV Generación, difundida por todos los medios fascistas del mundo en contra de nuestro Gobierno y pueblo.
Independencia y Patria Socialista.