Quiero saludar a un camarada con quién compartí una conversación, dónde analizamos el papel que ha de jugar en este momento coyuntural, la clase obrera. Los militantes de los sectores campesino, cultural o estudiantil, ahora más que nunca debemos permanecer unidos. Con la siembra de nuestro comandante Chávez, se engavetaron muchos temas de los que a casi nadie les gusta discutir. Una parte del avance de la clase obrera está en manos de nuestros gobernantes. A propósito, de celebrar un año más del Día Internacional de la Clase Trabajadora, son muchos los objetivos que quedan por alcanzar. La autodeterminación de los trabajadores debe ser respetada, su organización, sus propuestas, exigencias, deben ser tomadas en cuenta por quienes están al frente de las instituciones públicas y por quienes manejan negocios y empresas. Sin clase obrera organizada y clara políticamente, será imposible consagrar la revolución bolivariana, eso lo compartimos, por eso estamos del lado de los trabajadores y las trabajadoras, respetando su religión, idea, credo, sexo.
Suscribo, lo que en su momento dijo el presidente chileno Salvador Allende, refiriéndose a quienes estaban frente a su gobierno, dijo: "La base política de mi gobierno, está formada, por marxistas, por laicos y cristianos. Y respetamos el pensamiento cristiano, cuando ese pensamiento cristiano, interpreta el verbo de Cristo, que echó a los mercaderes del templo". De igual manera en reiteradas oportunidades el Presidente Chávez, también se dirigió a la fuerza laboral, dijo: "Pido todo el apoyo de la clase trabajadora, de los sindicatos verdaderamente revolucionarios (...) Llamo a la clase trabajadora a que de una vez por todas juegue el papel que le corresponde jugar en esta revolución".
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Más allá de buscar las justas reivindicaciones laborales, la clase obrera debe tener el poder y ejercerlo para marcar un precedente en el área política, económica y social de la nación. Quienes mueven las industrias, las maquinarias, el aparato productivo del estado son los trabajadores. Los funcionarios que las dirigen deben ser conscientemente honestos de su enorme responsabilidad. Garantizar la paz, la estabilidad política y el desarrollo de nuestro País. .
El Patrón, sea este, el Estado o la Empresa Privada, está en la obligación de respetar al trabajador, por encima de sus ideas religiosas, políticas, debe existir respeto. El futuro, el avance y desarrollo de la Patria está en manos de la clase obrera, démosle el respeto y atención que ella se merece. Deben cesar las persecuciones, señalamientos, el pase de factura, para con aquellos que no comparten las practicas “revolucionarias” de algunos que están en espacios de poder, es de recordar, que las coyunturas electorales van y vienen, el electorado crece, madura y aprende, nadie puede cambiar los resultados, en los procesos electorales hay ganadores y perdedores, deben respetarse los resultados, sean estos a nuestro favor o no.
Nuevamente compartiré otro pensamiento del comandante Chávez, para que sus ideas sigan iluminando el camino hacia la consagración definitiva de la revolución bolivariana. Dijo: “La democracia de élites, representativa, es contrarrevolucionaria. Un gobierno tomando decisiones encerrado en cuatro paredes, expropiándole al pueblo su soberanía, es contrarrevolucionario”. Sigamos el camino trazado por el Subversivo Chávez, claridad política y organización en la clase obrera, para triunfar en las actuales y venideras batallas. .
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