¿Qué se encubre tras el "Pragmatismo" propuesto para la economía venezolana?

Algunos autodenominados "expertos" en materia económica, y otros opinadores de oficio, han aparecido en algunos medios digitales e impresos para decirnos que han encontrado la "clave" que, de seguro, solucionará todos los problemas económicos del país.

De lo más profundo de una botella de un buen vino francés derraman sus ideas para sugerirle al gobierno nacional "bajarle dos al discurso socialista" y, que en cambio, sea más "pragmático" en los temas económicos-comerciales para así poder resolver los problemas de desabastecimiento de alimentos y de otros productos de primera necesidad que requiere el pueblo venezolano -y otros de no tan primera necesidad-. Proponen hacer las pases con la burguesía que llaman "nacional" y que aceptemos buena parte de sus sugerencias (exigencias) en el plano laboral y en lo que respecta a la adquisición de las divisas de forma que permita restablecer la economía del país, porque ( según ellos) son esas las principales razones del desabastecimiento.

¿Qué entienden ellos por "pragmatismo"? ¿Qué es lo que en realidad plantean para el país?

Por mucho trecho hemos transitado en 15 años. Muchas experiencias hemos adquirido (propias, y las vividas por otros pueblos). También muchas advertencias sobre los peligrosos atajos capitalistas nos hizo el Comandante eterno Hugo Chávez, para que alguien pretenda venir a vendernos espejitos y enmascarar al capitalismo más salvaje y vulgar con el término "pragmatismo".

Olvidan estos sesudos que las dificultades económicas que arrastra Venezuela, las que se manifiestan en los problemas de desabastecimiento, se deben precisamente a la guerra económica actual (especulación, acaparamiento y contrabando) emprendida por la burguesía contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro, pero también a una realidad económica que no ha variado mucho desde los tiempos de la 4ta República.

Fueron ellos (la vieja clase política Adeco-Copeyanos representantes de la burguesía parásita) muy pragmáticos y eficientes. Resolvieron sus problemas económicos -y no precisamente los del país- pescando la renta petrolera (Divisas) para importar y re-vender mercancías. No industrializaron el país. Eso no es pragmático (no es fácil, porque es más rentable importar). Los pocos que se atrevieron a invertir capitales para producir en el país (naturalmente, con capitales obtenidos también de la renta petrolera) quedaron a merced de las más pragmáticas hienas.

Aquellos nefastos tiempos fueron conocidos como los más puros y vulgares momentos del pragmatismos económico de la vieja clase política AD-Copey.

En la medida que fue creciendo el poder adquisitivo de la clase media venezolana (la única beneficiada en aquellos años), la burguesía parásita y pragmática logró "resolver" los problemas de desabastecimiento de los productos esenciales (y otros no tan esenciales) de forma rápida y eficiente. Si, importando mercancías y exigiendo al Estado liberalizar los precios y suprimir sus controles.

De esta forma, el Dios omnipotente del mercado se encargó de resolver los problemas económicos de Venezuela en tan solo 7 días. Fue muy rápido. Muy eficiente para los capitalistas. Su mano invisible (pero peluda) lo "organizó" todo. Y claro que lo supo hacer muy bien. Se encontraban suficientes productos en el mercado (aunque en varias ocasiones escaseaban los esenciales como la leche, el pan, entre otros que eran subsidiados por el Estado). Pero como el Dios mercado lo resolvía todo, entonces sólo se alimentaba y vestía bien quien pudiera pagar por aquellos "lujos". La Perrarina nunca faltó. Y todos éramos infelices, y lo sabíamos. Nadie protestaba hasta aquel 27 de febrero de 1989 cuando Caracas despertó (El Caracazo). Nadie se revelaba en defensa del pueblo oprimido, hasta aquel 4 de febrero.

Estos bandidos provocaron desfalco al Estado, adquirieron divisas a cambio preferencial y revendían. Adquirieron muchos bienes, mientras que las divisas acumuladas fueron depositadas en cuentas en el extranjero. Miles de millones de dólares fueron a parar a paraísos fiscales en el extranjero y especialmente a los bancos estadounidenses.

¿Acaso estos sesudos olvidan el pragmatismo económico de Luis Herrera Campins, de Jaime Lusinchi y de Carlos Andrés Pérez? ¿Se habrán olvidado del infame "viernes negro" y RECADI? ¿Acaso el CADIVISMO ha sido diferente?

Que nadie se llame a engaños. El propuesto "pragmatismo" encubre un dejavu; al más puro y salvaje capitalismo que experimentó el pueblo venezolano durante los gobiernos de la 4ta República.

Urgen políticas económicas socialistas eficientes para resolver los problemas inmediatos de desabastecimiento de productos. Es conocido que la demanda de los mismos ha crecido en los últimos años producto del alza del poder adquisitivo conquistado esta vez no sólo por la clase media, sino también por la clase obrera venezolana, el pueblo en general.

Sin embargo, el principal problema de la economía venezolana radica en que las fuerzas productivas han quedado rezagadas, y que las divisas generadas por la renta petrolera (que pertenecen al Estado, al pueblo, y no a la burguesía) no pueden, ni deben seguir siendo destinadas para beneficio de la burguesía importadora (para engordar las arcas de unos pocos).

Para alcanzar el objetivo de desarrollar las fuerzas productivas impera profundizar la Revolución Bolivariana, lo que implica mucho estudio y debate genuino; un debate crítico-constructivo para dar impulso a las ideas y políticas que vayan dirigidas a una mayor intervención estatal en los nodos más vitales, medulares de la economía venezolana. A nuestro entender, implica más regulaciones y controles estatales sobre las finanzas y precios de los productos (regulación de las ganancias del capital).Pero sobre todo, implica una efectiva planificación de inversiones productivas, así contemplado en el Plan de la Patria 2013-2019, que permite la participación accionaria de capitales privados (tanto nacionales como internacionales) en los nuevos desarrollos productivos aguas abajo del sector primario de la economía, y de acuerdo con lo estratégico de la inversión.

Sin el desarrollo de las fuerzas productivas, sin la generación de riquezas, de excedentes no puede haber Socialismo posible, sin embargo, creer que el desarrollo de las mismas sólo será posible creando burguesía "nacional" (que nunca existió, ni existirá en Venezuela) es clara muestra de la inmensa ignorancia de los proponentes. Las burguesía nacionales están siendo digeridas por el gran capital transnacional en el mundo globalizado de hoy. Apostar a ellas es una quimera.

Por supuesto, esto nada tiene que ver con los atajos del "pragmatismo", sino con el más meticuloso estudio de las necesidades económicas y la más ardua Planificación Socialista. La Revolución Bolivariana se alimenta de lo mejor de la teoría revolucionaria adaptada a su propia experiencia y contexto, pero también se nutre de la experiencia de otros pueblos que buscan zafarse de la amarras de la dependencia económica.

Hoy algunos medios internacionales de la derecha dicen que la revolución y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se bate entre los "pragmatismo" y los revolucionarios. Es natural que existan diferentes corrientes dentro de la izquierda. Valga decir que somos parte de los últimos. Sin embargo, militamos con la Unidad y llamamos al debate.

Tenemos patria y un pueblo consciente. Pertenece al Estado la empresa más importante del país y la 5ta a nivel mundial: PDVSA (pertenecen al Estado una de las reservas petroleras más grande del mundo). Mantenemos el legado del Gigante Chávez. Tenemos un proyecto revolucionario y un Presidente obrero Nicolás Maduro, genuino hijo político del Comandante Chávez.


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Basem Tajeldine

Marxista. Investigador de temas geopolíticos internacionales en el Centro de Saberes Africanos. Moderador del programa VOCES CONTRA EL IMPERIO, RadiodelSur y RNV.

 basemtch@gmail.com      @BasemTajeldine

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