“Hay que sembrar la voluntad de poder del pueblo”. Presidente Nicolás Maduro
El Presidente de la República está convocando a la conformación de un cuerpo nacional que tenga la capacidad de conservar, adquirir y aumentar poder. Es decir, la capacidad nacional de hacer más y mejores cosas en el ámbito de la economía, la sociedad y la política. Las palabras del Presidente se enfocan en una construcción de una racionalidad constituida en el empuje necesario para la consolidación del plan de la patria como un proyecto de envergadura y transformaciones culturales necesarias.
La visión neoliberal obligó a nuestro pueblo a verse en minusvalía con respecto a las naciones del Norte del mundo y someter el espíritu nacional a los criterios y medidas del FMI y las potencias comerciales y productivas del planeta. La propia cultura rentista ha colaborado mucho en la constitución de un espíritu pobre con respecto a la posición de poder que debe tener nuestro pueblo para brillar entre el concierto de naciones del planeta, como lo pretendía el Libertador y lo plasmó el comandante Hugo Chávez.
Esa “voluntad de poder” que convoca el presidente Nicolás Maduro parte de la comprensión de que la potencialidad más grande que tiene una nación es su propia existencia como un cuerpo autónomo, capaz de pensar por sí mismo y dirigir sus propios destinos.
Esta voluntad nace de ideas fuertes y condiciones poderosas.
Las ideas originales de la República Bolivariana, que son las edificadas por Bolívar y Chávez bastan ser entendidas y deseadas por los convocados y las condiciones poderosas son en esencia las acciones de la revolución para que los derechos humanos, necesidades básicas de la población estén cubiertas.
Esto significa que Venezuela es una nación con amplias posibilidades de asistir a la convocatoria del presidente Nicolás Maduro, sobretodo en la juventud que ha crecido bajo la obra y gracia de la Revolución Bolivariana.
La voluntad de poder para la consolidación de una Patria soberana y autónoma está en su juventud.
¡Gracias presidente Maduro! ¡Seguimos por el camino de Chávez!