Estimado Presidente Obrero Nicolás Maduro:
La situación económica de nuestro país conlleva a que muchos de nosotros los trabajadores y muy especialmente a los que dirigimos a gran parte de nuestros compatriotas en el área laboral, así como en las mismas comunidades donde vivimos, a replantearnos la forma de cómo debemos ayudar a que nuestra revolución socialista no caiga en manos equivocadas y se pierda el gran sueño del comandante supremos de vivir todos en un mar de felicidad.
Hoy por hoy en las industrias que son dependientes del Estado Venezolano, o a mejor decir son empresas que el estado dirige, quita y pone a quien mejor le parezca, se viene orquestado una campaña intimidadora, racistas, inmoral y hasta contraria al espíritu revolucionario, que va en aumento un descontento generalizado, que para mis poco pero sinceros conocimientos esto no sería muy recomendado para la dirección del gobierno nacional.
Resulta camarada que los directores y/o gerentes de cada una de estas empresas utilizan la politiquería para sujetar o amedrentar a los trabajadores en donde en ninguna revolución ya existida, a la clase obrera no se le debe reprimir mucho menos amenazar o amedrentar, eso es un error clásico para perder la ideologización así como también a los buenos y constantes seguidores.
Ya esta política de amedrentamiento a llegado a un punto de implosión dentro del seno laboral que ya muchos de los duros del proceso revolucionario han tirado la toalla, siguen la revolución pero desde su trincheras, sin participar en eventos, mucho menos a respaldar a un individuo ¨[director o gerente] que se acuerda del trabajador únicamente es cuando él piensa dar una entrevista ya sea por radio, prensa o Televisión, donde obliga a la clase obrera a asistir a una concentración para que el director o gerente se siga burlando de usted en primer lugar y de los trabajadores cuando asegura que todo está bien y la realidad es otra.
Estimado Presidente Obrero Nicolás Maduro, es el momento de proponerle de parte de todos los trabajadores una solución factible para que se fortalezca la revolución dentro de nuestra empresas, y no es otra que seamos los mismos trabajadores quienes elijamos a nuestros directores y gerentes de cada área laboral, donde estos señores vengan propuestos del seno de los trabajadores, así estaríamos dando la verdadera muestra de un socialismo de altura, un socialismo obrerista.
