La Coyuntura Política hoy: Salvemos el Socialismo o nos hundimos con el

Hoy estamos reunidos en este auditorio en un significativo e histórico acto, en donde aceptamos la invitación para llevar un análisis cobre la coyuntura actual en el Seminario de Marea Socialista, para hacer reflexión en todos los sentidos en donde debemos desprendernos de la subjetividad para aplicar la crítica y la autocritica sobre el panorama nacional político económico y social, unir esfuerzos para salvar el Legado de nuestro Comandante Eterno Hugo Chávez Frías, quien desde sus años de madurez puso en evidencia conocimientos teórico práctico para transformar la sociedad venezolana hacia el Socialismo.

El Socialismo del siglo XXI es un concepto del que se empieza a hablar a partir de enero de 2005, fue lanzado por el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en el V Foro Social Mundial, en el marco de la revolución bolivariana, en su definición ha señalado que para llegar a éste habrá una etapa de transición que denomina como Democracia Revolucionaria.

Hugo Chávez expresó "Hemos asumido el compromiso de dirigir la Revolución Bolivariana hacia el socialismo y contribuir a la senda del socialismo, un socialismo del siglo XXI que se basa en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad y en la igualdad" en un discurso a mediados de 2006. Además, este socialismo no está predefinido. Más bien, dijo Chávez "debemos transformar el modo de capital y avanzar hacia un nuevo socialismo que se debe construir cada día". A su juicio por las condiciones presentes en el actual mundo globalizado, esta transición será bastante prolongada. Dentro de este concepto sería definitivamente el socialismo el camino a seguir, contrario al neoliberalismo.

En el aspecto de ideológico y en cuanto al objetivo de la vida social, se ha llegado a determinar a qué tipo de socialismo se apunta, se ha aclarado relativamante cuando Hugo Chávez respondió a la jerarquía eclesiástica venezolana «Les recomiendo a los obispos que lean a Marx, a Lenin, que vayan a buscar la Biblia para que vean el Socialismo en sus líneas, en el viejo y nuevo testamento, en el sermón de la montaña.», durante el acto de juramentación de su nuevo gabinete ministerial, el 8 de enero de 2007.

En el mismo acto, Chávez indicó ser trotskista. Por esto se podría inferir que el Socialismo del siglo XXI posee elementos de ideologías tan diversas como el Marxismo-Leninismo, el trotskismo y el socialismo cristiano, aunque preservando prácticas del neoliberalismo tal como lo ha demostrado el proceso de concesiones de las empresas estatales a transnacionales privadas.
El Presidente Chávez formuló su pensamiento sobre el Socialismo del Siglo XXI.

Confiesa que para él sólo el Socialismo puede traer justicia social.

El primer elemento que dibuja sobre el Socialismo del siglo XXI es su estrecha relación con la práctica política que comenzó allá por los años 80 con el diseño de lo que llamaron el 'árbol de las tres raíces', que es la fuente ideológica. Consiste en la raíz bolivariana (su planteamiento de igualdad y libertad, y su visión geopolítica de integración de América Latina); la raíz zamorana (por Ezequiel Zamora, el general del pueblo soberano y de la unidad cívico-militar) y la raíz robinsoniana (por Simón Rodríguez, el maestro de Bolívar, el Robinson, el sabio de la educación popular, la libertad y la igualdad). Este 'árbol de las tres raíces' da sustancia ideológica al movimiento revolucionario y al Socialismo del siglo XXI.

En esta larga experiencia la conciencia y el pensamiento del Presidente Chávez ha recibido también la influencia del Marxismo Referencia ineludible del socialismo moderno. Señala que el de ahora debe ser un Socialismo nuevo. El 'Socialismo del siglo XXI, sobre el cual esboza ideas precisas.

Una es afirmar que el primer socialista de nuestra era fue Cristo. El Socialismo debe nutrirse de las corrientes más auténticas del cristianismo. Haremos el Socialismo desde nuestras propias raíces, desde nuestros aborígenes y cita experiencias como: 1) las comunas en Paraguay y Brasil; 2) el socialismo utópico que representó Simón Rodríguez; 3) el planteamiento de Bolívar de libertad e igualdad; 4) los planteamientos de Artigas, el gran uruguayo, de que hay que invertir el orden de la justicia, eliminando los privilegios. Entre los elementos que pudieran definir el Socialismo del siglo XXI, nos dijo el Presidente Chávez, están los siguientes:

a) La moral. El primer rasgo es el moral. Debemos recuperar el sentido ético de la vida. Luchar contra los demonios que sembró el capitalismo: individualismo, egoísmo, odio, privilegios. Es un arma en la lucha contra la corrupción, un mal que es propio del capitalismo. El socialismo debe defender la ética, la generosidad.

b) La democracia participativa. En el aspecto político uno de los factores determinantes del Socialismo del siglo XXI debe ser la democracia participativa y protagónica. Y asi reza en el preámbulo de nuestra Constitución Bolivariana de Venezuela . El poder popular. Hay que centrar todo en el pueblo, el partido debe estar subordinado al pueblo.c) Igualdad conjugada con la libertad.

En lo social, el Socialismo debe conjugar igualdad con libertad. Una sociedad de incluidos, de iguales, sin privilegios.

d) Cooperativismo y asociativismo.

En lo económico: un cambio del sistema de funcionamiento metabólico del capital. En Venezuela se han iniciado experimentos como el impulso al cooperativismo, al asociativismo, a la propiedad colectiva, a la banca popular y núcleos de desarrollo endógeno. Son válidas muchas experiencias como la autogestión y cogestión, la propiedad cooperativa y colectiva. Se puso en marcha un ensayo de empresas de producción social y unidades de producción comunitaria.

El Socialismo del Siglo XXI ofrece como su mejor resultado hasta el momento, un impresionante experimento de PODER POPULAR en el que participan millones de personas, como no lo habían hecho antes en la historia de la nación, contagiando el resto de los pueblos suramericanos que han vuelto su mirada al modelo socialista ante el estrepitoso fracaso del neoliberalismo.

A las anteriores reflexiones el Presidente agrega la siguiente: estamos en una transición. Una transición que llama 'Democracia Revolucionaria'. Ha retomado ese término para caracterizar el tipo de democracia que empuja como una caballería, que abre puertas y se impregna de pueblo.

Es una fase de transición hacia el socialismo.

El Presidente propuso redactar con estas ideas el Manifiesto del Socialismo del Siglo XXI. Con otros camaradas hemos tomado la determinación de avanzar en esa dirección. Para tal efecto ha sido creado el Instituto del Pensamiento del Socialismo del Siglo XXI, donde se profundizaran todos estos elementos y se difundirán entre las organizaciones populares, para elevar así su nivel de conciencia y acción revolucionaria. Pero han transcurrido diez años , y nos preguntamos ha subido el nivel de los pueblos, revisando nos encontramos con el si como repuesta afirmativa , si revisamos la conducta de nuestro pueblo…El pueblo ha crecido y ha sabido resolver por sí mismo en las coyunturas dilemáticas donde se planteó la victoria o la destrucción del proceso bolivariano….

Pero si volvemos a revisar la conducta de algunos funcionarios que hoy ocupan la dirección política en el PSUV, partido en el cual militamos y en los entes gubernamentales, que dignamente comanda por nuestro Presidente Obrero Nicolás Maduro, tanto de nivel alto como cargo medio, observamos que muchos no están conscientes del rol que les corresponde jugar en los nuevos tiempos, por lo que es el momento de hacer la crítica y la autocritica para salvar de los errores actuales en el avance del socialismo del siglo XXI, a pesar de que muchos dirigentes se creen reyecitos y que no aceptan la critica solidaria, porque de lo inmediato para defenderse, quien actúa con buenos propósitos lo tilda de NO REVOLUCIONARIO, de FASCISTA o que otros epítetos inventan. Esos funcionarios están atornillados, quienes juegan al fracaso del proceso revolucionario. Juegan a sus propios intereses , que en vez de llamarse socialista, deben ser llamados “Sociolistos” por cuanto juegan en igual que en la IV República, comenten hechos de corrupción y se despachan y dan los vueltos”

Para muchos la crítica solidaria hacer críticas y autocritica es atentar contra su estabilidad política o salir de un puesto en donde esta enquistado. Nosotros creemos que debemos revisarnos las veinticuatro horas, Proponemos un camino de práctica común y reflexión sobre esa práctica común para dirimir las diferencias. En lugar de polemizar sobre razones, sugiere reflexionar sobre la práctica compartida y hechos que hablen por sí mismos. Nosotros creemos que esta se debe hacer de forma constructiva en igual que la denuncia, no se trata de denunciar por denunciar, es necesario presentar las pruebas que sustentan esas denuncias de manera
responsable.

El proceso bolivariano, como lo hemos venido repitiendo vive, probablemente uno de sus momentos más difíciles: se profundiza corrigiendo errores o puede estancarse. Por eso la crítica solidaria es muy importante, por tanto la necesidad de reflexionar sobre experiencias y tareas y menos sobre razones generales. La crítica es para fortalecer la esperanza, para intentar señalar caminos de redención, de liberación. Por eso debe ser fraterna y solidaria y vigilante para buscar fortalecerla.

Si en algo coincidimos los revolucionarios de hoy es en la crítica contundente al denominado "socialismo real", que es precisamente el supuesto socialismo practicado en la extinta Unión Soviética. Uno de los críticos más implacables a este mal llamado socialismo también lo fue, sin duda alguna, Ernesto Che Guevara, de quién muchos revolucionarios hemos seguido sus ideas y ejemplo. El socialismo para el Che era el proyecto histórico de una nueva sociedad, basada en valores humanistas de igualdad, solidaridad, colectivismo, altruismo revolucionario, libre discusión y participación popular, todos conceptos ya plasmados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y llevados a la práctica paso a paso en nuestra propia construcción del Socialismo del Siglo XXI liderado por el Presidente Chávez, mediante la formulación y ejecución de políticas públicas de profundo contenido social, las cuales están a la vista en Venezuela.

Tanto las críticas del Che al "socialismo real" como su práctica como dirigente y su reflexión sobre la experiencia cubana, estuvieron inspirados por ese ideal. Esa misma práctica está siendo llevada a cabo mediante la conformación del poder comunal y popular, que actualmente está siendo impulsado por la Revolución Bolivariana de Venezuela y que se materializa de forma contundente mediante la creación del Ministerio del poder popular para las Comunas.
Decía el Che: "un sistema socialista que no tolera la divergencia, que no representa nuevos valores, que trata de imitar a su adversario capitalista, que no tiene otra ambición que alcanzar y superar la producción de las metrópolis capitalistas, no tiene futuro, si el socialismo pretende luchar contra el capitalismo y vencerlo en su propio terreno, en el terreno del productivismo y del consumismo, utilizando sus propias armas, el mercantilismo, la competencia, el individualismo egoísta, está condenado al fracaso", refiriéndose al sistema político y económico practicado en aquél entonces en la Unión Soviética. Muchas fueron las causas del derrumbamiento del sistema soviético, pero nadie puede afirmar que fue debido a la práctica del ideal socialista. Otra historia se hubiera escrito si en la Unión Soviética se hubiera construido *el Verdadero Socialismo*. Esta construcción es inseparable de ciertos valores éticos, contrariamente a lo que plantean las concepciones economicistas, de Stalin hasta Kruschov y sus sucesores, quienes sólo consideraron el desarrollo de las fuerzas productivas.

Hay que admitir sin embargo que el Socialismo del siglo XXI -hasta los momentos- ni existe, ni ha sido formulado, necesario es construirlo aunque sea errando, andando, rectificando y perfeccionándolo. Ciertamente, la construcción de un socialismo propio, endógeno, originario no se escribe ni se formula antes, se hace con el andar sobre el camino nuevo. Muy bien decía el gran revolucionario socialista peruano José Carlos Mariátegui: "No queremos que el socialismo sea en América calco y copia, debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indo-americano. He aquí una misión digna de una generación nueva"

La aspiración del Che Guevara al respecto se puede traducir en tres aspectos fundamentales en la búsqueda de un nuevo camino, en la búsqueda del hombre nuevo: La Gestión Económica, La libertad de Expresión y de Divergencias y la Democracia Socialista, no la social democracia practicada hoy en día en los países europeos, la cual es muy distinta al *Verdadero Socialismo* que pregonaba el Che y que actualmente estamos construyendo en nuestra República Bolivariana con el quehacer diario. Los planteamientos de Che Guevara respecto a la *Gestión Económica* en la Unión Soviética constituyen sin lugar a duda una dura crítica al "socialismo real" de los países del este europeo de entonces, el llamado bloque soviético. El Che se oponía específicamente a los siguientes aspectos:

- la ley del valor como ley objetiva de las economías de transición al socialismo, tesis de Stalin defendida por Charles Bettelheim.

- la mercancía como base del sistema productivo.

- la competencia, entre empresas o entre trabajadores, como factor de incremento de la productividad.

- métodos de incentivo y distribución individuales en lugar de los colectivos.

- privilegios económicos para los directores, gerentes y administradores.

- criterios mercantiles en las relaciones económicas entre países socialistas.

Debemos estar claro que en Venezuela no podemos permitir que nuestro sistema, el del Socialismo del Siglo XXI, se transforme en un capitalismo de Estado, donde sea el Estado el único dueño de los grandes medios de producción, como lo sucedido en las Repúblicas Soviéticas en el siglo XX. Ya que muchas veces no existe respon-sabilidad inmediata de pago de productos consumidos por el Estado venezolano que se consumen, lo que hace provocar quiebra inmediata de las empresas nacientes. Eso hace un grave daño, si no existe compromiso de pertenencia hacia el aparato productivo. Allí vemos como las EPS fracasan o están a punto de fracasar. Por lo que es necesario fortalecer la conciencia de los trabajadores y del Estado para la obtención de un rendimiento productivo. No puede existir socialismo si en las conciencias no se opera un cambio que provoque una nueva actitud fraternal frente a la humanidad, tanto de índole individual, en la sociedad donde se construye o está ya construido el socialismo.

No se puede hablar de Socialismo, si no tomamos en cuenta al pueblo, al Poder Popular, pero lamentablemente este transita por grandes obstáculos que hay que superar progresivamente para la construcción del Poder Popular y el Socialismo del Siglo XXI en Venezuela: con sus
Consejos Comunales y Comunas; y con sus Consejos de Trabajadores y Trabajadoras, que apliquen la Democracia Participativa y el Control Obrero como aspectos esenciales de la Gestión Socialista, están los siguientes:

1. La desarticulación de las instituciones públicas y la falta de eficiencia y eficacia en su gestión; la mentalidad pequeño burguesa, la ineficiencia, la falta de planificación y el pragmatismo inconsistente de la mayor parte de la burocracia con capacidad de decisión, del Estado y las empresas estatales (una parte de ella incrustada en los niveles de dirección del PSUV), con su interacción contradictoria y a veces complementaria con los sindicatos economicistas y con algunos de ellos que además tienen prácticas corruptas y mafiosas; todo lo cual el Presidente Maduro ha empezado a combatir aunque de manera aún insuficiente. Ambos, por sus intereses e ideología burguesa (en algunos casos pequeño-burguesa, pero burguesa al fin), con su expresión reformista liberal, reproducen constantemente el modelo capitalista rentista petrolero y el clientelismo político que de él se deriva. A la par que los elementos esenciales del sistema de explotación capitalista: La división social entre trabajo intelectual y material y la estructura jerárquica del trabajo, la alienación social, y la propiedad privada sobre los medios fundamentales de producción.

2. La fragmentación de la conciencia social, consecuencia de 500 años de colonialismo, neocolonialismo y capitalismo dependiente, con su característica división internacional y nacional, social y técnica del trabajo; de la alienación que a ella le es inherente; el egoísmo individualista, la mentalidad consumista, la falta de valores humanistas y de una conciencia realmente socialista en la mayor parte de los trabajadores y las comunidades; y por tanto, de una ideología revolucionaria anticapitalista, - aunque muchos de ellos sean honestos, de buena voluntad y aparentemente estén comprometidos con el proceso de transformaciones revolucionarias-, (les induce, aún de manera completamente contraria al heroico comportamiento que tuvieron los días 12 y 13 de abril de 2002, con el cual restituyeron al Presidente Chávez en el poder y luego con el cual resistieron el golpe petrolero de 2002-2003), a tener comportamientos oportunistas y a generarse privilegios personales y de grupo, cuando asumen cargos de dirección o de poder sobre recursos públicos o comunitarios, porque no pueden diferenciar con claridad qué es capitalismo y qué es socialismo; qué políticas públicas, qué tipo de gestión, qué decisiones y qué comportamientos o acciones, en las empresas y en el Estado, reproducen el sistema de explotación capitalista con sus variables reformista, socialdemócrata, o de capitalismo asistencialista, o “con rostro humano”, o cuáles contribuyen en verdad a construir el socialismo.

3. La división social entre trabajo material e intelectual y la estructura jerárquica del trabajo, que se reproducen amparadas en la Ley Orgánica de la Administración Pública y por la falta de aplicación de la Ley Orgánica del Trabajo, los trabajadores y trabajadoras (LOTTT); lo que en conjunto constriñe la aplicación de las leyes del Poder Popular aprobadas entre los años 2010 y 2011), mediante las cuales, unos pocos, en general las élites burocráticas y los propietarios o gerentes de las empresas privadas, piensan, planifican y ordenan, mientras los demás, los trabajadores operativos, científico-técnicos o administrativos, en todas las escalas, cumplen operativamente las órdenes de los primeros, con lo cual se reproduce la alienación social y las bases fundamentales del sistema del capital y no solo del capitalismo, con sus diferentes modos de producción y formaciones económico-sociales basadas en el antagonismo de clases, donde unos seres humanos son explotados por otros. La estructura jerárquica del trabajo se ve reforzada por el alto nivel de participación de militares en el Estado, quienes han hecho importantes aportes al proceso de la revolución bolivariana, empezando por el propio Presidente Chávez y los que participaron en la insurrección patriótica político-militar del 4 de febrero de 1992 y su complemento el 27 de noviembre del mismo año; pero que, como toda organización castrense: con su mentalidad y cultura de ordeno y mando, donde las ordenes no se discuten sino que se cumplen, y de obediencia debida de los rangos inferiores a los superiores, reproducen la estructura jerárquica vertical del trabajo, que paradójicamente se contrapone a la democracia participativa y protagónica, esencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), elemento fundamental para la transición al socialismo.

En la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y Trabajadores (LOTTT), aprobada desde el año 2012, se establecen condiciones jurídicas claramente favorables para avanzar en la construcción de relaciones socialistas en el mundo del trabajo. Sin embargo esta Ley aún no se aplica en la práctica y es muy poco conocida por el conjunto de la sociedad, por los mismos trabajadores e incluso por los activistas revolucionarios, debido a que, ni el gobierno ni los mismos dirigentes de los trabajadores y sus organizaciones, han realizado campañas para difundirla. Se habla en nuestra Constitución Bolivariana del Consejo de Trabajadores, pero este esta en mora por parte de la Asamblea para que se apruebe una Ley de Consejos de Trabajadores” , por lo tanto está solo como letra muerta, en el papel.

Todo lo anterior, limita o impide el ejercicio consciente de la democracia participativa y protagónica; hace posible marginar a los trabajadores y a las comunidades organizadas del poder real (económico, social, político y cultural); dificulta que los trabajadores tengan una actitud honesta, consecuente y favorable frente al trabajo, que permita aumentar la producción y elevar la productividad en las empresas; facilita su manipulación, así como la de las comunidades y hace posible que el control de los presupuestos sea ejercido en muchas de las instituciones públicas y en muchas de las organizaciones sociales, por todo tipo de oportunistas, capitalistas, burócratas y tecnócratas del Estado, o de contrarrevolucionarios saboteadores, algunos de ellos infiltrados en el PSUV y en los sindicatos, sobretodo en sus niveles directivos.
Esto también ocurre en buena medida, en los mismos Consejos Comunales y Comunas, y Consejos de Trabajadores y Trabajadoras, cuyos integrantes deben desarrollar su conciencia socialista, como expresión auténtica del Poder Popular en los territorios, en las instituciones y en las empresas.

Igualmente, es muy importante evaluar en profundidad el impacto que ha tenido en la planificación impulsada por el Consejo Federal de Gobierno, el método de gobierno en la Calle del Presidente Nicolás Maduro. Porque aunque este método permite efectivamente el acercamiento del gobierno al pueblo en barrios y comunidades para escuchar sus planteamientos, la aprobación pública e inmediata de las propuestas no permite realizar una evaluación política y técnica con metodología consistentemente socialista, que permita saber si esos proyectos contribuirán a mejorar sustancialmente la vida de las comunidades contribuyendo a construir el socialismo del siglo XXI en Venezuela, o si con algunos beneficios puntuales y temporales para las comunidades, contribuirán a reproducir el capitalismo dependiente y rentista petrolero que padecemos.

A pesar que muchos lo quieren negar atravesamos por momentos coyunturales difíciles, por una parte el gobierno nacional, el proceso bolivariano, en los últimos 15 meses ha enfrentado la más cruda guerra y proceso desestabilizador (económico, político, mediático y violento), por parte del imperio estadounidense y la derecha venezolana, producto de la subestimación de la convicción de un pueblo y del presidente Nicolás Maduro a continuar el Legado del Comandante Chávez.
Asimismo, las denuncias realizadas por el Alto Mando Político de la Revolución Bolivariana, sobre los planes de un golpe de Estado y magnicidio al mandatario nacional, retoman viejas practicas implementadas particularmente en la década de los 70' y 80', para irrumpir el surgimiento de gobiernos de izquierda; esta vez un proceso que en 15 años no han podido frenar por ninguna de las vías.

En este sentido, los planes intervencionistas se encuentran bajo la lógica de lo que se ha denominado guerra de IV generación, inteligencia tecnológica, guerra psicológica y operaciones encubiertas con fuerzas especiales, a través de las siguientes prácticas:

Hoy nos encontramos en una nueva fase del Golpe Suave, asesinatos selectivos, ataques terroristas contra líderes y luchadores que simbolizaban la estabilidad y continuidad de la Revolución Bolivariana, tal como el doloroso crimen del camarada, presidente del Concejo del municipio Libertador de Caracas, Eliézer Otaiza y del baluarte de nuestra juventud revolucionaria Robert Serra, siendo planes desestabilizador que ejecutan en nuestro país, el cual va de la mano con la escalada de actos terroristas que se han realizado contra instituciones públicas y áreas comunes, generando miedo, pánico, en la población, consolidando grupos paramilitares para producir desestabilización y control territorial en diversos ejes del país, los que nos debe invitar a revisar la primera etapa de la revolución sandinista que vivió algo muy parecido a lo que atravesamos en nuestros días.

De ahí que, existe un amplio debate nacional por parte de las fuerzas revolucionarias para definir las estrategias ante los nuevos retos de la coyuntura nacional e internacional, donde son necesario la generación de espacios nuevos para la crítica, la autocrítica, que deben dar como resultados el avance y fortalecimiento del proceso de transformación, siempre recordando lo que nos decía nuestro comandante: "Irreverencia en la discusión —seamos irreverentes en la discusión—, pero lealtad en la acción…".Esa lealtad debe mantenerse en la Unidad, Unidad del partido y de los militantes. porque sin la unidad el destino de la Revolución Bolivariana siempre será el fracaso, y hoy no tenemos a nuestro principal cohesionador, lo que hace que nuestra responsabilidad sea mayor.

Debemos tomar las calles en la defensa de la Revolución Bolivariana que no puede quedarse solo en la defensa de todos los logros alcanzados, necesaria es la batalla día a día para poder concretar y transformar en realidad la utopía de una sociedad socialista, donde impere el vivir bien de todos los venezolanos.

Se hace imprescindible que las bases populares articulen iniciativas para la protección de las conquistas alcanzadas y las que están por alcanzarse, desde la conciencia revolucionaria, con sentido de clase, asumiendo la batalla de las ideas, fortaleciendo nuestras organizaciones y preparándonos para los nuevos retos y amenazas a las cuales nos estamos enfrentando, garantizando la defensa y concreción del Legado del Comandante Chávez, alcanzando el punto de no retorno de la Revolución Bolivariana.

El reto que tenemos los venezolanos y venezolanas, y en especial la juventud es inmenso, siendo un país anti sistema, antiimperialista, que le ha permitido a los pueblos reprimidos y explotados de la tierra tener una esperanza de que otro mundo es posible, porque decidimos asumir nuestro rol histórico de transformación social y de llevar a la concreción las utopías de los trabajadores, campesinos, estudiantes, hombres y mujeres por un modelo de sociedad de iguales.

Le proponemos a la alta dirigencia política y de Gobierno : 1- revisar la conducta de muchos funcionarios que atentan contra el proceso, no teniendo compromiso con el partido, ya que es triste observar como alcalde o gobernadores no articulan con el partido a nivel regional, creyéndose haber obtenido la victoria sin el concurso del partido y del poder popular.

2.- Convocar en los próximos meses a la reestructuración de la Unidad de todos los sectores revolucionarios a partir de un gran Congreso Popular, para definir las estrategias políticas, económicas y sociales de los próximos 10 años. Con la participación de todas las fuerzas vivas de este proceso bolivariano.

3. Realización del Congreso Internacional, con sede en nuestro país para unificar fuerzas internacionalmente y visualizar los retos y amenazas para los próximos años, ya que es necesario observar la actuación de los dirigentes de la oposición, amparados por capital extranjeros, seguirán jugando a la inestabilidad social y política del país, por lo que debemos de estar preparados ante cualquier arremetida de la derecha, ante esta coyuntura debemos estar por encima del bien y del mal, para buscar la Unidad monolítica del país y del partido PSUV, ya que nuestros enemigos están pendiente de cualquier desliz para penetrarnos. Y derrotar a nuestro líder Nicolás Maduro, con quien tenemos que jugárnosla para no perder las bases fundamental y motivo por el cual estamos acá . Todos Unidos Podemos derrotar a los gorilas vende patria.

Ya para culminar nuestras reflexiones desde la Fundación Socialismo Siglo XXI , quiero exhortar a un fuerte aplauso para recibir con beneplácito los anuncios hechos anoche por nuestro Presidente Nicolás Maduro en lo relativo a la Ley de Alimentación para los Trabajadores, que permitirá modificar la base de cálculo de los tickets de alimentación de 0,5 a 0,75 unidades tributarias. La Ley del Empleo Productivo; La Reforma de la Ley Orgánica de la Gestión Comunitaria de Servicios, Competencias y otras Atribuciones, la Ley de Financiamiento de Proyectos del Poder Popular y la Ley Orgánica de Misiones, Grandes Misiones y Micromisiones. "Esta es una ley histórica porque viene a darle protección legal, estructural e institucional a millones de hombres y mujeres que son misioneros, que participan en las misiones".

A todos Ustedes muchas Gracias, por escuchar los planteamientos reflexivos no sin antes dejar una frase de reflexión de Ernesto “Che Guevara

“El socialismo se hace solamente con el trabajo humano, no es una creación milagrosa, ni es un resultado exclusivo de la conciencia, es resultado del trabajo humano”. Juntos Venceremos




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Enrique Paredes


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