El camino recorrido por la Revolución Bolivariana ha sido el de las dificultades interpuestas por los grupos económicos y políticos, que con el triunfo de Chávez entendieron que a partir de ese momento se les acababan los privilegios que usufructuaban a sus anchas.
Han transcurrido 15 años, y de una y mil maneras, aquella y la nueva oposición, que mantiene las mismas posturas recalcitrantes, han sido incapaces de intentar un proceso reflexivo acerca de las nueva realidad que vive nuestro país y el resto de América Latina. Ni siquiera por un momento se atreven a asumir una postura cercana al nacionalismo, y ya ven ustedes sus penosas reacciones al referirse a la Patria, como espacio de identidad con toda su carga histórico-cultural.
Es la misma gente que ni siquiera hace un asomo a la posibilidad de dar un paso a lo constructivo. Me refiero a la oposición que está lejos de proponer, criticar de manera responsable y compartir con la ciudadanía la búsqueda de soluciones a los problemas que aún persisten en ella. Como jamás se han atrevido a reconocer los avances que en materia social, política y derechos humanos en general se cuentan entre los logros de la Revolución Bolivariana.
De manera que son ellos quienes están apresados de una ceguera que los convierte en acérrimos enemigos del ejercicio reflexivo y comprensión de la cotidianidad. Atreverse a pedir una invasión contra nuestro país y contentarse, como ha sucedido recientemente, con la imposición de sanciones por parte del gobierno norteamericano a funcionarios venezolanos, ya es el colmo del desenfreno. Se entiende como la mentira (que tiene patas cortas), hace antesala ante la derecha internacional, con la clara intención de desprestigiar a nuestra Revolución.
Bien, el 2014 nos deja ese tipo de oposición que lamentablemente tiene sus manos metidas hasta los teque teques en la innegable guerra económica, mediática y la intromisión paramilitar.
La Venezuela combativa, revolucionaria, Bolivariana y chavista ha sabido enfrentar las dificultades. Este pueblo ha entendido que ante la evidente crisis económica, la respuesta es confiar en la dirección revolucionaria que hasta los actuales momentos se aferra al pensamiento humanista de Hugo Chávez.
Estamos seguros que muy pronto la Venezuela que hoy siente el castigo inescrupuloso de quienes han propiciado la hipertrofia en la distribución en algunos productos de primera necesidad, entenderá y sentirá que efectivamente las aves agoreras de desastres, sacudones y la destrucción del país serán derrotadas definitivamente.
Sencillamente no podrán con la fuerza de un pueblo que a partir del año 1998, con el liderazgo de Hugo Chávez y el pensamiento del Libertador Simón Bolívar como norte, nos decidimos a construir un nuevo modelo de país. El Socialismo ya es una siembra que se vive en cada gesto y en cada acción de los hijos de Chávez. De manera que el 2015, con la carga creativa y la laboriosidad de nuestro pueblo, será un año de nuevas victorias. Que nadie lo dude... ¡Viviremos y venceremos!
