El anonimato, lo atomizante y económico del Internet lo ha convertido en un demonio de descalificación de personalidades e instituciones. A esto se suma la publicación de estas taras mediáticas en determinados Medios de Comunicación social, debidamente interconenctados, que las dan como noticia cierta. Toda persona que desempeñe una función importante dentro del espectro público o privado está sujeto ser víctima del más tenebroso rumor. Quien no sea nadie para el cotarro de la opinión pública jamás será criticado, ni en bien ni en mal.
En lo personal recomiendo a las personas con responsabilidades serias e importantes de comando no hacerle caso a ese tipo artillería mediática pues la mayoría de las veces obedece a una intención crematística, o simplemente a la mera intención de malear imágenes. He visto por las redes sociales aseveraciones, por demás temerarias e infundadas, que al final devienen en vulgares estropicios.
He llegado a la conclusión que el mejor antídoto pera este tipo de "información" es la vacuna atiparabólica". Sumado a la ascensión por la escalera del éxito, con honradez, con espíritu de trabajo y vocación de servicio. Sé de personas que a base de estudios, conocimientos y resultados tangibles de sus proyectos han escalado, peldaño a peldaño, grandes posiciones en la industria petrolera. Y sin embargo hay quienes en la red han tratado de malear su imagen.
Cerrando
Existen francotiradores mediáticos inescrupulosos también en los medios de comunicación impresos y audiovisuales, que no esperan que la paja salga en Internet sino que de una buena vez se empujan durísimo a echar paja. El ejemplo más reciente y más contundente es el canarín español facturado por el recalcitrante y fascista diario español ABC en contra de Diosdado, quien los tiene loco a fuerza de mazasos. (Me atrevo a asegurar que el programa televisivo que más sintonizan los cabezas visibles de la Oposición, es Con el mazo dando, de Diosdado Cabello).