Presidente Chávez
Seguirá corriendo el tiempo y la cascada histórica de Chávez, no sólo perdurará en el tiempo y en el espacio sino que aumentará su caudal cada día. Porque Chávez nació y vivió para hacer historia. No en balde 15 universidades famosas del mundo estudian su Vida y su Obra, una calle de Moscú lleva su nombre, igual que un campo de fútbol en el Medio Oriente.
Tengo un buen tiempo soñando un libro de 1.000 páginas sobre su extensa y dilatada vida. Un libro objetivo, desprovisto del odio enfermizo de sus detractores gratuitos y estomacales, y de la adulancia persistente de sus admiradores. Chávez es tan intenso, tan arrecho que hasta una editorial (Debate) fue creada por El Imperio sólo para echarle vaina. Ni en una sola línea de los libros de esa editora, incluyendo prólogos, introducciones y epílogos, se reconoce la grandeza de un hombre cuya obra y vida se estudia hoy en las universidades más acreditadas del mundo. En la de Estrasburgo, por ejemplo, hay una cátedra llamada Chávez siempre, donde las exposiciones se hacen y se aplauden de pie. Debates es pura mierda en contra del Líder venezolano.
Me he leído la mayoría de los textos escritos sobre Chávez, tanto de sus enemigos como de sus admiradores. Hay uno donde el autor expresa que no entrevisto a Chávez para evitar la subjetividad propia de todo ser humano cuando habla de sí mismo. Me gustó. Pero sin embargo no llenó mis expectativas. Pero no hay prisa. Ya aparecerá el verdadero libro sobre Chávez.
Me di la bicoca de entrevistar siete veces a Chávez en igual cantidad de veces que vino a Barcelona. Y puedo decir con orgullo que apenas le enseñaba el tacto de TVO enseguida me concedía la entrevista. La primera vez que lo entrevisté fue en su primera rueda de prensa dada en el Teatro Teresa Carreño, una vez proclamado Presidente de Venezuela, cuándo le pregunte sobre la calidad de sus embajadores. Y él me respondió: "Serán unos bigliguers".
Chávez es único hasta decir basta. No era inflado como Caldera ni prepotente como CAP. Era un pan cómo dice el pueblo. Sencillo y humilde como ninguno. Lo mostró en todas sus actuaciones. Tanta era su humildad que la gente no le decía Presidente sino simplemente Chávez, y a él le encantaba que lo trataran así, sin protocolo.
Cada vez que Chávez viajaba al exterior. La prensa de ese país titulaba "Llegó Chávez". Y es que Chávez se convirtió en una marca de fábrica dentro y fuera del país. Su liderazgo nacional y planetario rebaso la cima de los líderes más conocidos y más queridos.
Tengo varias anécdotas de Chávez. Hoy le contaré esta.
Una vez transmitiendo por TVO en vivo y en directo del Condominio Industrial Jose, halé el cable del micrófono y noté que Chávez lo tenía pisado.
-¡Presidente – le dije -. Me está pisando el cable! Y Chávez cual buena primera base movió su pie zurdo exclamando: "Catire. Discúlpame no fue mi intención. Echa pa lante".
Los acompañantes del Mandatario me fulminaron con sus miradas tipo puñales. "Mira que bolas las de este periodista, decirle eso al Presidente". Dirían. Después Chávez, al final de la transmisión, humilde cómo él solo, me dijo delante de sus acompañantes: "De nuevo te pido disculpas por haberte momentáneamente chalequeando, sin querer, tu trabajo, campeón. ¡Chócala! Sus adláteres quedaron como Condorito en piso de mosaicos.
Hay un artículo que escribí en aporrea el 20-09-2007 titulado El Presidente y la niña, donde Chávez, actuando como padre y educador, salió en auxilio de una muchachita que se equivocó dos veces cantando un vallenato. Humildemente se los recomiendo.
TINTERO
Vamos a echarle una mano a las televisoras de Anzoátegui. Están en terapia intensiva.
