Estimados lectores, desde el momento del infausto nombramiento (como siempre, el dedo...) hemos estado leyendo las opiniones al respecto e interactuando con cyberamigos. Desde el Sr. Julio Mosquera ("¿A quién traicionó Arias Cárdenas?), pasando por las posiciones supinas de Mario Silva y/o la mayoría parlamentaria ("El comandante sabe lo que hace"), hasta los que critican abiertamente la decisión de marras,(Ing. Luis Díaz), llegando a los que ya con ésta se distancian del líder del proceso (no del proceso), como el Sr. Krasuk.
El momento es bueno para un análisis que trascienda el nombramiento y para llamar la atención del servidor público que reiteradamente pusimos en Miraflores (a riesgo de nuestras vidas, cuando el golpe) y los demás representantes electos en el poder ejecutivo y legislativo (diputados, gobernadores, alcaldes y concejales).
Me aterra pensar en la perspectiva del pacto. Es decir, una decisión motivada por presiones de grupos de intereses que manejan un poder tal que logran imponer un acto tan indigesto y antirevolucionario. Substituir el talento de un varón como Fermín Toro Jiménez por la gelatinosa figura de AC ante un organismo tan importante merece como mínimo una explicación de la estrategia por parte del líder, ya que la farsa de la consulta popular a través de la monocromía parlamentaria agota este recurso. La ausencia de una clara exposición de motivos bajo la figura del divino don del perdón y otras patrañas deja abierta la duda que asomo al principio del párrafo: hay poderes que desconocemos manejando las riendas del gobierno al lado o por encima de la voluntad popular de la cual Chávez es símbolo.
Sabemos, por experiencia, que entre bueyes no hay cornadas. Lo vimos cuando Cisneros fue a Miraflores, reunión que permitió la transmisión de ViveTV, ANTV y TELESUR vía DirecTV...¿a cambio de qué? Pregunta sin respuesta todavía, exceptuando la improvisa ausencia de Gustavito entre las dianas del improperio presidencial y la libertad de acción de las empresas del magnate. Ya entiendo cómo le duele y le pesa el orgullo a Marcel, una oportunidad perdida para quedar en "Primer Plano"...en el sentido amplio; ahora debe tomar papeles de primadonna en los teatros del poder mediático con su farsa de la "dictadura" a la que no supo arrimarse.
¿A quién satisface Hugo al digitar al hipomedulado para la ONU? Es absolutamente contrarevolucionario ubicar personajes tan ambiguos en teatros tan importantes, independientemente de la decadencia de ese aparato como representación de la globalidad planetaria. ¿Será que el malvavisco tiene cuotas de poder dentro de las Fuerzas Armadas? Lo dudo, exceptuando los reptiles que aún medran dentro de ellas por la antiguedad al servicio de los gobiernos de la Cuarta; aún así el grueso de los militares no pueden respetar esta guabina de escroto vacío, pues están formados bajo un espectro de valores de lealtad y disciplina para la defensa nacional que automáticamente excluye al traidor melífluo.
El pueblo revolucionario espera conocer la respuesta a ésta y otras preguntas que empañan el desarrollo del proceso y lo debilitan. Profundizar las transformaciones necesarias para el empoderamiento de las bases populares requiere abandonar las prácticas reformistas que niegan al pueblo su participación. En este caso podríamos ahondar en los mecanismos de selección de los representantes de la República en el exterior; la Ley del Servicio Exterior excluye directa o indirectamente a los sectores populares para autorepresentarse allende las fronteras por su carácter elitista y meritocrático, por una parte, y por la elevada cuota de nombramientos presidenciales permitidos en ella.
Si el servicio exterior implica la representación de la República fuera de las fronteras, ¿Porqué no diseñamos un proceso electoral para la designación de nuestros embajadores y cónsules? Los representantes electos, provenientes de TODOS los sectores sociales, recibirían un curso de formación para las tareas diplomáticas y pasarían a prestar servicios rindiéndole cuentas al colectivo que los escogió para ello, dando un ejemplo internacional de participación popular al mundo entero. Atrás quedarían los privilegios automáticos y los premios dudosos que se asocian con el ejercicio de estos cargos, tradicionalmente reservados para un sector excluyente y desligado de las raíces populares.
De la misma forma debemos empezar a deslastrarnos de esa herrumbrosa estructura del pasado que usurpa la participación popular en la estructura estatal como la que denominamos "partido político". Estas piezas arcaicas heredadas intactas con sus vicios y maquilladas de rojo o enmascaradas dentro del cuerpo revolucionario deben ser substituidas por las asambleas populares y sus vocerías. Nuevas estructuras de poder popular que deben ser punta de lanza en la conquista de los espacios ocupados por la burocracia estatal supernumeraria, ineficiente y servicial a los emblemas del partido en vez de ser agente activo en la solución de los problemas y la satisfacción de las necesidades colectivas.
Quizás sean éstas las metas que se trazarán en los concejos comunales una vez asegurado un espacio de participación y un adecuado nivel de satisfacción en la solución de sus problemas más inmediatos, cuando empiecen a evolucionar a formas y controles de parcelas cada vez crecientes de poder hasta convertirse en gestores directos y copartícipes del estado venezolano: poder por el pueblo, con el pueblo y para el pueblo.
Quiero creer que Hugo sabe lo que hace, y estoy seguro que nos quiere llevar a estas metas de autodeterminación y emancipación popular. Pero ya estamos creciditos, y nos gustaría sentirnos consultados en asuntos relevantes, así que la pregunta sigue. Yo, por lo menos, quiero saber. Dime porqué.
Ing. Franco Munini muninifranco@gmail.com
