Muchos de los músicos que gozan de groseros privilegios en el ámbito del Ministerio del Poder Popular para la Cultura son y han sido siempre chavistas. Hay otros que fueron antichavistas frenéticos antes de convertirse en chavistas furibundos. Hay varios que forman parte de la industria del espectáculo y hay unos que intentaron formar parte de la industria del espectáculo. Estos últimos terminaron consiguiendo a través de una gestión que dice ser socialista el trampolín y las prebendas que la industria capitalista del espectáculo les negó.
Ciertos cantantes que hoy declaman empalagosas consignas en homenaje a Chávez son los mismos que ayer le exigían a sus colegas antes de cada concierto que se abstuvieran de hacer pronunciamientos favorables al gobierno en la tarima… "En este grupo no todos pensamos igual"… "El arte no se debe mezclar con la política"… ¡¡¡Así decían!!!… Algunos se burlaban de Alí Primera y manifestaban constantemente el rechazo que sentían por los artistas que vivían jalándole bolas al presidente. De repente sus discursos experimentaron un cambio de 180 grados y "casualmente" comenzaron a recibir ayuda oficial: giras, discos, vídeos, viajes, etc...
Lo cierto es que hoy en día existe un cartel de músicos privilegiados conformado por chavistas históricos, chavistas de última hora y opositores disfrazados.
Si enfocamos bien el problema lo podremos resolver. Si lo enfocamos mal empeoraremos la situación.
Veamos: la solución no es sustituir a los chavistas de última hora y a los opositores disfrazados por un nuevo grupo de chavistas históricos ni sustituir a todos los que están ahorita por unos músicos apolíticos de impecable trayectoria y solvencia comprobada (ojo con esas tonterías). Lo importante es sustituir el modelo… Lo importante es acabar con los privilegios y con el sectarismo…
Esta no es una lucha entre chavistas y antichavistas sino una lucha entre privilegiados y marginados…
¿Quienes son los marginados en este caso? Son los artistas que no reciben ni pueden recibir un apoyo semejante al que reciben los artistas privilegiados… ¿Por qué no lo pueden recibir? Ah, porque los recursos son limitados y ya "no hay cama pa’ tanta gente"… ¿Y entonces?... Bueno, hay que entender que los privilegios no son masificables y por lo tanto debemos situarnos en el terreno de los beneficios. Y para que podamos masificar los beneficios es indispensable que acabemos con los privilegios.
Amigas y amigos:
- No hay roscas buenas y roscas malas. Todas las roscas son malas…
- Ningún rosquero se asume como tal (esto es válido también para las rosqueras)
- "Es que yo he estudiado y he trabajado mucho"… Ese es el argumento preferido de las rosqueras y los rosqueros… Pregúntenles por qué las personas que han estudiado y trabajado tanto como ellas y ellos no reciben el mismo apoyo… Entonces responderán: "la… la… la idea es ir poco a poco incorporando… ehhhh… claro… uhmmmm… quizás es que yo he sido más diligente y… ahhhhhh…"
Para terminar les dejo estas cuatro preguntas:
- ¿Puede ser revolucionario un cantor que haga sus giras y sus discos a sabiendas de que el inmenso apoyo que está recibiendo por parte de las instituciones culturales y los medios de comunicación no guarda relación con su esfuerzo ni con su trayectoria sino con su grado de sumisión ante el poder oficial?
- ¿Puede ser revolucionario un cantor que se ampare en la figura de Alí Primera para obtener unos privilegios que Alí rechazó para sí mismo?
- ¿Puede ser revolucionario un cantor que se beneficie de los vicios que dice combatir y que se burle del socialismo que dice defender?
- ¿Puede ser revolucionario un cantor que sólo respalde la contraloría social cuando ésta no pone en riesgo el entramado burocrático que le sirve de plataforma a él?
