Es una afirmación de perugrullo, sostener que la actual administración del Palacio de Nariño, encabezada por el Presidente Juan Manuel Santos, como continuidad – con sus matices - de la política tradicional de la vieja oligarquía feneciente colombiana, incluyendo al narcoparaco ex-presidente y hoy Senador de la República, el Ubérrimo Alvaro Uribe Velez, comparten con sus pares oliogárquicos de la derecha venezolana y sus socios hegemónicos del gobierno de los Estados Unidos, el interés de desestabilizar hasta el extremo de derrocamiento, al gobierno bolivariano venezolano, por constituir éste una amenaza política, real y permanente a su histórico control del Poder del Estado en Colombia, al desarrollar un tipo de sistema politico basado en la participación democrática y protagónica del pueblo en todos los asuntos públicos y una política social garantista de todos los derechos sociales del pueblo – aún en las dificiles circuntancias actuales, incluyendo a los millones de ciudadanas colombianas y ciudadanos colombianos y de otras nacionalidades latinoamericanas y caribeñas y de lejanas latitudes que han tenido a Venezuela como el territorio de refugio ante los conflictos de sus países, las gtrandes calamidades naturales y la situación de miseria y explotación a que son sometidos por sus élites económicas y sociales.
Ese interes común, aunque permanente y subsistente en situaciones de alianzas tácticas con Venezuela para determinados asuntos bilareales y multilaterales de la region, tienden a sufrir de las variaciones del clima político interno de sus países y de las diversas coyunturas políticas que de desarrollan en Venezuela, por lo que, por momento, pareciera que existiera un clima favorable para apoyar los esfuerzos del gobierno bolivariano venezolano por superar el conflicto político y de clase interno que mantiene desde hace 16 años con sus aliados de la oposición burguesa venezolana por la via del diálogo pero que, cada vez que se presenta una circuntancia favorable que podría generar una situación esperada de debilidad política bolivariana y ofensiva "final" de la oposición burguesa, rompe el aparente clima de acuerdos y consensos y se "lanza por la calle del medio" a premover acciones de diversa índole que abiertamente se descubren como intromisiones políticas internas que refuerzan las omisiones dolosas que mantienen respecto a asuntos como el contrabando, la manipulación de la moneda venezolana, la ifiltración paramilitar y el trasiego de cargamentos de drogas por el territorio terrestre, marítimo y aéreo de la República Bolivariana de Venezuela.
En los cálculos de la maloliente oligarquía colombiana siempre ha estado el cierre total de la frontera por parte del gobierno de la República pero dado los complejos problemas humanos, sociales, económicos y de seguridad que tal decision comportaría y que ya fueron evaluadas luego de las anteriores medidas de cierre limitado de los pasos aduaneros y migratorios y ataque a las "trochas", supusieron que, en la situación de agravamiento de los problemas del precio y la baja de la demanda mundial de petroleo, el Presidente Nicolás Maduro Maduro Moros, no se atrevería a tomar medidas para enfrentar la situación en la frontera occidental, en un scenario agravado por la proximidad de las elecciones a la Asamblea Nacional a celebrarse el venidero 6 de Diciembre; apreciaciones contrariadas por el sorprendente decreto de cierre parcial y temporal de la frontera y suspension limitada de algunas garantias (no derechos, que es otro asunto), primero en 5 municipios fronterizos y luego extendidos a cinco más, del Estado Tachira; espacio donde se concentra el grueso de la operación paramilitar, las mafias del contrabando y las acciones especulativas contra el bolívar, el signo monetario venezolano.
La reacción errática y contradictoria de la dirigencia colombiana demuestra que los "agarró descolocados", toda vez que, a la pocas horas la Canciller Maria Holguin admitió oficialmente que ello era "una decision soberana de Venezuela"; el Presidente J.M. Santos sostuvo en los medios que ello "dañaba a ambos países por igual" y los tinterillos cagatintas de Bogotá se concentraron en calumniar a Venezuela cobn una supuesata "tragedia humanitarian" por la expulsion de mil indocumentados que invadieron un predio venezolano y crearon una población controlada por el paramilitarismo asociado al contrabando de gasolina, alimentos y medicinas - base de la pujante economía criminal de la ciudad del Departamento del Norte de Santander, cuya capital es Cucuta -, se desesperaron y entraron en pánico anunciando una reunion entre los cancuilleres para el día 12 de septiembre pero, al otro día, tuvieron que aceptar realizarla el 02 de septiembre con la Canciller venezolana Delcy Rodriguez en San José de Costa Rica, para después presentar una solicitud de reunióٴn urgente de Cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR y, antes de que se produjera el acuerdo de los paises miembros para su realizaciٕón, presentaron una iniciativa de convocatoria urgente de una Reunión de Cancilleres de la Organjización de Estados Americano, OEA sin haber garantizado previamente su aprobación y, pese al máximo esfuerzo desarrollado por la diplomacia neogranadina y el apoyo resuelto de la ponderosa y "retuerce brazo" diplomacia Obamista, el gobierno dela oligarquía colombiana y sus aliados antibolivarianos fueron derrotados por una combianación de votos en contra y abstenciones que, sin duda, puso en ridículo a Juan Manauel Santos y su SuperCanciller María Holguin frente al pueblo colombiano y la comunidad regional por chapuceros y mediocres y, en el extremo del ridiculo y su evidente desesperación, sale la Supercanciller derrotada Maria Holguin, amenazando a Venezuela que de no darse la reunion de UNASUR esta misma semana, entonces no estaban dispuesto a reunirse con los voceros del gobierno bolivariano; temeraria imposición que de seguro, tambien será derrotada.
Pero no han aprendido ni aprenderan y más, no les importa mostrarse como "cachorros del imperio", ni aliados del narcoparaco Uribe Velez ni hacer el rídiculo en asuntos tan delicados para su propia situación interna, porque no son soberanos en sus toma de decisiones, porque sus políticas hacia Venezuela no estan dictadas por el superior intererés del pueblo colombiano sino por los bastardos intereses geopoliticos del gobierno de los Estados Unidos de América que les ha ayudado a evitar la derrota militar ante la insurgencia revolucionaria y en cuyo nombre actuan y con cuyo apoyo diplomático y politico cuentan para sus intentos de golpear al pueblo y gobierno bolivarianos de Venezuela, en un momento en que existen suficientes evidencias que a la derrota de la Guarimba Criminal y el Golpe de Estado de los Azules, intentados en el 2014 y en el presente 2015, se les avecina la derrota electoral del 06 de Diciembre; aún con Guerra Económica interna, contrabando de extracción y ataques al bolívar porque, mientras más se desesperan los enemigos internos y externos de la Revolución bolivariana, la mayoria del pueblo venezolano adquiere mayor conciencia y disposición de defender su Soberanía y los derechos sociales conquistados a lo largo de estos 16 duros años de lucha contra el Capital y su instrumento de opresión: el Imperialismo Norteamericano.