Sin duda alguna que para quienes, desde la oposición, quieren tomar el poder para la aplicación criminal de un plan fondomonetarista neoliberal, las elecciones a la Asamblea Nacional no es ni será opción válida. Constitucionalmente el PUEBLO VENEZOLANO ¡no lo permitirá la aplicación de tales y tan devastadoras medidas!
Por otra parte, la doctrina actual de dominación imperial está basada en la inexistencia de instituciones democráticas, ni participativas, ni protagónicas. Para los Estados Unidos la política intervencionista requiere de naciones anárquicas, envueltas en caos, destrucción y muerte. Imprescindible es un escenario apocalíptico que les permita con la "urgencia humanitaria", intervenir, o invadir sin respeto al derecho internacional y autodeterminación de los pueblos, a la soberanía. Sus tropas "especiales", mercenarios de profesión, cuando no terroristas, son las primeras en ocupar el territorio devastado, La "ayuda humanitaria" del FMI y el BM viene una vez consolidado el estado de emergencia y el "gobierno de transición democrática y unidad nacional"
En el desarrollo e implementación de estos planes expoliadores de riquezas, libertad e independencia, soberanía…, un triunfo de la oposición por la vía electoral, en las elecciones parlamentarias, es en esencia contradictorio, no acorde con las nuevas doctrinas de dominación mundial. Se requiere el desprestigio institucional, gubernamental, creación del caos y la conmoción social, elemento detonante de la política intervencionista estadounidense.
Por consiguiente, el plan opositor no es ni puede ser ganar las elecciones parlamentarias, ellos, los opositores subordinados al poder imperial estadounidense, deben seguir el guion; la pérdida del proceso electoral es simple y sencillamente el detonante para desprestigiar una vez más al gobierno nacional y la institucionalidad venezolana. Hasta Juan Manuel Santos, presidente de Colombia lo usan para crear la imagen de desconfianza en el proceso electoral.
La dirigencia opositora está muy clara en los lineamientos de la acción, y sabe muy, pero muy bien, que la aplicación de medidas neoliberales en la Venezuela de hoy es anti natura, devastadora de sus ansias de poder y dominio sobre las riquezas venezolanas. Se requiere el apoyo irrestricto de todo el poderío militar, propagandístico, de opresión y represión estadounidense. La bendición de Washington y protección de su ejército invasor son en esencia la clave fundamental para la aplicación de tales medidas y políticas neoliberales del FMI y del BM. Con ese apoyo, falta de institucionalidad democrática participativa y/o protagónica: ¿Quiénes, cómo y cuándo reaccionaremos?