Si por algo habrá de caracterizarse este año que termina, es por ser un tiempo cuyos principales rasgos son la caotización y neurotización social que juntos configuraron para muchos, un clima apocaliptico casi perpetuo.
Se hizo cotidiano el acabose y la deseperanza, que contradictoriamente fueron aupadas por las ineficientes acciones del Estado y los partidos de la revolución para acabar con el desabastecimiento, el bachaqueo, la especulación que generaron las movilizaciones populares más grandes durantes los últimos años manifiestas en interminables colas preñadas de sudor, ansiedad, angustias y vitores altisonantes o silentes en contra del chavismo.
Se saben, cuan bien orquestada fue la arremetida a la economía venezolana desde diferentes flancos para obtener el saldo social que vivimos, por eso es bueno insistir en lo poco atinente de las acciones de la revolución para revertir la situación de caos a la que fue arrinconada. Basta mencionar algunas situaciones para la reflexión.
Sigue existiendo desvinculación de la alta dirigencia con el sentir de la base. Ya no es suficiente el mero discurso aproximista mediatico, hay que establecer los vinculos reales, y no burocráticos de acercamiento y acción para que el Poder Popular no siga quedando escrito en el papel.
Entendemos que "Como Sea", era necesario acometer algunas acciones para poder tener saldos favorables el 6D, pero la improvisación no puede ser una máxima revolucionaria. El Vicepresidente no puede anunciar bajar el precio de cartones de huevos en más de un cien por ciento en cadena nacional sin prever que tal medida no iba a ser sostenida ni siquiera en un corto tiempo; asi como tampoco, a pocos días de las elecciones se debe vanagloriar de ser un gobierno que ha brindado acceso a la tecnología, lo cual se sabe y hay muchos elementos que lo avalan como a ningún otro, por eso no nos explicamos el para qué salir a repartir tabletas desesperados, si además sabemos que muchas se desviarían en el camino a destinatarios que le darían otro uso, como en efecto sucedió. Ah, y ni hablar de los susodicho "Orinocos" entregados a cuanto oportunista y aprovechador que pasean placidamente sin interesarles transportar al ciudadano o ciudadana que lo necesita.
Y sigue una larga lista a lo interno del accionar del Proyecto Bolivariano, que empanó durante este 2015, que avisoró las posibilidades de retrogradar e hizo que muchos militantes de corazón y razón, hayan sentido que llegó un periodo apoca lítico perpetuo de la revolución.