El chavismo está obligado a presentar y desarrollar sus mejores estrategias e iniciativas políticas: a consolidar un discurso y práctica política demostrativo de relaciones coherentes entre el lenguaje, la ética y la gestión de las estructuras partidistas y estatales, y orientadas a desmontar el sistema de dominación y control social que ha instalado el bloque imperial-oligárquico.
I
Defensa y protección de la Constitución Nacional Bolivariana y de los derechos del pueblo
El desempeño y la unidad del chavismo se decide en términos de concretar un efectivo cambio de la actual situación de fuerzas, con base de transformar la relación de fuerzas, en la perspectiva de articular la defensa de la Constitución Bolivariana y los derechos del pueblo con la política de:
1.- Organizar y movilizar el poder del Estado y el Parlamento Comunal: el sistema de gobierno del pueblo
2.- Hacer efectivo el principio de "Mandar obedeciendo"
3.- Supervisar, controlar e interpelar, desde el sistema de gobierno del pueblo, la actuación de los diputados y diputadas en la Asamblea Nacional.
3.- Construir el socialismo desde la apropiación comunal del territorio.
4.- Es primordial generar y posicionar una "Revolución Cultural":
Sin "revolución ideológica" y cambios de paradigmas, es imposible asegurar la puesta en común de la vida, la democracia participativa, la igualdad, la producción-reproducción de las condiciones materiales de existencia y la soberanía de la patria.
4.- Generalizar y consolidar políticas socio-productivas fundamentadas en la democracia participativa y protagónica y el deslinde de la lógica del capital.
5.- Control estatal y popular del sistema que regula la importación y distribución de alimentos, medicinas, artículos del hogar y de uso personal: con especial protección a la infancia, la tercera edad y al servicio de salud.
6.- Defensa irrestricta del Gobierno de Nicolás Maduro, de las decisiones ejecutivas orientadas a la protección de la Constitución Nacional, el Estado de derecho social y configuración del sistema de gobierno del pueblo, y de los logros de la Revolución Bolivariana.
II
La cuestión del Estado y las leyes del poder popular
1.- La naturaleza y calidad de la gestión estatal chavista está regulada y mediatizada por la institucionalidad "típica del Estado capitalista", y de su variante punto-fijista.
El Estado heredado (impactado por una crisis general) asimila y obstaculiza todo lineamiento político de gestión eficaz y eficiente (justa y democrática). Es más que imperioso:
Avanzar un proceso que consolide nuevas estructuras y modelos de gestión de Ministerios, Gobernaciones y Alcaldías, la institucionalidad estatal que radicalice la democracia participativa y desarrolle de políticas socio-productivas que aseguren la ruptura con la lógica del capital.
2.- La radical reconfiguración, sin demora alguna, del discurso y las prácticas políticas chavistas, y el sistema de medios públicos:
Para superar el actual punto de inflexión chavista, es menester asumir la contradicción interna de una política que presentamos como anti-capitalista, pero que no obstante no subvierte con rigor y coherencia a los contenidos ideológicos que son propios de la lógica del capital global, y de las estrategias políticas que confrontan el desempeño del chavismo.
3.- Desarrollar plataformas web.2 y web.3, enfatizar contenidos comunicacionales que efectivamente desarticulen (ideológica o culturalmente) el discurso político del bloque imperial-oligárquico.
3.- Asumir la ruptura con el sistema de dominación y coerción imperial-oligárquica, de acuerdo con el principio de "Obras son amores".
III
La cuestión del partido
No hay de otra que revisar (con base de una experiencia realmente democrática) la concepción y metódica partidista vigente en el conjunto de formaciones políticas del Gran Polo Patriótico, y concretamente del PSUV. Es ineludible y sin dilación:
1.- Erradicar la idea del partido "Gran Maquinaria" sobre impuesto a la organización y movilización del pueblo. Desde hace demasiado tiempo es evidente que el partido maquinaria no determina la modalidad de organización política que es efectiva para dinamizar la revolución socialista.
2.- Transformar los estilos de trabajo y métodos de dirección dominantes.
3.- Recrear las mediaciones entre las estructuras partidistas y el movimiento popular.
4.- Abolir relaciones clientelares, procedimientos de cooptación de vocerías populares y el apalancamiento de "dirigentes flechas".
5.- Redefinir la metódica y contenidos de formación política e ideológica vigentes en la Escuela de Cuadros del PSUV.
6.- Asumir, la idea de "todo fracaso político es una derrota teórica". Al margen de la diatriba y narcisismo intelectual, debemos calar nuestras "lagunas teóricas" y darles un para’o, ya que son parte sustancial de las debilidades primordiales que impactan el desempeño chavista.
Es competencia del chavismo, el valor de pulsar la distancia entre el ejercicio del poder y la verdad de la política revolucionaria; asumir que la contra-revolución es el resultado de cuestiones populares no asumidas coherentemente, por la izquierda.