Bajo el signo de la revolución, una visión a la crisis política venezolana

La gran revolución socialista ha ejercido la influencia decisiva para el desarrollo humano de la nueva época; época de la emancipación social y nacional, la época de la transición del capitalismo al socialismo, fundando con ello el estado de los obreros y campesinos para consolidar el progreso social de la humanidad en la lucha de la clase obrera internacional para concretar el movimiento de la liberación nacional y en la creciente unidad de los Partidos hermanos, la finalidad es hondear el progresismo social hacia la Paz, la amistad, el socialismo, el amor y el comunismo.

La revolución socialista, es un modo de vida completamente distinto del burgués, el valor supremo es el propio hombre y el trabajo concienzudo y altamente productivo de cada uno para ellos en beneficio para la sociedad. Si bien la propiedad privada de los medios de producción divide a los seres humanos, la propiedad social los une, crea posibilidades objetivas para la conjugación armónica de los intereses personales, colectivos y nacionales de todos los trabajadores y las trabajadoras.

La unidad político – moral de la sociedad en donde los obreros, campesinos y los intelectuales coexistan, generarán la democracia socialista en donde cada trabajador tenga la posibilidad de participar activamente en la vida política y en la gestión de todos los asuntos estadales y locales. Todo se hace para el género humano; la producción, la cultura y la ciencia están puestas al servicio del pueblo y su destino directo es mejorar las condiciones de vida.

La base de cualquier régimen social, es su economía; la obra más importante del partido sería junto al pueblo como unidad inexorable, la edificación de su estructura social cuya creación importante es la base científico – técnica del mismo; el partido ha elaborado un sistema integral y amplio de medidas económicas, políticas e ideológicas fomentando con ello el éxito de la ciencia y la técnica claro exponente de los nuevos y adelantos del talento y destrezas de la clase obrera, siendo ellos el vuelo rayano de la fantasía. El partido debería dedicar una enorme atención a la agricultura, consolidando la base material y técnica de la misma, elevando el interés económico, así como en la transformación de toda la vida rural y en la aproximación de las condiciones del trabajo y nivel de vida de la ciudad y el campo.

El aumento sistemático del bienestar material del pueblo es el rumbo constante del partido y el estado colocando con ello, la fabricación de las mercancías de consumo popular; debemos estar acostumbrados a las grandes conquistas de nuestra revolución, fenómenos sociales del pasado como el paro y la miseria, son acontecimientos inseparables de la sociedad capitalista. En el periodo actual es una necesidad aumentar nuestra producción social sobre la base del progreso científico – técnico, aplicar en todas las ramas de la economía nacional los logros de la ciencia, la técnica y la tecnología moderna, perfeccionar la estructura de la producción, mejorar la organización del trabajo y utilizar a pleno rendimiento toda la maquinaria de que disponemos. La tarea principal, tanto en la industria como en la agricultura, consiste hoy en proporcionar la mayor cantidad de producción de mejor calidad con gastos mínimos de trabajo, dinero y recursos materiales; estas serían las causales en una nueva planificación nacional para lograr levantar el punto más crítico que ha presentado el proceso revolucionario en este tiempo histórico, pues, en nuestro país se realiza una inmensa labor en preparar especialistas para las ramas de la economía y producción científico – técnica pero no hay incentivo en extrapolar los niveles para optimizar los niveles de eficacia y eficiencia en una nueva teoría de explotación del suelo.

Para lograr estas líneas es necesario el aniquilamiento del capitalismo en su plena estructura de sociedad de consumo por un modelo de producción comunal cuya misión es la liberación de los pueblos. El socialismo significa el aniquilamiento del yugo social y nacional, la supresión de la miseria y el desempleo, el florecimiento de la cultura, la elevación del bienestar del pueblo y el futuro de la humanidad, así como lo planteo nuestro presidente eterno Hugo Chávez Frías en su plan de la patria histórico con sus cinco objetivos estratégicos (2012). El capitalismo en cambio, condena a las masas trabajadoras a la miseria, el hambre y el paro forzoso, a su vez, provoca guerras y lleva en sus entrañas la amenaza del exterminio; el capitalismo monopoliza al estado, el progreso científico – técnico no debilita sino que, por lo contrario, acentúa el antagonismo entre el trabajo y el capital, entre los monopolios y las grandes masas populares, es por ello, la imperiosa necesidad que la clase obrera revolucione su entorno y se unan cada día más de forma estrecha con las masas populares para no dejarse oprimir por la manipulación del sistema capitalista y para ello se debe reforzar la solidaridad del partido con los proletarios, sin embargo, solo los seudosrevolucionarios de “izquierda” de espíritu aventurero, pueden ver en la política de coexistencia pacífica de los Estados como regímenes socio – políticos diferentes y por ende acentuar el oportunismo y sectarismo; dos fenómenos implícitos en este sistema nuestroamericano y afrodescendiente, cuya finalidad es y será, el debilitamiento e individualización de las masas populares; en el seno de estas líneas gruesas es imperativo el llamado del Partido Socialista Unido de Venezuela a la adhesión de todas las fuerzas revolucionarias y en extrema unión junto al pueblo organizado para revelar al máximo el eslabón para la consolidación de nuestro Estado Popular y de cada trabajador para consolidar la democracia socialista.

Estas son algunas propuestas hechas para consolidar nuestro proceso revolucionario con la reconciliación verdadera de las masas organizadas a través de la Rectificación y Reimpulso de una crítica y autocrítica donde la dirección nacional junto a toda su estructura abra el compás para encaminar esta nueva etapa del proceso revolucionario.

En este tiempo histórico se logra evidenciar una debilidad y cuidado si no sea el punto más crítico del proceso revolucionario producto de políticas antagónicas a la realidad del proletario, pues, existe una acción de agite, divulgación y calentamiento de calle y no propuestas concretas para la concreción del sistema político socialista como modelo de bienestar social hacia el buen vivir, es por tal motivo que, la coexistencia entre el legado de nuestro comandante eterno Hugo Chávez y las nuevas acciones de producción nacional – regional – local y comunal, serán las herramientas esenciales bajo la filosofía de transformación social para adherir y convocar la nueva etapa de prosperidad científico – tecnológica y social en el estado comunal.

 

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Jesús Alberto Sanchez Hernández

Educador. Miembro del equipo PSUV sector universitario.

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