Cuando entendemos que los poderes de un Estado, país o nación, son instituciones que le permiten controlar funciones y que al mismo tiempo por medio de las mismas se establecen las articulaciones las relaciones de la comunidad internacional, y cuando conocemos que existe una ley, una ley no, así no es, la situación seria la siguiente; cuando tenemos conocimiento de que existe un acuerdo plasmado en un instrumento formal (una carta), que se pudiera considerar jurídico o legal, en el marco del Derecho Internacional Público, en el cual se obliga a los estados miembros de la O.E.A que lo hayan aceptado, cumplir con las medidas y decisiones tomadas en el seno de la secretaria de esa organización internacional, y también, cuando observamos que, ese instrumento "FORMAL" preñado de muy "BUENAS INTENCIONES, que se convierte en una normativa legal de estricto cumplimiento para los Estados "¡MIEMBROS!" pertenecientes a dicha organización, contempla en sus postulados, específicamente en su artículo numero veinte (20), que:
Artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana.
Del Fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática.
En caso de que en un Estado Miembro se produzca una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático, cualquier Estado Miembro o el Secretario General podrá solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente para realizar una apreciación colectiva de la situación y adoptar las decisiones que estime conveniente.
El Consejo Permanente, según la situación, podrá disponer la realización de las gestiones diplomáticas necesarias, incluidos los buenos oficios, para promover la normalización de la institucionalidad democrática.
Si las gestiones diplomáticas resultaren infructuosas o si la urgencia del caso lo aconsejare, el Consejo Permanente convocará de inmediato un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General para que ésta adopte las decisiones que estime apropiadas, incluyendo gestiones diplomáticas, conforme a la Carta de la Organización, el derecho internacional y las disposiciones de la presente Carta Democrática.
Durante el proceso se realizarán las gestiones diplomáticas necesarias, incluidos los buenos oficios, para promover la normalización de la institucionalidad democrática… (Fin de la cita).
Luego de "esta perla", cuando vemos, observamos y escuchamos las actuaciones y las declaraciones del actual presidente de la Asamblea Nacional Henry Ramos Allup, tomando en consideración que algunos personajes de la política internacional, perteneciente al "Club de los Presidentes Fascistas Latinoimperioamericanizados", haciendo la solicitud a la OEA, de la aplicación de dicha Carta, luego entonces solo nos resta, sospechar, suponer, inferir, decir o expresar que estamos ante la muy peligrosa situación de un "¡CONFLICTO DE PODERES!", y por ende, entrando la peligrosísima y gravísima situación de "¡CONFLICTO DE REACCIÓN EN CADENA!", que nos colocaría a las personas que habitamos en este vasto universo terrenal bien llamado ¡VENEZUELA!, en dos escenarios posibles pero con un solo objetivo, que seria los siguientes: Nos vamos a una descomunal coñaza interna (Guerra Civil) o nos vamos a una señora batalla campal de corte bélica (Intervención Internacional), para así con ello poder tener los elementos necesarios, amplios y suficientes, para poder aplicar los postulados de la "BENDITA CARTA DEMOCRATICA INTERAMERICANA", para el supuesto restablecimiento del orden democrático constitucional, que de acuerdo con esa bendita carta, dicho "ESTADO MIEMBRO" se encuentra en situación de "Alteración del Orden Democrático Constitucional".
En poca y muy expresivas palabras, nos estamos dejando llevar por "El Escualidismo 2.0", al terreno de la derecha internacional, en cual ellos pretenden que estemos para podernos joder como a "niños y niñas de pecho"
¿Sera que nos dejaremos joder, después del sacrificio, gran y valioso esfuerzo que hizo HUGO RAFAEL Chávez FRIAS?...
En realidad, no lo creo, pero como en este mundo hemos visto tantos "muertos cargando basura", luego entonces nos sembramos las dudas, claro está, esto no es nada personal contra nadie ni persona alguna, pero sí un mensaje desesperado muy directo para con todos y todas nuestros y nuestras dirigentes. Señores ¡ESTAMOS EN GUERRA!, por lo que al enemigo ni agua.