Por lo general, a las personas, que como yo, nos las pasamos hablando
gamelote, por las redes sociales y en cuanta página web se nos ocurra,
se nos considera o se nos tildan de terroristas cibernauticos o
criticones sin criterio. En el peor de los casos se nos considera
“TRAIDORES DEL PROCESO”, o en su defecto traidores a la patria, o al
legado de CHAVEZ…vamos a ver ¿Dónde nos comemos nuestro pescado
salado, para no tener que estar pidiendo agua en cualquier parte, para
quitarme la sed…pero la vaina no es asi.
“No le tengamos miedo a la crítica, ni a la autocrítica. Eso nos
alimenta, nos hace falta".
(Hugo Chávez) 20 de octubre de 2012. (Golpe de Timon)
¿Algo no se entendió?
Al pueblo se nos sigue convocando a la participación, se nos sigue
llamando para que aportemos nuestros saberes, con respecto a las
consideraciones empíricas que tenemos de nuestras experiencias vividas
en las comunidades, nuestros sectores parroquiales, municipales,
estadales, entre otras, es decir, se nos hacen llamados para que
CRI-TI-QUE-MOS, las cosas que consideremos, no están a la par de las
realidades de las comunidades en la actualidad, en relación a las
POLITICAS SOCIALES DEL ESTADO, o en su defectos con la designación de
alguna persona que no cumpla con el perfil o los requisitos mínimos
para ocupar el cargo, o que no esté cumpliendo con las instrucciones
impartidas por el presidente de la república NICOLAS MADURO MOROS para
el perfecto desarrollo y aplicación de las políticas públicas del
estado. Pero, cuando el PUEBLO CRITICA, lo primero que se asoma, es la
prepotencia y el despotismo de los criticados o criticada. Entonces
pregunto
¿Para qué criticar?
En los actuales momentos, estamos ante una de esas situaciones, en la
que no sabemos, si decir lo que pensamos es una TRAICION A CHAVEZ y a
su legado, o un derecho político que nos otorga la constitución o
simplemente el permiso que nos concede u otorga un jefe para poder
manifestar un desconforme, con la posición o medida adoptada, por
nuestro gobierno revolucionario; puesto que, si “Qriticamos” por
ejemplo, el incumplimiento de una promesa no ejecutada, luego
entonces, se asume que estamos criticando, la ejecución de la misma.
¿Alguien se fijó que criticamos, está escrita con “Q”?
Los silencios se deben interpretar, con el mismo criterio y filosofía
que se asume el refrán “la venganza es un plato que se debe comer
frío”
Por aquello de: “Interpreta mi silencio”
Soy CHAVISTA y seguiré apoyando el gobierno de Nicolás Maduro, hasta
con mi propia vida de ser necesario, pero no hay papel en blanco.