Cáscara Amarga 1031

Culo de Fierro

Culo de Fierro. Asina, fuera el cognomento que recibiera el Libertador Simón Bolívar del Alto Perú. Culo de Fierro de entre nalgas, fruto final y producto terminal de entre el borrén delantero y el borrén trasero de su silla topológica de montar a su caballo Palomo. Y, cuando decimos Palomo, no ha de haber discriminación ni distinción entre la cabalgadura del Libertador. Y, el Culo de Fierro de entre nalgas, se hiciera de tanta cabalgadura en el medio sillín caballón lomo de Palomo. El Culo de Fierro de entre nalgas, de entre el borrén delantero y el borrén trasero de la silla de montar a Palomo. Agora ahora hogaño, en el Culo de Fierro de entre nalgas, ha de estar el punto crucial decisivo inflexivo topológico contradictorio caliginoso borroso como si fuera la grafía gráfica paradójica lemniscata de Bernoulli y la figura paradójica parabólica curva cúbica de Picasso. En el Culo de Fierro de entre nalgas, ha de estar el paradójico plausible prudente tercio incluso un medio aristotélico absurdo medular estable profundo claro alegre penetrante de entre el exceso y el defecto de la Moral de Aristóteles. Culo de Fierro, de entre nalgas, paradójico medio maleoiano profundo en el camino medio de entre el borrén delantero y borrén trasero de la topológica silla de montar al caballo Palomo, el Libertador. Culo de Fierro, de entre nalgas, que le hiciera el callo en el fondo no del colon sino del culo al Libertador. Culo de Fierro de entre nalgas, fuera el cognomento victorioso histórico libertario que ganárase el Libertador en el Alto Perú. Culo de Fierro de entre nalgas, en los altos del Perú, que le endilgara el ensillador de su caballo Palomo, al verle tamaño callo en el culo. Culo de Fierro de entre nalgas, callo en el culo, tanto como el callo en el culo de Don Quijote, que hiciérale su caballo Rocinante. Callo en el culo de Don Quijote, que viérale siempre, su fiel escudero, Sancho Panza. Y, Sancho, admirábase y desternillábase de risas, el fiel escudero, que mirábale tan tamaño callo entre posaderas en el culo a su Señor como si fuera una lumbrera en su cadera. Y, a mas y a más, aun y aún, como si fuera de entre golpe y contragolpe, de entre nalgas, de entre gracias y desgracias, el paradójico radiante ojo avizor culantro quevedoiano absurdo medular estable profundo claro alegre penetrante, el Culo de Fierro de Don Francisco. El Culo de Fierro de entre nalgas, paradójica ironía ofensiva defensiva quijotesca cervantina absurda medular estable profunda clara alegre penetrante, arma dialéctica difusa defensiva ofensiva de entre la locura y la cordura de Don Quijote. El Culo de Fierro de entre nalgas, tanto de Sun Tzu. Y, que el colombiano Gabo, Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura 1982, decía que el escribía con las nalgas. Y, que tenía un callo en el culo de tanto cabalgar en una péndola pluma perinola. Culo de Fierro de entre nalgas, callo en el culo inalcanzable, como el callo en el culo del Libertador. Y, el Gabo, Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura 1982, referíase al General en su Laberinto, al Libertador, asina ansí asín así, decía: Tenía las piernas cazcorvas como los jinetes viejos y el modo de andar de los que duermen con las espuelas puestas, y se le había formado alrededor del sieso un callo escabroso como una penca de barbero, que le merecía el apodo honorable de Culo de Fierro. Desde que empezaron las guerras de independencia había cabalgado dieciocho mil leguas, más de dos veces la vuelta al mundo. Nadie desmintió la leyenda de que dormía cabalgando. Agora ahora hogaño, el Libertador, que dormía en el lomo de Palomo, Culo de Fierro, redujera el hexámetro de Quintiliano. Hexámetro, de obligatorio estudio en las Escuelas de Derecho en todo el mundo. Hexámetro del aspecto tiempo persona, de la categoría hecho lugar, de la perspectiva el medio, la manera y el motivo, del enfoque finalidad. Hexámetro que quedara reducido a díptico, natura y persona del Libertador. Natura y persona es continente que contiene los contenidos del hexámetro del retórico pedagogo hispanorromano calahorraiano, hijo de Calahorra, 65 años después de Cristo. Y, esto por lo que el Libertador le dijera al Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, el 28 de octubre de 1828: Tome usted como base de sus operaciones, la naturaleza de las cosas y el interés instantáneo, sean el ingenio de sus inspiraciones. O sea y es decir, decir natura y persona. Y, de entre natura y persona, déjese llevar, déjese impulsar como por un impulso irresistible inspirativo instantáneo, en que usted, jamás de los jamases, ha de fallar. Usted, siempre ha de ser acertado. Agora ahora hogaño, de lo que se tiene dicho y de lo que deténtase mentado, de Culo de Fierro, natura y persona, han de ser atributos y casos correlativos límite límbico grembo fronterizo concomitantes contradictorios caliginosos maleoianos absurdos medulares estables profundos claros alegres penetrantes, TINACO, fruto terminal y producto final de entre nalgas ¡El Culo de Fierro!

Con digresión y sin digresión, Culo de Fierro de entre nalgas. Nadie ha de desmentir que el aire acondicionado y la suave ergo métrica silla del escritorio del escritor, han de producir callos en el culo. Solo y sólo, salvo en las pasaderas caderas nalgas del Gabo colombiano, Premio Nobel de Literatura 1982. Y, hasta la presente fecha, nadie ha mostrado, de su suave ergo métrica silla de escritorio del escritor, su callo escabroso como una penca de barbero, de entre nalgas, que le ha de merecer el apodo honorable del Libertador de Culo de Fierro. Culo de Fierro de entre nalgas, en el punto crucial decisivo inflexivo topológico borroso de entre el borrén delantero y el borrén trasero de la silla caballeresca de montar a Palomo el Libertador Simón Bolívar. A Babieca el Cid Campeador. A Rocinante el Caballero de la Triste Figura, Don Quijote de La Mancha. Y, a buen seguro que Jesucristo, hubo de tener su Culo de Fierro de entre nalgas, fruto terminal y producto final en el punto crucial decisivo inflexivo topológico contradictorio borroso del lomo de su blanca pollina cristina cristiana. Y, en que el Libertador no se pelara en lo que dijera, ya que los cuatro tenían un callo en el culo. O sea, que Jesucristo, el Quijote y él, eran los mas y más, pero y empero, grandes majaderos insulsos del universo mundo ¡Culo de Fierro los cuatro! en la perogrullada primera vez de Perogrullo. Síguese que la paradójica ironía ofensiva defensiva armígera dialéctica difusa quijotesca cervantina absurda medular estable profunda clara alegre penetrante de equilibrio dinámico dialéctico difuso diplomático diabético de entre la locura y la cordura de Don Quijote, como también de entre nalgas el Culo de Fierro de Don Francisco de entre gracias y desgracias. Paradójica ironía defensiva ofensiva quijotesca cervantina, que es argumento armamento guerrillero liberador. Culo de Fierro de entre nalgas, que ha de tener como asiento acentuados glúteos nalgas culos ferrosos como las nalgas del Libertador Simón Bolívar. Culo de Fierro como las del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha. Culo de Fierro, el culo del Cid Campeador. Y, con rebozo y sin rebozo, la existencia de la teoría especulativa matemática impecable razonada hipotética existencial última del algo existente ya y la nada existente ya, con franqueza y sin franqueza, es tanto como nombrar a la bacinilla de Rosa María de la calle Alegría de San Carlos de Cojedes, la mitad llena de miao y la mitad vacía, o sea y es decir, decir el algo existente ya y la nada existente ya. Es tanto como decir, el borrén delantero y el borrén trasero de la silla topológica de montar, el Cid, Don Quijote y el Libertador. En manifiesta teoría en de por medio y por la calle de en medio, el Culo de Fierro de entre nalgas, el callo en el culo del Cid, de don Quijote y del Libertador Simón Bolívar. La teoría especulativa matemática impecable razonada hipotética existencial última del algo existente ya y la nada existente ya, de Maleo 2001 y la bacinilla de Rosa María, símbolo de la borrosidad del llano de Cojedes, tautológica repetitiva teoría, desarrollada y demostrada con la existencia siempre en todo acto de guerra y de Paz. Y, en de por medio y por la calle de en medio, Culo de Fierro del Libertador. Culo de Fierro, eclesiástico, lo que es, es lo ha sido. Lo que es, es que lo será por siempre de la Segunda Ley de la Dialéctica de Hegel y Marx, el movimiento de la historia en espiralinas cíclicas sinusoidales. El movimiento de la historia, eterna noria notoria. Y, Culo de Fierro de entre nalgas, es tanto como la paradójica ironía ofensiva defensiva quijotesca cervantina absurda medular estable profunda clara alegre penetrante de entre la cordura y la locura de Don Quijote. Culo de Fierro, es tanto como paradójica arma dialéctica difusa defensiva ofensiva quijotesca cervantina absurda medular estable profunda clara alegre penetrante, desarrollada y demostrada con la ética consentida comprometida consuetudinaria de la diplomacia moderna avanzada cáscara amarga jurisprudencia romana usual ordinaria de lo humano y lo divino. Culo de Fierro de entre nalgas, es tanto como la paradójica ironía ofensiva defensiva quijotesca cervantina absurda medular estable profunda clara alegre penetrante desarrollada y demostrada con la estética prologada de la Segunda Parte del Quijote. Culo de Fierro, es tanto como en que aparece el loco con canuto infla perros por el culo. Culo de Fierro, es tanto como en que aparece el loco con enorme piedra en la cabeza, que déjala caer en la cabeza de los perros que en la vía encuéntranse. Culo de Fierro, es tanto como de entre la locura y la cordura. Culo de Fierro, borracho de ironía poética natura mundana humana de toda la estética obra del Quijote, borrosa difusa caliginosa en que no todas las cosas son lo que parecen y no todas las cosas son lo que son de la Primera Ley de la Dialéctica de Hegel y Marx. Culo de Fierro de entre nalgas, es tanto como las nalgas margullidas en el metafórico cleuasmo quiasmo río efesoíta, que se emparentan, la obra del Quijote con Hegel y Marx con la las Leyes de la Dialéctica. Culo de Fierro de entre nalgas, es tanto como la equilibrada dialéctica difusa, presente ahí, en el Quijote, presente ahí en el Libertador, la dialéctica armónica simultánea contradictoria en el metafórico cleuasmo quiasmo río heraclitoiano del somos y del no somos, porque y para que se sepa redujera, abracadabrante magia ingenua, el Libertador Simón Bolívar, el hexámetro de Quintiliano al díptico Bolivariano de natura y persona, el 28 de octubre de 1828, a las cinco en punto de la tarde, del día de San Simón y del nacimiento de Simón Rodríguez, quien inculcárale la dialéctica al dialéctico dilecto divertido difuso alumno pupilo Simón, y hablárale del erramos y del no erramos, del inventamos y del no inventamos, del conocerte y del no conocerte, del vencerte y del no vencerte, de la exclusión y de la inclusión, y, por en medio por la calle de en medio la integración bolivariana profunda, la unidad armónica contradictoria, del cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, para poder haber llegado, el niño Simón, al díptico de natura y persona, al través del callo en el culo y de entre nalgas ¡El Culo de Fierro!

Con divagancia y sin divagancia, Culo de Fierro de entre nalgas. Callo en el Culo, culero libertario laberíntico. Callo en el Culo del Libertador Simón Bolívar, fruto terminal de la silla de montar su caballo Palomo. Callo en el Culo de entre nalgas, que hubo de tenerlo Jesucristo, que gustaba de montar en pelo a su pollina. Y, contaba Rosa María, que su Burra Bicicleta de la calle Alegría de San Carlos de Cojedes, era una hermosa burra blanca con los ojos azules, con un caminar de pasarela de la belleza de concursos en temporadas de Miss Venezuela. Burra Bicicleta, que parecía en su hermosura y caminar a María Magdalena, la novia de Jesucristo, la cristiana dama primera. Y, como tiénese dicho y deténtase mentado, Culo de Fierro, de entre nalgas. El Callo en medio del Culo. El Culo de Fierro de entre nalgas, lo hubo de tener el Cid Campeador, lo hubo de tener Don Quijote. Y, que en el Quijote Apócrifo, Rocinante, en su pícara escondida sabiduría húbolo de saber, lo del callo en el culo del Cabalero de la Triste Figura. Que húbolo de saber el irónico Onagro Asno de Sancho Panza, que hablaba como la Burra de Balaam. Onagro Asno, que formárale el callo en el culo al escudero de Ingenioso Hidalgo. El callo en el culo de Don Quijote, era solo y sólo, atocado por el burlador curioso escudero, Sancho Panza. Lo sabía, lo del callo en culo del Libertador Simón Bolívar, a mas y a más, de Manuelita, el peruano, quien le puso el digno cognomento histórico de Culo de Fierro. Culo de Fierro, en esa laberíntica travesía épica desde Boyacá, pasando por Carabobo hasta las alturas de Pichincha Ayacucho Bolivia, en la liberación de un millón de kilómetros cuadrados, Colombia, Bolivia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela, a fuerza de nalgas, posaderas receptoras callicidas, y, a mas y a más, sobre una silla de montar. La silla de montar, un espacio topológico antagónico borroso, entre el borrén delantero y el borrén trasero, casos correlativos límite contradictorios caliginosos, en que aparece el punto inflexivo topológico difuso, responsable de los callos entre posaderas de los jinetes. Y, que no deja sino testimonios entre asentaderas, difícil de borrar, como lo ha sido el callo culero libertario laberíntico del Libertador Simón Bolívar. Y decía don Celedonio Ávila, el padrino de Hermito Escalona, el vecino de Aporrea, que cuando el Libertador Simón Bolívar, llegara a la casa La Blanquera en San Carlos, notábasele el callo en el culo, parecido a un bonito clítoris erecto güevo bueno, esas bonitas cosas fálicas, atraían mucho a don Cele, que echaba los cuentos en la Plaza Bolívar de San Carlos. Y, supimos del baile del general Silva con el general Bolívar, antes de la Batalla de Carabobo, del 24 de junio de 1821, ahí en la casa La Blanquera, por la boca de ganso de don Cele. Y, que estaba sonando un bonito minué, y, las muchachas querían bailar con Bolívar y no con José Laurencio. Y, el Libertador se arrechó, y saco a bailar al general tinaquero, y, entre cachetes rodaba el minué, con el hijo tinaquero de María Casilda. Y, las risas reventaban entre las muchachas presente en La Blanquera. Y, a mas y a más, pero y empero, la de los muchachos que estábamos escuchando atentos al viejo cuentero macapero embustero. Don Cele, era el animador de misas de aguinaldos, nacimientos, carnavales, la burriquita, el diablo con garabato en la Plaza Bolívar, y, al mismo tiempo, el perfume jean marie farina, a los ojos de las muchachas, la quema de arbolitos y fuegos artificiales, la quema de judas, y, a escondernos Luicito y yo, huyendo de la quema y de la cohetería, abajo de los carros cercanos como guardarnos. Don Cele en las Semanas Santas, que de palos ensebados sabía bastante, el viejo cuentero embustero macapero. Don Cele sabía de carreras de saco y ñema en cuchara, de carrera de burros y de burras. Don Cele, sabía de la cuerda de gallos, del salto de gallera, de Ismael García, de peleas de perros. Y, Nerón el perro de Rosa María, siempre ganaba. Coño, don Cele, el viejo cuentero embustero macapero, parecía un pandemonio pandémico contagiante Ómicron moderno ¡Qué tiempos aquellos! decía Kotepa, el amigo de don Cele. Animaba, Don Cele, las famosas fiestas patronales de San Carlos, cacho en la manga, y, el toro negro que no faltaba, y, el salto de talanquera, de Ismael García, que me jode el toro negro, y, el bendito toro negro en mi magín, tritúrame el inconsciente tanto como la perra negra de Ermila Zenobia. Don Cele sabía de basares, bingos, mesas de juego, en el baulebar de San Carlos en el Samán Centenario, de la Sucre con la Silva, la Plaza Bolívar, y, el Liceo Eloy G González, el dominó, las bolas criollas, el ciclismo, los competentes sancochos. Don Cele sabía de circos, como de la rueda, carritos chocones, múcuras, y, sus aviaoncitos, en el baulebar de San Carlos. Y, La Billo y Los Melódicos y Orlando y su Combo, en el Centro Social Cojedes. Y, con similaricadente tautología repetitiva platónica, don Cele, hablaba del callo culero libertario laberíntico del Libertador, en la Casla Blanquera, antes de la guerra de Carabobo, y, el cuentista cuentero macapero embustero, decía a voz de ganso en cuello ¡Ah vida! ¡Entre nalgas! ¡Culo de Fierro!

Con concordancia y sin concordancia, Culo de Fierro de entre nalgas, una síntesis, como entre la tesis y la antítesis de Hegel y Marx, que surge del medio maleoiano profundo, de la sombría penumbra whitmaniana, del punto crucial decisivo, del punto inflexivo topológico borroso. Culo de Fierro de entre nalgas, síntesis manifiesta de tal modo como un callo, asina como el que hiciérasele en el culo al Libertador Simón Bolívar, entre el borrén trasero y el borrén delantero de su silla topológica de montar a Palomo. Culo de Fierro de entre nalgas, síntesis callosa, ojo de gallo similaricadente ojo del culo de entre nalgas, de entre gracias y desgracias de Don Francisco. Culo de Fierro de entre nalgas, con que ganárase el Libertador, el cognomento, de la callosidad sintética histórica de su silla topológica de montar, entre el algo nuevo ante el Sol maleoiano y el nada nuevo bajo el Sol eclesiástico. Culo de Fierro de entre nalgas, de las definiciones que sustituyeran a los entes definidos en la perogrullada primera vez de Perogrullo. Culo de Fierro de entre nalgas, de entre las posaderas poderosas curvaturas cerradas del universo einsteiniano en constante expansión y el universo contractivo maleoiano de enderezada luz tragada. Culo de Fierro de entre nalgas, como si fuera, de entre la equivalencia gravitacional y la equivalencia inercial. Culo de Fierro de entre nalgas, en el lienzo pictórico blanquinegro del yin y del yang del tao de Laozi como de Walt Whitman. Culo de Fierro de entre nalgas, como si fuera de entre el sexo cóncavo convexo contradictorio caliginoso concupiscente 69 cojedeño de Cojedes de Maleo 2001. Culo de Fierro de entre nalgas, como si fuera lo del cubismo hoja compositiva blanquinegra legeriana de Fernand Léger. Culo de Fierro de entre nalgas, como si fuera la curva lemniscata bernoulliana de Bernoulli. Culo de Fierro de entre nalgas, como si fuera la curva parabólica cúbica picassoiana de Picasso. Culo de Fierro de entre nalgas, como si fuera la armónica simultaneidad contradictoria heraclitoiana de Heráclito. Agora ahora hogaño, del paradójico bigbang lemaitreiano absurdo medular estable profundo claro alegre penetrante de Georges Lemaitre del que surgen iguales elementos contrarios el universo expansivo einsteiniano de curvada luz de la NASA y el universo contractivo maleoiano de tragada luz de la no NASA, tanto como si fuera el paradójico bigbang lemaitreiano absurdo de entre nalgas ¡El Culo de Fierro!

Con rebozo y sin rebozo, Culo de Fierro de entre nalgas, tras presiones épicas, nalgas. Tras presiones épicas, sillas borrosas caliginosas. Sillas borrosa caliginosas, lo que necesitan las posaderas. Sillas borrosa caliginosas, en las mesas misas musas, como le encantaba decirlo Don Francisco. Culo de Fierro de entre nalgas, de entre posaderas, de entre gracia y desgracias. Culo de Fierro, el ojo del culo de Don Francisco. El Culo de Fierro de entre nalgas, el paradójico radiante ojo avizor culantro quevedoiano absurdo medular estable profundo claro alegre penetrante de entre nalgas y de entre gracias y desgracias de Don Francisco. El Culo de Fierro de entre nalgas, es decir que lo de Don Francisco, era la expresión del Gabo en que su escritura era cuestión de nalgas, del ojo del culo, allí en donde al Libertador Simón Bolívar, se le hizo un callo. El Culo de Fierro de entre nalgas, de entre el borrén delantero y el borrén trasero de la topológica contradictoria caliginosa silla borrosa difusa de montar a Palomo el Libertador Simón Bolívar. Culo de Fierro, el Libertador, de entre nalgas, por lo que lo llamaban endespués la sociedad encopetada peruana. Culo de Fierro, las nalgas para el todo y para la nada. Culo de Fierro, para todo evento y en todo caso. Culo de Fierro, la pertinencia y la pertenencia última de las matemáticas del existente algo ya y del existente nada ya. Culo de Fierro de entre nalgas, de entre natura y persona. Culo de Fierro de entre nalgas, de entre el yin y el yang del tao de Laozi y de Walt Whitman. Culo de Fierro de entre nalgas, de entre el sexo cóncavo convexo contradictorio caliginoso concupiscente 69 cojedeño de Cojedes. Culo de Fierro de entre nalgas, existente en de por medio y por la calle de en medio en todos los casos correlativos límite límbico grembo fronterizo concomitantes contradictorios caliginosos de equilibrio dinámico dialéctico difuso en la perogrullada primera vez de Perogrullo de la tesis TINACO. Perogrullada primera vez de Perogrullo, medio maleoiano profundo siempre presente. Culo de Fierro de entre nalgas, de entre la guerra y la paz, de entre la épica y la entérica. Culo de Fierro de entre nalgas. Es decil, pa’ las nargas, nargas y pa’ los pechos pielnas, como lo dijera el diputado cojedeño José Pineda, Premio Noble de Literario Campestre Cojedeña de Cojedes. A lo que deviene la aparición de las manifiestas posaderas posadas nalgas tras presiones épicas del Culo de Fierro. Asina asín ansí, pa’ la guerra la paz, pa´l amor el odio. Pa’ EEUU ha de estar la China. Pa’ la UE ha de estar Rusia. Pa’ Colombia ha de estar Venezuela. Pa’ Guyana ha de estar Venezuela. Pa’ EEUU ha de estar Venezuela. Pa’ EEUU ha de estar Cuba. Pa’ EEUU ha de estar Nicaragua, por tan solo y sólo nombrar algunos de los casos correlativos límite límbico contornos contradictorios caliginosos complementarios congruos coordinados de equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diabético del cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, y en de por medio por la calle de en medio el medio maleoiano profundo, convertido en borrosa silla difusa, que no confusa, en que tras presiones épicas, las nalgas, han de sobrevenir sobre las sillas, que es lo que necesitan las prominentes posaderas nalgas pa’ l entendimiento y la estética ética espiritual, pa´ la épica y la entérica, de entre nalgas, del Libertador ¡El Culo de Fierro!

Con digresión y sin digresión, Culo de Fierro de entre nalgas de todos los casos correlativos límite límbico grembo fronterizo contornados caliginosos complementaros congruos coordinados de equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico en la perogrullada primera vez de Perogrullo de la tesis inédita novedosa avanzada cascaramarga cojedeña de Cojedes TINACO de Maleo 2001, en que lo dialógico es un elemento esencial en Heráclito y en TINACO de Maleo 2001. Heráclito, planteaba el diálogo, y lo decía, que la naturaleza, entiéndese con los contrarios. Y, el entendimiento es de lo dialógico. Heráclito hablaba de las sucesiones armónicas simultáneas contradictorias. Y, lo de la armonía ha de ser del diálogo, del metafórico cleuasmo quiasmo río efesoíta, es continente que contiene todos los contenidos de TINACO, los casos correlativos límite límbico grembo fronterizo contradictorios caliginosos. El Derecho Romano, apoyóse en Heráclito en tanto en cuanto a lo dialógico consentido comprometido consuetudinario. Y, la costumbre sobre la base de una sostenida servidumbre dialógica. Lo dialógico, el diálogo, ha de existir entre natura y persona, de entre nalgas, por el Culo de Fierro de Don Francisco y del Libertador. Culo de Fierro de entre nalgas, del que surgen natura y persona, del Libertador Simón Bolívar, a lo que redujo, el Libertador, el hexámetro de Quintiliano a un díptico bolivariano. Culo de Fierro de entre nalgas del Libertador, del que surgen iguales elementos contrarios. Natura y persona, era su base de operaciones. La naturaleza de las cosas y el interés instantáneo inspirativo individuo humano indulgente, ahí, afincábase sobre el borrén delantero y el borrén trasero de su topológica silla de montar a Palomo, que hízole un callo en el culo, y, ganose ese formidable cognomento histórico de entre nalgas ¡Culo de Hierro!

Con divagancia y sin divagancia, Culo de Hierro de entre nalgas. Y, con esas poderosas posaderas nalgas de fierro, el Libertador, fundó libertó Pueblos, Naciones, Estados y Repúblicas. A mas y a más, pero y empero, fundóse en el punto crucial decisivo en el inflexivo topológico contradictorio borroso de su silla de montar dialógica de entre Nación y Estado. El Libertador, entre nalgas, en de todas sus cartas, a mas y a más, pero y empero, en el pacto con Morillo en Santa Ana de Trujillo, con el tratado de armisticio y de la regulación de la guerra, fuera un pacto épico heraclitoiano dialógico. Y, como tiénese dicho y como deténtase mentado de entre nalgas, de la que surgen iguales elementos contrarios, natura y persona, díptico del Libertador Simón Bolívar. Natura y persona, era su base de operaciones. La naturaleza de las cosas y el interés instantáneo inspirativo. Natura y persona, el Libertador, como individuo humano indulgente. Ahí, de entre natura y persona, afincábase sobre el borrén delantero y el borrén trasero de su topológica silla de montar a Palomo, que hízole un callo en el culo, y, ganóse ese formidable cognomento histórico de entre nalgas ¡Culo de Hierro!

Si el Culo de Fierro de entre nalgas, de entre natura y persona del Libertador Simón Bolívar, es tanto como decir el paradójico radiante ojo avizor culantro quevedoiano de entre nalgas, de entre las gracias y las desgracias de Don Francisco. Entonces sea dicho que el Culo de Fierro de entre nalgas de entre natura y persona del Libertador Simón Bolívar, ha de ser la perogrullada primera vez de Perogrullo de TINACO de Maleo 2001. Ergo vergo sea dicho que el Libertador libertó y fundó Pueblos, Naciones, Estados y Repúblicas. Que el Libertador fundóse en el punto crucial decisivo inflexivo topológico contradictorio caliginoso de su silla de montar dialógica de entre Nación y Estado, de entre natura y persona. Que el Libertador, en el pacto con Morillo en Santa Ana de Trujillo con el tratado de armisticio y de la regulación de la guerra, fuera un pacto épico heraclitoiano dialógico. Que como tiénese dicho y que como deténtase mentado de entre nalgas, de la que surgen iguales elementos contrarios, natura y persona. Que el díptico del Libertador Simón Bolívar, natura y persona, era su base de operaciones. Que la naturaleza de las cosas y el interés instantáneo inspirativo del Libertador. Que natura y persona del Libertador, era como individuo humano indulgente. Que ahí, se afincaba el Libertador de entre natura y persona, de entre el borrén delantero y el borrén trasero de su topológica silla de montar a Palomo. Que la topológica silla de montar a Palomo, hízole el callo en el culo, y, ganóse ese formidable cognomento histórico de entre nalgas ¡Culo de Fierro!









 

 



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Miguel Homero Balza Lima


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