Sin tetas no hay paraíso y con boñiga sí hay serotonina. Y, como siempre dice aqueste este cura ignaro raro cleuasmo asno, a lo de Apeles, zapatero a sus zapatos. Agora ahora hogaño, sin catalina no hay gloria y con boñiga sí hay hidroxitriptamina. Endenates, se dijera que la serotonina como la hidroxitriptamina ha de ser un neurotransmisor. La depresión y la ansiedad son causadas por el cambio o disminución en los niveles de serotonina secretada por el intestino. El total de serotonina en nuestro cuerpo, el 90 % es sintetizado por los intestinos. Cabe destacar que solo entre el 1 % y el 2 % de la cantidad total de serotonina en el cuerpo es producida por las neuronas del cerebro. La serotonina, un neurotransmisor, sintetizada en las células de los intestinos, regula funciones como la excreción. La serotonina es relevante para el estado emocional. Sin embargo, hasta la fecha, se ha desarrollado una preparación de serotonina que pueda administrarse por vía oral. Mas y más, pero y empero, la preparación, cuesta mucho producirla, lo cual no provoca ganancias a los laboratorios transnacionales ni ganancias a las farmacéuticas de los remedios trasnacionales por los pocas personas que se suicidan en el mundo, comparadas con las personas que mueren de cáncer. Y, esa es una única razón por la que ocurren los suicidios, por la falta de la serotonina, el neurotransmisor cerebral, que los Estados han de tomar interés por producir la serotonina de la boñiga y mierda humana, a fin de eliminar los suicidios, producto depresivo ansiolítico, y, que la mierda ha de ser continente que contiene los contenidos de la hormona, que juega un papel crucial en la regulación del estado de ánimo, el sueño, el apetito y otras funciones corporales, y se asocia popularmente con la hormona del amor, la hormona de la ternura y la hormona de la eliminación de la locura de la merluza chapuza. Y, asina ansí asín así, el Estado venezolano, ha de abrir la línea paradójica productiva excreta ansiolítica, a fin de amainar la afín enfermedad del suicidio, que no produce ganancias mercantiles a los laboratorios transnacionales ni provoca ganancias a las farmacéuticas de los remedios trasnacionales por bajos índices de suicidio y alto de cáncer en que sí hay ganancias. Agora ahora hogaño, sin tetas no hay paraíso, tanto como decir que sin catalina no hay gloria para mí, no sé para ti. ¡Guau! ¡Una catalina con queso de búfala, de La Coromoto de Cojedes, por la mañanita con guarapo caliente es una ambrosía jambrosa Catalina, como niño que come golosina mocosa! Y, lo de sin teta no hay paraíso, deviene de Catalina Santana, una adolescente de 17 años de Pereira-Colombia. Catalina Santana, amiga de Yésica, la Diabla, la tratante de las niñas más bonitas lindas sensuales sexuales del barrio para sus amigos narcotraficantes y de la prostitución. Catalina, dulce y animada, infeliz y feliz, es rechazada por el tamaño de sus pequeñas tetas, que no es puerta de entrada a un mundo de lujos y extravagancias. Catalina, desea ganar dinero con la prostitución, cegada por su ambición y las malas influencias, propónese a colocarse un par de implantes de silicona. Implantes, que fueran, endenantes su gracia y endespués su desgracia, su gracia corporal y su desgracia corporal, su gracia familiar y su desgracia familiar. Catalina, y, su salud se deteriorara, a lo que los implantes debieron ser retirados porque contenían droga, o sea y es decir, decir a lo que le condujo el producto final del narcotráfico, de lo narcosocial y de la prostitución. Catalina, es continente que contiene los contenidos de las gracias y las desgracias, la gloria y el infierno. Catalina, es continente que contiene los contenidos del exceso y el defecto, del somos y no somos. Catalina, jamás de los jamases, hubo de saber de equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico de entre su ser y su no ser, de entre natura y persona, de entre sus tetas pequeñas y sus tetas grandes. Catalina, asina ansí así, fruto final de una sociedad carcomida por lo narcótico y lo del narcotráfico colombiano. Agora ahora hogaño, se ha de seguir que Catalina, hubo de sufrir el sindrome de la falta de serotonina. Catalina, hubo de mostrar que su mierda y su cerebro, estaban en desequilibrio, en que hubo una perogrullada primera vez de Perogrullo, tanto como lo hubo de entre el díptico natura y persona del Libertador Simón Bolívar. Catalina y lo del Libertador, fueran victimas del capitalismo histórico histérico rapaz. El capitalismo en su afán desmedido del lucro móvil de riqueza. El capitalismo en su afán y rapacidad dice que por encima del dinero capitalista imperial, no hay valor superior ético. Catalina y el Libertador, marcan la consecuencia del desequilibrio mundial social y ambiental. Catalina con Colombia y el Libertador con Venezuela. Agora ahora hogaño, y, como tiénese dicho y deténtase mentado, Catalina sobre un concupiscente catre y el Libertador sobre el lomo de Palomo, reclaman equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético en las mesas misas musas, de entre las nalgas, de entre las gracias y las desgracias de Don Francisco. Y, decir Don Francisco, es decir y nombrar al paradójico radiante ojo avizor culantro quevedoiano absurdo medular estable profundo de entre, el intestino y el cerebro, de entre la mierda y la inteligencia, de entre sin tetas en que no hay paraíso y con boñiga en que sí hay serotonina.
Con dilettantismo y sin dilettantismo, con gusto y sin gusto, con busto y sin busto, con tetas y sin tetas, con dendritas y sin dendritas, con boñiga y sin boñiga, sin tetas en que no hay paraíso y con boñiga en que sí hay serotonina, se ha de decir que son casos correlativos límite límbico grembo fronterizo concomitantes contradictorios caliginosos de equilibrio dinámico dialéctico difuso en la perogrullada primera vez de Perogrullo, por donde en que hubo de pasar la paradójica tesitura aguja tejedora penelopeiana absurda medular estable profunda de entre el tejer y el destejer de Penélope en la Odisea de Homero, fuente de TINACO de Maleo 2001. De entre sin tetas en que no hay paraíso y con boñiga en que sí hay serotonina, ha de estar el paradójico plausible prudente tercio incluso un medio aristotélico absurdo medular estable profundo de entre el exceso y el defecto de la Moral de Aristóteles, que el materialismo histórico flemático capaz no le ha sabido sacar la punta puta. De entre sin tetas en que no hay paraíso y con boñiga en que sí hay serotonina, ha de estar la paradójica fe hebrea sanpabloiana absurda de entre la certidumbre y la incertidumbre, de la esperanza y la desesperanza, de la convicción y la duda, de lo visible y lo invisible del apóstol Pablo, que desconociera Descartes con su duda metódica y no apreciara la convicción y lo que hay de entre la convicción la duda de San Pablo. De entre sin tetas en que no hay paraíso y con boñiga en que sí hay serotonina, ha de estar la paradójica ironía ofensiva defensiva quijotesca cervantina absurda medular estable profunda de entre la razón y la sinrazón, la locura y la cordura, la rabia y la ternura, los semejantes y los antípodas de Don Quijote. La paradójica ironía ofensiva defensiva quijotesca cervantina, de entre sin tetas en que no hay paraíso y con boñiga en que sí hay serotonina, es lo que le ha faltado a la política y le ha faltado a la filosofía, y esa falta la está pagando la humanidad entera y el mundo entero. De entre sin tetas en que no hay paraíso y con boñiga en que sí hay serotonina, ha de estar el paradójico radiante ojo avizor culantro quevedoiano absurdo medular estable profundo de entre nalgas, de entre gracias y desgracias de Don Francisco. El paradójico radiante ojo avizor culantro quevedoiano de entre sin tetas en que no hay paraíso y con boñiga en que sí hay serotonina, es lo que le ha faltado a la política, le ha faltado a la filosofía y le ha faltado nalgas a la redonda geopolítica mundial en las mesas misas musas para resolver los conflictos bélicos mundiales, la guerra de Ucrania y Rusia, la guerra de Israel y Palestina, China y Taiwán, la de Venezuela y Guyana. De entre sin tetas en que no hay paraíso y con boñiga en que sí hay serotonina, ha de estar la síntesis intelectual esencial existencial real hegeliana marxista absurda medular estable profunda de entre la tesis y la antítesis de Hegel y Marx. De entre sin tetas en que no hay paraíso y con boñiga en que sí hay serotonina, ha de estar la resolutiva optimalidad pretendida maleoiana absurda medular estable profunda de entre lo consciente y lo inconsciente de Cirigliano y Villaverde como de Maleo 2001 del torbellino de ideas de la Dinámica de Grupo de Cirigliano y Villaverde, apersogados con Pitágoras del tercer año de bachillerato. De entre sin tetas en que no hay paraíso y con boñiga en que sí hay serotonina, ha de estar la optimalidad ortogonal pitagórica de entre el teorema directo y el teorema indirecto del Teorema de Pitágoras del tercer año de bachillerato y de Los Hooligan. De entre sin tetas en que no hay paraíso y con boñiga en que sí hay serotonina, ha de estar la paradójica conjunción copulativa inclusiva luisalbertomachadoiana absurda medular estable profunda de entre el ser y no ser de Luis Alberto Machado, con que el filósofo caraqueño, se pegara a la exclusiva duda hamletiana de William Shakespeare y mandara al carajo al principio del tercio excluso de la Lógica de Aristóteles, en que se apoyara George W Bush, y con dicha exclusión aristotélica del estás conmigo o estás con mi enemigo, del César o nada, del filósofo de Estagira, invadiera a Venezuela y Bush, diera el fracasado golpe fallido de Estado al presidente Chávez, el 11 de abril del 2002. Y, asina como hay enfrentamiento de conjunciones, la "O" de la exclusión de Aristóteles y la conjunción "Y" de la inclusión de Luis Alberto Machado, ha de haber enfrentamiento de los casos correlativos límite límbico grembo fronterizo concomitantes contradictorios caliginosos de equilibrio dinámico dialéctico difuso en la perogrullada primera vez de Perogrullo de entre sin tetas en que no hay paraíso y con boñiga en que sí hay serotonina.
Con divagancia y sin divagancia, sin tetas en que no hay paraíso y con boñiga en que sí hay serotonina, han de tener la misma forma significativa colorida conmovedora dimensional del yin y el yang de Laozi y Walt Whitman. Asina de la bacinilla de Rosa María de la calle Alegría de San Carlos de Cojedes, la mitad llena de miao y la mitad vacía. La bacinilla de Rosa María es el símbolo de la borrosidad de los llanos de Cojedes y del encanto del diputado Pineda, Premio Noble de Literatura Campestre Cojedeña de Cojedes. Asín de la paradójica gris paraulata llanera cantarina cojedeña de Cojedes que canta de entre nube con agua y nube sin agua. Ansí del paradójico sexo cóncavo convexo contradictorio caliginoso concupiscente 69 cojedeño de Cojedes del dicho bicho de don Chicho de Cojedes, que decía: ¡Coge y el no dejes! Así del gigante cartón cuadrángulo rectángulo pitagórico que guindara del techo del botiquín de Miguelito de San Carlos de Cojedes, que por una de las caras decía, la frase de la otra cara es falsa y por la otra la frase de la otra cara es verdadera. En el botiquín de Miguelito, muriera el principio de incertidumbre del físico teórico mecánico cuántico, Werner Heisenberg. A mas y más, pero y empero, así la lemniscata de Bernoulli y la parábola cúbica de Picasso, han de ser lo gráfico grato gato gracioso gratificante de lo sin tetas en que no hay paraíso y con boñiga en que sí hay serotonina.
Si lo de sin tetas en que no hay paraíso y lo de con boñiga en que sí hay serotonina, han de ser casos correlativos límite límbico grembo fronterizo concomitantes contradictorios caliginosos de equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético en la perogrullada primera vez de Perogrullo de entre el ser y no ser de la tesis TINACO de Maleo 2001 y de la Filosofía de las 4E de Maleo 2001. Entonces sea dicho que lo de sin tetas en que no hay paraíso y lo de con boñiga en que sí hay serotonina, han de ser contenidos que contiene el ser y no ser de Luis Alberto Machado y de Maleo 2001. Ergo vergo sea dicho que decir paraíso y serotonina es decir la misma vaina. Que decir la paradójica gris sombría penumbra whitmaniana en el lienzo pictórico blanquinegro del yin y yang de Laozi y de Walt Whitman. Que decir la paradójica gris paraulata llanera cantarina cojedeña de Cojedes que canta de entre nube con agua y nube sin agua. Que decir la paradójica gris paraulata llanera cantarina cojedeña de Cojedes que canta de entre nube con agua y nube sin agua. Ergo vergo sea dicho que la paradójica gris paraulata llanera cantarina cojedeña de Cojedes que canta de entre nube con agua y nube sin agua, ha de cantar de entre lo de sin tetas en que no hay paraíso y lo de con boñiga en que sí hay serotonina.