"En las revoluciones hay dos clases de personas; las que las hacen y las que se aprovechan de ellas".
La palabra revolución ha ido perdiendo vigor desde los últimos dos años, esto a consecuencia de la guerra económica que ha mantenido en jaque a la paz social y al desenvolvimiento normal de los venezolanos. A pesar de que el gobierno nacional anuncia con su continuada interpretación de que en Venezuela se lleva a cabo un plan desestabilizador por medio de una guerra económica, la situación que acontece en la calle nos demuestra que no es así.
Al avistar una cola en cualquier supermercado o abasto de cualquier pueblo o ciudad, resulta un tanto preocupante que la harina de maíz precocida que se encuentra es precisamente la que elabora el sector privado (empresas polar), y el gobierno que predica constantemente que posee el 61% de la producción de alimentos, son las que menos se consiguen en los anaqueles; entonces ¿quién alimenta la guerra económica?
Lamentablemente nuestro país aun mantiene una economía parasita que vive única y exclusivamente de la renta petrolera, y utiliza todo este ingreso en comprar en el extranjero los bienes de consumo masivo para sostenerse (vehículos, ropa, tecnología, maquinaria entre otros) y a pesar de que poseemos la mayor riqueza de petróleo del mundo, no sabemos qué hacer con él. China se lleva las toneladas de hierro al ínfimo precio de 300 dólares para devolvérnoslo en productos que en algunos casos carecen de niveles óptimos de calidad, y cada día la improductividad ronda las calles de Venezuela.
Con todo esto encima y la baja del precio del barril de petróleo que alcanza unos 24 dólares, Venezuela se haya atravesando por un grave problema económico sin precedentes, que fortalece una devaluación, acompañada con una mega inflación que estoy muy seguro que ya paso los tres dígitos y que se demuestra con el poco valor que tienen nuestros billetes de más alta denominación (los de 100 bolívares) al comprar algún producto.
Aunado a esta situación tenemos un gobierno que no controla ni supervisa y mucho menos audita a las pocas empresas nacionales publicas y que mantiene una gran podredumbre de corruptela que el mismo presidente señalo recientemente al esbozar una frase llamativa: "la corrupción anda rondando los pasillos"; esto haciendo mención del escandaloso caso de la empresa socialista CVAL y la incautación de millardos de bolívares en manos inescrupulosas y por medio de negocios fraudulentos.
Para completar la desgracia, la delincuencia, cáncer social producto de la misma crisis económica y de la corrupción reinante, se enaltece y se revela en contra del estado, trayendo luto a las familias venezolanas.
¿Es esto revolución socialista?
Por supuesto que no, yo no sé quien aconseja al señor presidente, ni quien le dicta las fabulosas y mágicas soluciones económicas, pero lo que si les puedo decir con seguridad es que la "guerra" se está perdiendo, y la poca acción del gobierno, embotado, y alejado del pueblo aumenta el rechazo absoluto, tal como aconteció el 6 de diciembre pasado que perdimos la asamblea nacional. Esto es un motivo de reflexión que debe plantearse el señor presidente, analizar qué fue lo que aconteció allí. El pueblo, me atrevería a decir, que no voto en contra de la revolución Bolivariana, porque ésta de la mano del comandante Chávez generaba seguridad política y social, sino que voto por las colas y por la falta de acción gubernamental en resolver los problemas. Inclusive se perdió los votos parlamentarios en zonas que históricamente han sido de la revolución!!
En este mismo contexto, quisiera mencionar las posibles medidas económicas de restricción que tendrá que realizar el estado venezolano para recabar liquidez monetaria necesaria, entre las cuales se encuentran:
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El aumento de la gasolina que traerá sus consecuencias políticas y la espiral inflacionaria evidente, produciéndose otra mega alza de los precios.
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La eliminación de los cupos electrónicos para compras en el exterior que incluirá el respectivo descontento social.
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imposición y/o aumento de los impuestos.
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Cobro por la obtención de documentos oficiales.
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Devaluación de la moneda (posiblemente aparezca otra denominación monetaria más alta que la actual).
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Cese de llamados públicos a concursos para ingresar a optar por nuevos cargos en la administración pública. Posiblemente aumenten las comisiones de servicio interinstitucionales.
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Utilización sistemática de las reservas internacionales para sustentar el producto interno bruto, mediante la impresión de más billetes para paliar la devaluación. Cabe resaltar en este apartado que las reservas internacionales al 03/02/2016, se encuentran en unos 15,379 millardos de dólares, que a pesar de que es una cifra cambiante, es preocupante la disminución a través del tiempo, en contraposición del repunte deseado.
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Solicitud de préstamos internacionales, como actualmente se mantiene con China.
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Se puede iniciar una mega explotación de crudo abriéndose la diversidad de inversores. Esto generaría aumento de la extracción de petróleo para aumentar la entrada de divisas.
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Entrega parcial o total de los recursos minerales ferrosos a empresas internacionales o mafias armadas e ilegales (caso coltan).
La situación actual en nuestro país, no está nada fácil, y créanme que lo que más quieren los gringos es que se presente lo que se divisa en el horizonte: una guerra civil. Esto les permitiría "intervenir" para restablecer la paz interna y el orden social, libreto que ha sido utilizado en muchos países como chile y algunos países del medio oriente y que ha traudo consecuencias nefastas llenas de dolor y muerte
Ahora más que nunca, y a pesar que de la esperanza del pueblo se haya desvanecida, se necesita un verdadero golpe de timón, una revolución que permita:
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Rescatar mediante intervención directa del pueblo y gobierno de todas las empresas del estado (PDVSA, PEQUIVEN GAS, PEQUIVEN AGRÍCOLA, LÁCTEOS LOS ANDES, INDUSTRIAS DIANA, PDVAL, CVAL, CORPORACIÓN CASA, LA EMPRESA ESTATAL DE COMPUTADORAS VENEZOLANA DE INDUSTRIAS TECNOLÓGICAS VIT, AGROPATRIA, ORINOQUIA CELULARES, entre otras), en las que se hayan llenas de burocracia, corrupción e improductividad.
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Establecer un verdadero cambio único de divisas que permita la obtención por parte del sector privado, de las divisas para importar materia prima temporalmente, acompañado de un plan de sustitución de importaciones, esto impulsado por la propagación de un sistema interno de producción masivo.
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Inversión estatal para la creación de una industria petroquímica sustentable que nos permita utilizar los derivados del petróleo para producir materia prima.
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Racionalización del estado venezolano en cuanto a la generación de dependencias gubernamentales. Eliminar ministerios e instituciones parásitas que no producen ningún valor agregado al país.
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Impulsar la pequeña y la mediana industria, para evitar la instalación de monopolios y oligopolios como los que existen actualmente, algunos impulsados por el mismo estado. Aquí se puede citar a Las Empresas Polar, y a Pdval, donde ambas mantienen el control de los alimentos.
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Utilizar los minerales ferrosos nacionales para crear fábricas o microempresas familiares que utilicen estas materias primas en la elaboración de bienes.
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Crear una verdadera fábrica nacional de vehículos, para que el pueblo tenga acceso a la compra de un vehículo hecho en Venezuela, que no esté controlado por mafias ni que dependamos de marcas internacionales.
Esto es parte de lo que debe hacerse, ¿será esto mucho soñar?
¿De qué lado estás tú?
Post data: soy chavista y revolucionario, pero no soy invidente. Lamentablemente la política económica actual nos lleva al desastre y seria irresponsable y desleal de mi parte no señalar el camino ni decir que opción alternativa podemos hacer antes de irnos para la mierda, si es que ya no estamos empatucados.