La crisis venezolana sorprende a más de uno, no solo dentro de nuestras fronteras, sino a lo largo y ancho del continente americano. El presidente Nicolás Maduro convocó una nueva asamblea constituyente, es decir, la asamblea que todos elegimos en el año 1998 y que sancionamos y estrenamos en el año 1999, ya no sirve, es obsoleta, y necesitamos cambiarla y modificarla.
Viendo esta situación noto con bastante preocupación, la insistencia de los políticos del gobierno en mantenerse en el poder, y si suena muy duro lo que digo, esbozo este pensamiento, simplemente por el hecho, de que la revolución bolivariana pareciese que murió cuando nuestro comandante Chávez fue al descanso y los que quedaron dirigiendo el país, obviaron el legado de aquel que levantó a los pobres de la oscuridad y nos dio una democracia participativa y protagónica. Esto demuestra la profunda e incontrolable crisis que el gobierno tiene, y que como zarpazos de quien se ahoga, convoca a disolver una asamblea nacional que ganó las elecciones por mayoría y totalmente por culpa de quienes dirigen el país, ya que el gobierno, en aras de no saber nada, manejo la economía del país, como si se tratase de una bodega de pueblo.
Esta situación podría generar vertientes catastróficas que podrían desencadenar una guerra civil, primero porque el presidente Maduro convoca disolver la asamblea nacional justamente cuando en el país hay un gran conflicto social provocado por una oposición parasita y violenta que quiere sacar al presidente por la fuerza, usando la destrucción y la guerra psicológica-mediática como herramienta para acabar con la paciencia del país, y por otro lado un grupo de facinerosos delincuentes que se autonombran "colectivos", que utilizando el nombre de la revolución, salen a la calle con armamento de guerra ilegal a amedrentar a los opositores violentos, es decir una guerra en pleno desarrollo, parafraseando las palabras de mi admirado periodista Walter Martínez.
Todo esto acontece mientras nuestra amada Venezuela sufre de hambre, con una escasez generalizada de productos de primera necesidad y medicinas, donde un gobierno ineficiente y corrupto, alejado totalmente de la realidad y que en aras de defender lo indefendible, mantiene la tesis de que existe una guerra económica provocada por la derecha, pero que no reconoce, que nuestros campos están improductivos porque Agropatria está quebrada y VenIrán ( la fábrica de tractores) simplemente no existe y no hemos visto ni un solo campesino disfrutando de estas máquinas en financiamiento, el gobierno tampoco reconoce que las azucareras del país están militarizadas y aun asi persiste desde hace 3 años la escasez de azúcar; mucho menos nos dice porque Pequiven no produce los insumos necesarios para mantener los niveles de nutrientes de los campos.
El presidente Nicolás tampoco ha querido reconocer, porque acabó con el "bolívar fuerte", moneda creada en el 2007, que demostró el control que tenía el comandante chávez del aparato productivo, y que hoy estos billetes se encuentran tan devaluados que ahora solo los usamos como recuerdo de una economía que empezaba a crecer. Mucho menos reconoce o admite donde se encuentra Café Fama De América, los centrales productores de harina de maíz precocida que la mayoría están bajo control estatal, Aceites Diana, Cemex, Asfalto Oriente, Vivex, Cativen (Supermercado Éxito), Frigor, Supermercados Cada, Fertinitro, Fextun, Molorca, Conferry Y Agro Oriente; esto sin contar todos los empresarios que se declararon en quiebra y se fueron del país producto del debacle económico.
El creer que convocar una asamblea constituyente resolverá los graves problemas económicos del país, es como aceptar que Venezuela es el país de las maravillas y que pronto vendrá Harry Potter con la varita mágica y en un abrir y cerrar de ojos seremos más felices que cualquier país desarrollado.
El problema de nuestro país, más que económico y político es de valores, de moral y de principios, donde un pueblo lucha por su supervivencia con un gobierno viciado que pelea con una oposición parasita. Pobre Venezuela!!!
¿Qué soluciones propone este humilde escritor?
Venezuela esta urgida hoy en día, primero de un gobierno revolucionario, eficiente, que promueva la sustitución de importaciones, y que impulse una aceleración industrial rápida, que en vez de importar productos terminados; traiga maquinaria de todo tipo que sirva para proliferar un aparato industrial nacionalista.
Necesitamos un gobierno que escuche las críticas y recomendaciones, porque lejos de mantener una férrea lucha con este gobierno lleno de corrupción, uno como patriota de pensamiento izquierdista quiere que las cosas se mejoren. Por ejemplo, en reiteradas oportunidades, hemos mirado con profunda preocupación, el proceso denominado "el Arco Minero". Esto no es más que la extracción indiscriminada de nuestros recursos naturales por empresas no nacionales, y cuyo resultado arrojaría en un lapso no muy largo de tiempo, la destrucción de la fauna, la flora y la diversidad ambiental que hay en el Orinoco. Por otro lado están las empresas del estado, agropatria como ejemplo más doloroso, totalmente quebrada. Allí están los terrenos del Valle De Aragua, con más de 6000 hectáreas totalmente abandonadas. Porque el ministro de agricultura toma esas tierras y las manda a sembrar de caña de azúcar? Yo creo saber la respuesta: no les dejara ganancia!!!!
Post data: soy revolucionario y tengo bastante tiempo escribiendo sobre las anomalías que han venido presentándose. El gobierno en vez de buscar la manera de mantenerse en el poder por medidas fraudulentas, debería avocarse a recuperar la economía, y ganarle a la oposición parasita que tenemos, con un modelo de gestión pública eficiente donde se meta preso al corrupto.