No hay nada peor en un país, que los funcionarios policiales encargados de la seguridad ciudadana, se quejen por el alto índice delictivo, y es esta la situación de nuestros policías venezolanos. En días recientes han sucedido unos hechos delictivos en contra de nuestros funcionarios policiales ante la mirada silenciosa del gobierno del presidente obrero Nicolás Maduro, muy terribles, situación que mantiene en una desmoralización a todos los policías del país; y donde se siente la falta de ayuda y protección por quienes gerencian el estado y los mismos cuerpos de policía que no dicen ni hacen nada.
Uno es el horroroso caso de la masacre de los dos funcionarios de la policía estadal de Aragua de nombre Joel Ernesto Muñoz Febres de 29 años de edad, quien se desempeñaba como oficial agregado adscrito a la comisaría del centro, y Dayana Yerusca Franco Chirinos de 27 años, quien prestaba su servicio como oficial del cuerpo de seguridad regional adscrita al comando central, quienes fueron vilmente asesinados, y posteriormente quemados de manera brutal. Otro caso espantoso fue el de la muerte del oficial jefe Pablo López de la policía de Miranda quien el sábado pasado murió a balazos para robarle una moto en compañía de una persona quien le ofrecía un servicio de moto taxi. Un caso aún más tétrico fue el del inspector Carrillo Luis adscrito a la brigada contra hurto del CICPC quien fue herido mortalmente en un intercambio de disparos en la avenida Baralt de Caracas. Así está la situación sin una pronunciación oficial sobre estas masacres.
Aunado a esto, está en contraposición, el poderío bélico y terrorista que tienen los delincuentes que gozan de libertad plena, enquistados en las barriadas de Venezuela, tomando como ejemplo los de la cota 905 y la parroquia populosa del valle en Caracas los cuales secuestran, roban y "pican" a personas ante la incapacidad operativa de nuestros policías. Fusiles de alto calibre, granadas, morteros y vehículos blindados son los instrumentos que utilizan el hampa común ya organizada para cometer sus actos delictivos; todo esto, repito, ante la mirada muda del gobierno.
Mientras esto acontece en el país, los policías venezolanos no gozan de un seguro de vida amplio que les permita acceder al riesgo operativo, cuyo monto alcanza a 140 mil bolívares en el caso de la Policía Nacional Bolivariana, y las carencias operativas como motos y patrullas en mal estado, armamento no acorde para enfrentar a las bandas criminales del país, deficiencia de dotación de cartuchos para las armas, falla en la dotación de los uniformes, sueldos sumamente bajos (unos 30 dólares mensuales en la PNB, en los demás cuerpos policiales va muy por debajo a este monto), hacen que la labor policial, sea una de las más peligrosas y las menos beneficiosas a nivel nacional. Muchos policías se sienten atemorizados por esta situación, donde las bajas y los reposos en los comandos han alcanzado cifras astronómicas.
Aun así el gobierno nacional quiere mantener una política de seguridad totalmente alejada de la realidad, suponiendo que los violadores de los derechos humanos son los policías, y que los delincuentes, que han cometido múltiples y variados delitos, son solo "ciudadanos en conflicto", cuyas sanciones, son beneficios procesales de libertad o presentación; trayendo como consecuencia lógica y palpable un aumento de la inseguridad a nivel general, y donde aparecen nuevos delitos o aberraciones morales como "picar" a las personas entre otros.
Es por ello que los policías, en una sola voz, piden a gritos que se les escuche. Ya se trata de la vida misma tanto de los funcionarios como la de la población civil, y también de la falta de acción del gobierno nacional. Entre sus peticiones se encuentran:
1. Declarar emergencia nacional por la continuada muerte de los funcionarios policiales a nivel nacional.
2. La reforma inmediata del CÓDIGO ORGANICO PROCESAL PENAL, EL CÓDIGO PENAL, LA LOPNNA
3. La reorganización y refundación de un nuevo Sistema De Justicia, que integren a los fiscales policiales, y que se forme un servicio de fiscalía móvil en cada comando policial del país.
4. La desmovilización de grupos irregulares financiados y amparados por el gobierno, autodenominados "colectivos", que en la mayoría de los casos afectan la labor policial y actúan totalmente al margen de la ley. (en este apartado quisiera solicitar la libertad plena a los 9 efectivos de la Policía Nacional Bolivariana, adscritos al servicio de patrullaje motorizado del amparo, que se encuentran privados de libertad, por intentar detener a unos sujetos de unos colectivos y donde figuraba unos sobrinos de un alto funcionario del gobierno actual)
5. Eliminación de las mal llamadas "zonas de paz" que son los lugares donde operan las bandas criminales mejor organizadas y que mantienen en jaque la seguridad de los ciudadanos.
6. La refundación de la UNES, con un sistema de estudios dirigidos por policías y fiscales del ministerio público y no por hippies de oficio, donde la disciplina y el respeto a la ley, sea el medio para la formación de los efectivos policiales.
7. El incremento de las penas para los delincuentes que asesinen a efectivos policiales.
8. Homologación de sueldos, salarios y beneficios a todos los policías a nivel nacional, incluyendo una red de clínicas para los efectivos y sus familiares.
9. Reforma del sistema penitenciario del país, ya que, en estos centros se dirigen secuestros y robos en la calle, esto sin contar el armamento que poseen los privados de libertad. Recuerden caso reciente en Margarita, de igual forma se solicita medidas restrictivas de comunicación en los centros penales del país, incluyendo requisas diarias.
10. Implementación y dotación de armamento de alto calibre a todas las instituciones policiales del país (armas de guerra), ya que los policías poseen una desventaja operativa y no es justo que nuestros funcionarios sean la carne del cañón en la guerra que persiste en Venezuela.
11. La creación de servicios operativos tácticos en todos los cuerpos policiales del país (grupos de acción inmediata), ya que los pocos operadores tácticos existentes, en la mayoría de los casos sirven como escoltas de los ministros y demás funcionarios del gobierno, perdiéndose un profesional preparado en actividades no inherentes a su formación.
12. Una mejor dotación logística a los cuerpos de policía, ya que para que nuestros funcionarios policiales puedan pasar un procedimiento, deben pagar para copias e impresiones de su propio bolsillo y utilizar equipos de computación personales, ya que, los comandos y dependencias de policía no tienen recursos para la autogestión policial; y donde la respuesta de la superioridad es: "el policía pare". Exclamación que va en contra del nuevo modelo policial y que demuestra una falta a la moral. (leer baquías).
La situación actual de nuestros policías en Venezuela es deplorable, y no hay quien los ayude. Mientras el gobierno se empeña en resolver los casos o delitos más emblemáticos como la muerte del periodista de VTV, y otros tantos, los policías son masacrados a mansalva. La mayoría de los jefes y directivos de los cuerpos de policía, solo cuidan su estatus y sus cargos mientras los niveles jerárquicos más bajos se enfrentan a una violencia que cada día aumenta su poderío, quedando al final, los policías como datos estadísticos en cuadros por deceso.
Post data: soy chavista y revolucionario, pero no comparto la política de seguridad del gobierno, por estar simplemente alejado de la realidad el país. Mi apoyo rotundo a los funcionarios y funcionarias del país, que con una entrega sin igual y una disposición de amor total, arriesgan la vida por nada. Mis respetos y saludos…
ivanjmartinez777@gmail.com