En el proceso bolivariano en Venezuela, por vez primera, un empresario está al frente de las responsabilidades de elaborar política económica en la oportunidad de construir un camino hacia la liberación del rentismo petrolero, no es poca cosa lo que está en juego y representa en nuestro concepto el avance que en materia económica está exigiendo el país. Se trata efectivamente de un dirigente gremial que está al frente de la Federación de Industriales de la mediana y pequeña empresa que a lo largo de estos diecisiete años ha apoyado al Presidente Chávez y en esta hora de decisiones al Presidente Maduro.
Se trata de un empresario comprometido con la causa social y el proceso que adelanta desde entonces en el contexto del chavismo como ideología nueva y emergente sí, emergente, porque se trata de combatir el capitalismo salvaje y el neoliberalismo, que ha impuesto a través de las grandes empresas nacionales y transnacionales un cordón umbilical que no ha permitido el desarrollo aguas abajo de miles de empresas pequeñas y medianas que deberían contribuir al desarrollo sustentable de la economía y por ende del país y sus empresas.
Ese cordón umbilical que hay que romper en este momento decisivo de la patria cuando es amenazada de manera flagrante y desmedida, con lo cual se contribuiría a dejar atrás el rentismo que tanto ha trastocado el aparato industrial y la posibilidad de ir generando en menor grado por ahora la dependencia de las importaciones y el amarre tecnológico arrastrado por las transnacionales y el mundo financiero que limita a aquellos que no obedecen a esos lineamientos y quieren romper con el desarrollo no dependiente con los grandes conglomerados de complicidades y políticas de quiebre de estas empresas.
La aparición del fenómeno y dominio financiero a partir de la década de los ochenta, que convirtió a las grandes transnacionales en adalid del control del mundo bursátil e inmobiliario y que hoy dominan gran parte de la economía mundial, que de hecho ha disminuido la proporción de empresas dedicadas a producir, ha originado la desaparición de miles de empresas en todos estos años, como el caso patético de los grandes laboratorios de medicamentos adueñándose de patentes y fórmulas que han roto en términos casi absolutos con la producción de medicamentos genéricos y de fórmulas infantiles.
En lo particular creo firmemente que la visión del Presidente Maduro, está llamada a conformar un frente para combatir en lo interno el dominio de los tres o cuatro monopolios existentes en Venezuela y que además lo vemos como una tarea no entregada a tiempo y que hoy se convierte en una gran prueba camino a la redención de una economía sana y dedicada al progreso del país-
En todo caso, debemos proferir confianza al equipo económico y acompañar las políticas que se vienen ejecutando en el contexto de los motores impulsados en todas las áreas vitales de la economía nacional.
