Polar, Ford, Toyota, General Motors y Cargill entre muchas empresas más, en complicidad con altos personeros del gobierno nacional y la complacencia de la Asamblea Nacional, Fiscalía y Contraloría General de la República, se robaron y continúan robándose los dólares que la nación recibe por la venta de petróleo; hecho comprobado en investigaciones realizadas por el Movimiento de Batalla Social Punta de Lanza y Marea Socialista entre otras entidades y personalidades que se han dedicado a indagar, comprobar y denunciar ante las autoridades "competentes" tamaño desfalco cometido contra el pueblo venezolano.
¿Cuál es el sistema utilizado para robar nuestros dólares?
El "Modus Operandi" como se suelen decir en el argot criminalística es muy sencillo. Los gerentes y dueños de las empresas que cometieron y/o siguen delinquiendo solicitaban y continúan solicitando dólares al ente encargado de administrar las divisas en nombre del Estado (CADIVI ayer y los monstruos de mil cabezas que reciben diferentes nombres hoy), argumentando para ello la necesidad de obtener materia prima y/o contratar servicios para poder mantener operaciones en el país (seguir elaborando, empaquetando o ensamblando sus productos); dicha solicitud señala el monto de dólares solicitados. Diligentemente los enchufados en los entes encargados de aprobar y entregar las divisas, previa solicitud de sus respectivas mascadas en dólares, aprobaban y continúan aprobando los montos requeridos por las empresas. Del total de dólares obtenidos a precios de gallina flaca, según el área comercial (alimentación y salud los más baratos: caso Polar y farmacéuticas), los delincuentes gastaban una parte del dinero (ínfima en la mayoría de los casos) para comprar bienes y servicios a utilizar en sus empresa y el resto (grandes sumas de dólares las dejaban y continúan dejando depositadas en bancos extranjeros o ingresándolas a las arcas de sus casas matrices como es el caso de las transnacionales.
El Poder "Moral", especialmente la Fiscal General, se niega a realizar dicha investigación, mil veces solicitada por las y los ciudadanos que exigimos se realice una Auditoría Pública a las instituciones del Estado venezolano responsables de administrar las divisas que recibe el país por la venta de petróleo. Nos referimos a más 500 mil millones de dólares que las empresas beneficiarias, particulares y familiares muy allegados al gobierno recibieron y no nos han dado cuentas claras de ello. La negativa hace sospechar que las y los funcionarios de esas instituciones, obligadas por ley a salvaguardar los intereses del país, forman parte de ese entramado delictual que descarada e impunemente nos agrede y desangra al país.
Hoy, Lorenzo Mendoza (Empresas Polar) nos amenaza con irse del país, cosa que no nos importaría, a no ser que lo hará con toda la fortuna robada a las y los venezolanos, y lo más probable es que lo haga como ya lo han hecho varias transnacionales, entre ellas la empresa Klorox la cual se fugó del país luego de haber retirado de CADIVI una importante suma de dólares solicitada para importar materia prima y que generosamente les fue cedida por los "próceres" que forman parte de la cleptocracia que mal gobierna al país a cambio de un puñado de dólares (migajas) que pasaron a alimentar las cuentas bancarias corruptas que la Fiscalía se niega a investigar.
Klorox abandonó el país con la cabuya en la pata (se dio a la fuga en las narices del alto gobierno nacional). Oportunidad que el entonces Vicepresidente de la República celebró pues los trabajadores de la empresa pasaban a tomar las ruinas que en su huida dejo la citada transnacional, chatarra que de venderse al mejor postor no alcanzará pagar las prestaciones sociales y el daño ambiental incurrido. Tremendo negocio hizo Arreaza: millones de dólares por una empresa en ruina. Sin contar con los millones que pronto tendremos que cancelarle cuando de seguro ganen la demanda que cursa en tribunales de New York por haberla expropiado (reclamaran en dólares el triple de lo que cuestan hoy sus arruinadas instalaciones); claro ello gracias a que hemos entregado nuestra soberanía a tribunales extranjeros y para colmo nuestros abogados (los de la nación), gringos también, no ganan una.
Así hoy, Lorencito prepara maletas, se va; pero ni por el carajo el Gobierno Nacional le solicitará cuentas claras de los miles de millones de dólares que recibió de nuestro patrimonio para que importara la materia prima necesaria para procesar los artículos que elabora en el país. Lorencito tendría que incriminar a los "próceres" del gobierno que le permitieron tamaño guiso y que al igual que él, en la misma mesa, se lamben hoy los dedos.
Hoy, uno de los más encumbrados "próceres de la patria", Diosdado Cabello, acompasado con los aplausos de las focas que sirven de relleno a su programa de chismes llamado "Con el Mazo Dando", amenaza con bombos y platillos que tomará las plantas de la empresa Polar que Lorencito abandonará. Ni por el carajo solicita auditoría del desfalco contra la nación del cual Lorencito es parte. No, no, no. Eso arruinaría a los cleptómanos que le acompañan en el gobierno y son cómplices, más de acción que por omisión, de este gran desfalco a la nación.
Al final del cuento, Klorox, Polar y otras más que tengan la dicha de ver sus empresas tomadas (para de seguida entregarlas a la cleptocracia que gobierna al país) se saldrán con la suya porque no tenemos al frente del gobierno ni de las instituciones que conforman el Poder "Moral" a ciudadanos probos que metan en cintura a tantos pillos que gozan en el extranjero las fortunas robadas al pueblo venezolano. Mañana, cuando estemos más arruinados, estas empresas cobraran en dólares las demandas que cursaran en tribunales extranjeros en contra de la nación.
Solo el pueblo salva al pueblo reza el pregón revolucionario. Solo si convocamos al pueblo a participar en el reclamo de Auditoria de lo robado recuperaremos nuestro patrimonio, y lo que es más importante que lo material (dólares), recuperaremos nuestro protagonismo en la conducción de la Matria.
¡SABINO NOS SEÑALÓ EL CAMINO, ME SEÑALÓ EL CAMINO,
NOS SEÑALA EL CAMINO!