Cuatro y dele millones de votos potenciales han puesto a docenas de precandidatos presidenciales coordinados y democráticos a salivar como perros de Pavlov o, para decirlo con metáfora de suma actualidad, como burgeradictos esperando que abra Mc Donald's.
Prodigio Pérez, la politóloga, no discute las cifras porque siempre fue pésima para las matemáticas, especialmente para la progresión geométrica que parece haber sido la operación aplicada en este caso. Ella da por sentado que son ciertas porque, ni modo, al CNE franquiciado de María Corina tampoco le conviene caer en un temprano desprestigio, pues le daría pábulo a los intrigantes que, en susurros, le llaman 'Multiplícate'.
Claro _como acotación_ siempre cabe la posibilidad de que el propósito estratégico de la compañía sumadora sea conquistar un segmento del público que además de ser históricamente grande, al parecer se encuentra en pleno crecimiento: el de los consumidores que desean que les metan embustes sobre todo si éstos son como las papas prefritas congeladas, es decir, cosa muy procesada industrialmente. Se sabe que estas empresas de la cultura fast (fast food o fast vote, que es más o menos lo mismo) nunca salen a la luz pública sin haber hecho antes un estudio de mercado y haber constatado que tienen un nicho seguro. En este caso, el de los consumidores que comen grandes cantidades de 'miénteme' con aros de cebolla.
De cualquier forma, Prodi dice que tener un Mc Donald's del sufragio no sólo le permitirá a la Coordinadora Democrática enfrentar la inhabilitación que ha sufrido ese viejo restaurante chino que es el Consejo Nacional Electoral tradicional, justo cuando habían logrado tomar el control de la cocina. También les ayudará a buscarle solución a ese problemón que Antonio Ledezma tuvo la mala pata de mencionar al día siguiente del Firmazo: la candidatura única.
Es un gran dilema porque a la hora de las definiciones tendrán que colocar un solo plato sobre la mesa y hasta ahora la Coordinadora ha vivido de venderse en combos y cajitas felices.
Como hay que evitar a toda costa el 'divídete', la politóloga sugiere dejar el asunto en manos del eficiente poder electoral privado de modo que éste organice unas primarias (puro american way) en las que los cuatro y dele millones de venezolanos puedan escoger, como si estuvieran en la feria del Sambil, entre un cuarto de libra tipo Mendoza; un perro caliente estilo Ortega; una de las variedes de sushi de Primero Justicia; un taco Peña con mucho picante; un pollo frito a la manera de los Salas; una pizza de Papa Johns (de John Fernández, desde luego); o un bigmac Cisneros, que hasta eso andan diciendo por ahí después que lo vieron berlusconeando en una tarima.
Sin embargo, tras revisar concienzudamente el paquete de asuntos que firmaron los cuatro y dele millones el pasado domingo, Prodigio Pérez llegó a la conclusión de que la oposición debe amarrar sus perros pavlovianos y exigirle calma a los burgeradictos. Según ella, el candidato de consenso de la Coordinadora no debe ser otro que Pedro Carmona Estanga. 'Ese bojote de documentos autografiados son, palabras más, palabras menos, una réplica de su decreto del 12 de abril. Sólo les faltó una planilla para que los abajo firmantes ordenaran quitar el retrato de Bolívar del salón Ayacucho. No hay duda: Carmona es el hombre _sentencia Prodi_. Lo demás es pura comida chatarra'.