Aunque imagino que a lo que sale publicado en esta importante ventana de la comunicación e información, le "paran muy pocas bolas", porque de lo contrario el país estuviera encaminado de otra forma… insisto en lo que publiqué aquí mismo, dirigiéndome especialmente al presidente Maduro, en Noviembre 2015, donde expongo las razones más-que-suficientes para no caer en los errores que, según las declaraciones ofrecidas tanto por la canciller venezolana (y delante de la colombiana), y por el propio presidente Maduro, va a cometer nuestro gobierno, para gran complacencia tanto del gobierno colombiano, el que gracias a su tinglado legal nos impuso traidoramente el discrecional "Dólar-Cúcuta", que dio paso y engendró al erosivo "Dólar-Today", génesis de TODA nuestra debacle económica; y, también, para complacencia de grupos irregulares de derecha, que desde que comenzó el fabuloso negocio del contrabando de gasolina hacia el vecino país, se apropiaron de él, para financiar sus estamentos paramilitares que hoy por hoy son la principal amenaza "de a pie", con la que contamos, no solamente en el estado Táchira, sino ya, en todo el país…
No sé quiénes asesoran a nuestro gobierno, pero pareciera que esos ‘decididores’ tuvieran nexos cercanos con aquellos ‘pedevecos meritócratas’, a quienes en buena hora excluyeron y execraron de nuestra principal industria y ahora viven dizque "exiliados" en Colombia. Esos mismos que desde allá están urgidos porque se reanuden los suministros de gasolina venezolana, ya que también, gracias a creaciones muy "sui generis" y muy colombianas, estos son "nacionalizados" y comercializados como si fuesen producidos por Ecopetrol (la estatal petrolera colombiana) y trajinados por empresas "uribistas" como la que quebraron esos mismos ex meritócratas venezolanos: la cuestionada "Pacific Rubiales", que se vio obligada a una fusión de última hora, con otra empresa que la apuntaló, para no desaparecer totalmente del panorama económico colombiano.
La venta de gasolina a Colombia no debe establecerse como lo anunciara Delcy, ni como antes lo expresara el presidente Maduro.
Por ejemplo, NO debe venderse ni en bolívares ni en pesos. Nuestra gasolina, esa misma que botamos y regalamos a las mafias de contrabandistas, debería venderse en dólares, en las nueve (09) estaciones de venta de combustible que tuvieron a bien disponer a lo largo de nuestra frontera, del lado venezolano, en el estado Táchira, y también en las que ofrecieron construir por el borde de esa misma frontera, ‘subiendo’ hacia el estado Zulia.
Las diferencias con Colombia siempre han existido, y usted mismo, presidente, las ha recordado una y otra vez, diciendo que se remontan a los tiempos del enorme esfuerzo desplegado por liberarnos del yugo español, cuando las traiciones y mezquindades provinieron principalmente de allá y justamente contra nuestro Libertador Simón Bolívar. Las enemistades entre nuestros pueblos siempre han sido exacerbadas por los politiqueros de turno, pero nunca tuvieron tanto efecto, como ahora lo tienen, gracias a las tecnologías de la comunicación y la desinformación… Si usted pregunta por el incidente del Caldas, por ejemplo, muchos venezolanos ni lo conocen, muy pocos venezolanos lo saben, y quienes se enteraron ´no lo recuerdan bien’. En aquel entonces, las tecnologías de la manipulación mediática no habían adquirido el desarrollo que tienen ahora. Pero, lo que sucede hoy… "todo el mundo lo sabe" y rápidamente. Y para desventaja de nosotros, los medios de manipulación masiva en Colombia, sí que están totalmente controlados por la derecha nacional e internacional, y pertenecen a la misma casta que gobierna.
Ahora bien, concentrándonos en el tema que nos trajo aquí, digo que cuando se reanuden ‘normalmente’ las relaciones con el vecino país, y cuando se abran los pasos por los puentes oficiales de acceso y salida, no debe incluirse la venta de gasolina o combustibles allá… y paso a explicar los porqué…
En primer lugar, nunca ha sido económico ni inteligente montar negocios para otros. El ejemplo más cercano lo tenemos en esas inversiones absurdas, hechas en los EE.UU. por los ‘meritócratas ex pedevecos’, referidas a las más de 15.000 estaciones de servicio (gasolineras), dizque ‘venezolanas’, de CITGO, que no emplean ni a un sólo venezolano… ni le remiten un solo dólar al país. Por tanto, con esa experiencia a la mano, no debemos hacer inversiones para seguir alcahueteando la irresponsabilidad del gobierno colombiano, en cuanto a no atender a su población de esta región fronteriza; en cuanto a no crear fuentes de empleo; y hasta en el caso concreto de poco importarles que en la zona colombiana de La Guajira, mueran de hambre y sed, niños y ancianos wayúu, etc., y, entonces, nosotros sí, ir a hacer inversiones que deberían ser acometidas por el gobierno colombiano.
No debemos montar estaciones de gasolina en Colombia, porque van a encontrarse -tarde o temprano-, operando bajo el chantaje, las ‘vacunas’, las extorsiones, etc., de quienes ya se acostumbraron a manejar mafiosamente ese enorme negocio y que no son otros que los mismos paramilitares colombianos, y las ahora denominadas Bacrim (Bandas Criminales); o el gobierno y los traidores venezolanos que se fueron a trabajar en petroleras colombianas y contribuyen grandemente en los ataques mediáticos y desinformativos contra nuestro país.
¿ Y por qué decimos que ese negocio llegaría a ser controlado, más temprano que tarde, por las mafias ? Porque las mafias tienen sus ‘buenas’ representaciones y padrinazgos dentro del tinglado del poder político colombiano. Y eso no lo digo yo. Eso aparece una y otra vez en materiales investigativos periodísticos que allá pueden leerse, producidos por periodistas independientes (bastante independientes), tanto del gobierno, como de las mafias informativas de ese país.
Las inversiones en infraestructura que significarían instalar expendios gasolineros en Colombia, resultarían bastante onerosas como para colocarlas en el territorio de un país ajeno y/o bajo control de un gobierno que no tiene alternativas válidas de cambio a la vista, y que nos ha mostrado, a raíz de todos los últimos incidentes, los colmillos y las garras, respaldados con fuerza por los emplazamientos militares estadounidenses instalados en las ya sabidas, SIETE (07) bases militares bajo control imperial.
¿ Quiénes nos ‘cuidarían’ las estaciones expendedoras de gasolina allá ? ¿ Y cómo operarían los traslados de divisas (en pesos, como dijo Delcy, o en dólares, como insisto yo), desde esos lugares en Colombia, hasta Venezuela ?
[ algunos me dirán que esos pagos pueden hacerse con dinero plástico, pero los consumidores colombianos tendrían que pagarla con tarjetas de crédito, ya que de débito no podrían tener, a menos que la "nueva cédula fronteriza" les permita abrir cuentas en bancos venezolanos. Pero la mayoría de esas compras de combustibles se harían en billetes, que deberían ser "verdes"…, y deben ser trasladados por vía terrestre a nuestros bancos oficiales…]
¿ Y qué les podría suceder a esas ‘inversiones’ a la hora de un nuevo conflicto binacional, el que tarde o temprano propiciarán quienes vienen atizando la guerra entre nuestros países ? ¿ Podrían acaso ser confiscadas ? ¿ o incendiadas… para "drenar arrecheras"… ?
¿ Saben ustedes, Delcy y Nicolás, que Uribe no solamente "legalizó" a los llamados ‘pimpineros’, en un acto abiertamente demagógico que no solamente legalizó el contrabando de combustibles hacia Colombia, sino que también autorizó la operación de centros de acopio de gasolina, que serían llenados con gasolina nuestra, en los cuales ésta sería ‘nacionalizada’ y vendida como gasolina colombiana, en mercados internacionales ?
Alguien me ripostó, cuando le comenté mi contrariedad frente a esa ‘oferta’ -ahora reiterada por nuestra Cancillera-, de venderle gasolina a Colombia, EN COLOMBIA, diciéndome que ¿ qué importaba…?... que el día que tuviéramos un nuevo encontronazo con Colombia, dejaríamos de venderles gasolina y ya… pero entonces, pregunto: ¿ y qué pasaría con nuestras inversiones, constituidas en estaciones de expendio de gasolina, EN Colombia ? ¿ Las perderíamos… ?
No, Delcy. No, Nicolás. No podemos ni debemos correr esos riesgos. Amén de que "la masa no está pa´ bollos…", ni los dólares nos están entrando como en los buenos tiempos… y ustedes lo saben…
Y si no se instalaran los expendios de gasolina allá, pero cometiéramos el otro error, es decir, el de venderles gasolina o combustibles, llevados hasta allá en gandolas, para surtir estaciones de servicio colombianas, resulta que estaríamos contribuyendo directamente con un gobierno, y con gobiernos (en todos los tiempos) que se han mostrado abiertamente hostiles; que históricamente nos han arrebatado importantes franjas de territorio nacional; que -sobre todo hoy-, se conducen de acuerdo con lineamientos del departamento de estado de los Estados Unidos; que ahora tiene siete (07) bases militares estadounidenses en su territorio; que hace gestiones para entrar como miembro integrante y activo de la OTAN; que tiene paramilitares hasta para exportar (como ya lo hemos sabido y sufrido); que hoy nos da la mano por conveniencia, pero con la otra nos apuñala, porque arrastran históricamente ‘un modo de ser’, que en un entonces les legara Santander, y que hoy se los reafirma Obama, y con mayor fuerza será afincado por cualquiera de los dos candidatos que hoy se disputan la presidencia de Estados Unidos… como para venir nosotros, siempre haciendo el papel del pendejo en el negocio, a contribuir con sus ingresos fiscales, ya que a la gasolina que les llevemos en gandolas, ellos le aumentan el precio para vendérsela a sus consumidores, no solamente cargándole gastos de transporte, distribución y administración, sino que además le ‘clavan’ dos impuestos: uno nacional (que engorda directamente el erario nacional colombiano), y otro regional, que nutre directamente a gobernaciones departamentales y alcaldías… y si acaso pensamos, por algún momento, en corrupción administrativa, el país vecino, en eso, nos lleva ‘una morena’. ¿ Entonces, presidente ? ¿ Entonces, Delcy ? ¿ Vamos a alimentar eso también ?
¿ Es que acaso vamos a contribuir con un estado moralmente fallido, cuyos principales ingresos provienen del narcotráfico ? … turbio negocio que, de paso, nos salpica también... Porque ahora, y gracias a la guerra mediática contra nuestro país, en la cual también toma partido el aparataje mediático colombiano, Venezuela, ante el mundo, resulta que es "más narco" que Colombia… ¡ Pog favog…!
Por todo lo expuesto anteriormente, reitero mi propuesta: Colocar a lo largo de nuestra frontera más estaciones de servicio expendedoras de combustibles, y crear también en nuestra franja de frontera, Casas de Cambio oficiales, de manera que podamos combatir la criminal paridad cambiaria que nos impusieron y nos imponen desde la Colombia vecina, hecho que -a fin de cuentas-, encarnó el "pecado original" que nos trajo la debacle económica, y se convirtió en engendradora del destructivo "dólar-today".
A menos que dentro de los nuevos acuerdos pre-apertura se incluya la derogación del decreto anti-economía-venezolana, y se establezca una sola paridad oficial entre el Banco Central de Venezuela y el Banco de la República, de Colombia. Pues sólo si Colombia vuelve a respetar el convenio cambiario como lo teníamos antes, cuando las casas de cambio ubicadas en la frontera no tenían la potestad que tienen ahora, de colocar diferentes paridades y valores a nuestra moneda, podríamos vender tranquilamente la gasolina y el gasoil en pesos colombianos (a pesar de que estos vienen devaluándose estrepitosamente a lo largo de los últimos 16 meses o sufren fuertes fluctuaciones)… Pero como lo han dicho y repetido, que ni van a cerrar esas casas de cambio (cosa que no sabemos si se les ha exigido), y tampoco las van a obligar a respetar el cambio oficial que emite a diario el Banco de la República, en Bogotá, pues la medida más sana, desde el punto de vista de la defensa de nuestra economía, será vender nuestros combustibles en dólares, y desde aquí.
Es más, ya deberíamos estar instalando las conversiones en dólares a los surtidores de esos expendios "internacionales" (SAFEC), que ya tenemos funcionando, e ir instalando las nuevas estaciones expendedoras de combustibles. Colocarles, además, protección del ejército, y diseñar los mecanismos de trasvase de dinero (divisas) cada cierto tiempo (horas), desde esas instalaciones hasta las cajas fuertes o de seguridad, de los bancos de las capitales de los estados fronterizos, que se designen para recibir tales dineros. Dineros que serán generados por la venta de un producto que hoy en día dilapidamos y nos dejamos robar prácticamente, pero que bien podría convertirse en rubro "marcador" que nos sirva para iniciar el rescate del valor real de nuestro bolívar fuerte, al cambiar en esas ‘nuevas’ casas de cambio ve-ne-zo-la-nas, a la paridad que nos convenga y nos sirva para importar lo que necesitamos, para exportar lo que podamos y para beneficio de toda nuestra población.
Por ahí, Wills Rangel, presidente del sindicato oficialista de trabajadores petroleros, anunció el año pasado, que se construirían diez (10) nuevas estaciones expendedoras de combustibles a lo largo de nuestra frontera con Colombia. ¿ Qué pasaría con ese anuncio ?
El litro de gasolina en Colombia es vendido al público en SESENTA Y SEIS CENTAVOS DE DÓLAR ESTADOUNIDENSE, y en pesos, pues varía, porque esa paridad (allá) fluctúa. Nosotros deberíamos venderla, con ese destino, y desde las estaciones fronterizas VENEZOLANAS, por lo menos en SESENTA CENTAVOS DE DÓLAR (USA $ 0,60) dejando una diferencia para comerciar, a ‘los lleva-y-trae’, de SEIS CENTAVOS DE DÓLAR, que como ganancia capitalista en un bien de altos volúmenes de consumo, ES más-que-suficiente. Además de que NUESTRA gasolina también es demandada por su mejor calidad que la que expenden en Colombia…
SEIS CENTAVOS DE DÓLAR equivaldrían a una ganancia bruta, por cada litro de gasolina, de casi 40 bolívares… !!! (calculados a dólar Dicom de 650 Bs/dólar). Lo que significaría que una ‘tanqueada’ de 50 litros, dejaría una ganancia bruta de Bs. 2.000 en cada llenada, y llevada…
Porque eso de venderla a Bs. 200, como lo ha anunciado (sin tener competencia para ello) el gobernador del Táchira, suena como ridículo, o como nueva gran olla de corrupción, que dará "para todos los socios" que tengan poder y capacidad de arrimarse a ella … ; que además abrirá un vertedero de nuestros combustibles hacia afuera … ; y, que -al venderla en bolívares-, traerá nuevas presiones sobre nuestra moneda, para una producirle una devaluación más brutal que la que existe actualmente, ya que mientras menos valga nuestro bolívar, más litros de gasolina podrán comprar con él… así de sencillo.
Ya que un litro de gasolina vendido a Bs. 200, lo que representa en dólares SIMADI/DICOM (que a fines de Julio ya llegaba a los 650 bolívares por dólar), no llega a TREINTA Y UN CENTAVOS DE DÓLAR (USA $ 0,307). Los que frente a los SESENTA Y SEIS CENTAVOS DE DÓLAR EN LOS QUE VENDEN EN COLOMBIA CADA LITRO… (Y por eso hablo y denuncio la probabilidad de un nuevo mega-guiso), deja la diferencia de TREINTA Y CINCO CENTAVOS DE DÓLAR (USA $ 0,355), lo que vendría a ser casi 200 bolívares de ganancia por litro…!!! para aquellos que se dediquen a "contrabandearla" hacia Colombia.
Entonces ¿ por qué no "legalizar" este negocio y que el país -y nuestro pueblo- sean beneficiarios directos de esa diferencia ?
Aclaramos que para los cálculos que venimos haciendo, hemos tomado como referencia a nuestro golpeado DÓLAR-DICOM. Porque si la "paridad" (o malparidez que nos impusieron desde Colombia) se lleva a Dólar-Cúcuta, (que es el padre del ‘dólar-today’), las ganancias y los repartos para la corrupción, saltarán a cifras astronómicas… Y continuaremos dando facilidades para que se golpee más y más, nuestro signo monetario, el BOLÍVAR.
Es obvio que un proyecto como éste debe ser llevado a cabo con las máximas precauciones del caso, por la importancia que entraña. Si se pone en manos de malandros, sobre todo de personajes que andan y desandan por ahí, y que han sido excluidos por corruptos de la administración pública, pero cuyos "casos" ya están olvidados -como suele suceder en este país de olvidos-, y por tanto susceptibles de ser reclutados nuevamente, para que le echen otra vaina al país, más gorda que la que les significó su salida del tren burocrático, pues este proyecto, tan lógico y atractivo, se irá a pique… y sufriremos un nuevo descalabro.
He dicho. Digo, he escrito…