A Chávez, nuestro agradecimiento eterno por brindarnos a un grupo de jóvenes la oportunidad de participar en las decisiones políticas enmarcadas en la tesis socialista. Muchos de nosotros, asumimos responsabilidades de gerencia pública impregnados del entusiasmo y creencia en un proyecto inspirado en la lucha emancipadora protagonizada por el Padre de la Patria Simón Bolívar. Quienes asumimos dichas responsabilidades estábamos convencido que el éxito gerencial tenía como columna vertebral los principios socialista, además de la necesidad reconocimiento del árbol de las tres raíces constituido por Simón Bolívar, Ezequiel Zamora y Simón Rodríguez. Se construyó en los primeros años de gobierno documentos importantes que sirvieron de base fundacional para una nueva visión de país con realidades absolutas en cuanto a los derechos y deberes de los venezolanos. Venezuela fue a un proceso constituyente, permitiendo obtener un marco constitucional con una visión socialista que le daba al pueblo una participación protagónica y real en los asuntos públicos. Desde allí producto de extensos trabajos analíticos se dio paso a los planes de la nación, llamado últimamente por el comandante el plan de la patria, en él se encuentra todo el sueño de un hombre que murió con las ganas de ver materializado la independencia total y absoluta de la nación, definiéndolo como la Venezuela Potencia. Logró articular la visión popular, local, regional y estratégicamente operacionalizó una táctica geoestratégica de la política que sirvió de ventana para otras naciones caribeñas, centro – sur americana, y otras latitudes. Que hoy por hoy son reconocidas como bases sólidas de nuestro modelo de gobierno. El reconocimiento internacional de nuestra tesis socialista brinda la posibilidad de investigar procesos y métodos políticos utilizados en nuestra gran y querida Venezuela. Se produjo un encuentro que parecía insostenible entre el eslabón militar y la sociedad civil confundiéndose en una sola persona llamada pueblo. Fueron y serán momentos de gloria popular.
Ahora bien, una vez reconocida toda esta grandeza de Chávez, solo nos toca una cosa que tiene que ver con lo escrito en el libro rojo de nuestro partido y nos habla rectificación y el reimpulso de actores y cuadros socialista con comprensión ideológica de lo que el comandante se refería como proceso, internalizar la idea de igualdad social y erradicación de la pobreza, significa no adoptar posturas personales, jamás un socialista debe anteponer sus apetencias o individualidades a una militancia que ve con esperanza un cambio real que solo es capaz de dar la tesis socialista. Se debe, entonces limpiar las impurezas dejadas por la mala administración, improvisaciones y codicias, a fin de que pueda renacer el ideal libertario de Bolívar y Chávez, evitemos desgastarnos en la búsqueda de soluciones a los efectos, es preciso concentrarnos en las causas. Evitando por sobre todo la desmovilización de la militancia, todos somos importante y nuestra participación activa dará reposo a nuestro Comandante Eterno.
